Cap17.

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Con el miedo creciendo poco a poco se recostó sobre la puerta, sentía latir su corazón tan fuerte que tenía miedo de que el sonido despertara a alguien más. Escuchó pasos acercarse así que se tiró rápidamente a la cama, la cual estaba desordenada, la almohada estaba húmeda y pudo notar un olor extraño cerca de la cama, reconocía qué era y por esa razón sintió sus mejillas arder.
La puerta se abrió y un aura de tristeza profunda entró a la habitación, parecía que había sido la única emoción que tuvo ese lugar durante los últimos dos días. No se escuchó el cierre de la puerta, lo que significaba que Mike se quedó quieto en la entrada.

—¿Will? ¿Eres tú? — Preguntó Mike. Will se sentó en la cama y lo miró a los ojos, aún con la luz apagada pudo ver que tenía los ojos rojos, estaba con el torso desvestido, el pantalón flojamente puesto, el pelo negro desordenado, con su otra ropa y zapatillas en la mano derecha y con un bulto en sus pantalones. Mike cerró la puerta y se recostó en ella como Will lo hizo antes, solo que él terminó sentado en el piso. —De verdad eres tú... Pensé que no vendrías, aunque es algo tonto porque esta es tu habitación y...

—Cállate.

Mike lo miró sorprendido, muy pocas veces había escuchado a Will decirle eso, Mike sentía que hablaba con un extraño y Will lo notó por su expresión, sus emociones y el como se removió incómodo en su lugar.

—Tenemos que hablar. No puedo estar ignorando esta situación, menos si en una semana te vas... ¡Y ni siquiera empacaste nada! — Will observó la habitación a oscuras, estaba la mayoría de la ropa tirada y no parecía muy limpia que digamos. Mike le susurró que no gritara, que la mayoría estaban durmiendo. —Eso no pareció importarte hace un rato — Le susurró molesto sin pensar. Mike abrió los ojos como platos y empezó a balbucear cosas sin sentido, negó con la cabeza y se tapó la cara con sus manos en señal de frustración.

—¿Tú... Nos viste?.

—Claro que no, solo escuché un poco... Sería muy asqueroso ver eso.

Mike suspiró aliviado, se levantó pesadamente, caminó despacio hasta la cama, luego se sentó al lado de Will y lo miró a los ojos. Tomó las manos del contrario y las besó con cariño; el corazón de Will latía fuertemente, aunque Mike lo lastimó se sentía tan bien que él hiciera cosas como esas, se sentía como las princesas ante los actos románticos de sus príncipes, de tan solo pensarlo se ponía colorado.

—Perdóname, por favor. Lamento mucho haber hecho eso, en serio. Nunca quise lastimarte — Mike se disculpaba una y otra vez pero no se atrevía a mirarlo directo a los ojos, tenía la mirada baja como si Will fuera un faraón.

—Mike, te perdonaría pero literalmente hace unos minutos estabas acostándote con mi hermana ¿Si lo entiendes? Además, el otro día estaba en el hospital, no te vi en todo la tarde. Me engañaste por cuatro años, querías seguir haciéndolo y para el colmo pides perdón diciendo que no querías lastimarme. Es hora de que te des cuenta de lo grandes que fueron tus errores. Te doy una noticia antes de llegar a tu casa: Nancy recibió una carta en la que se explica todo lo que pasó, aún no tenemos su respuesta pero supongo que ya lo sabe.
»Lo siento por sonar tan cruel pero es que de verdad estoy molesto, estos días me los he pasado llorando y eso me ha hartado. Estoy aguantando las ganas de pegarte un puñetazo ahora mismo y de verdad que las ganas no me faltan para nada, pero no me atrevo porque sé que solo te equivocaste como cualquier ser humano común y corriente.

Mike se quedó callado, Will se tranquilizó y suspiró calmado. Se tiró a la cama y pudo notar, aún sin ver, que Mike lo estaba mirando con una mirada de tristeza profunda, sus emociones eran un lío pero aún así sentía su sonrisa entristecida, Will se negaba a mirarlo porque sabía que lo terminaría perdonando, que ignoraría todo y buscaría sacar la tristeza de su cara, más no podía, debía luchar contra ese impulso, no era correcto, hace un segundo le había dicho a Mike que se diera cuenta de sus actos cuando él mismo estaba pensando perdonarlo ¡Eso era pasarse!.

Almas Gemelas • Byler. CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora