Cap. 6

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El caballero de Andrómeda llegó rápidamente a la mansión, entró lo más pronto posible y corrió buscando a Saori por todos lados. En el camino se encontró con el mayordomo, quien al verlo haciendo tanto escándalo no dudó en regañarlo.

- ¡Tatsumi! Gracias a Dios, ¿Dónde está la señorita Saori? Necesito hablar con ella, es urgente – informó el caballero ignorando el regaño del hombre, Tatsumi vio a la joven que tenía Shun en brazos y se preocupó.

- ¿Quién es y qué le pasó?

- Es por eso que tengo que hablar con Saori, unos hombres con alas y armaduras extrañas intentaron llevársela – El hombre pareció entenderle y asintió.

- Esta en su oficina – informó, Shun le agradeció y corrió escaleras arriba hasta la oficina de la joven diosa, el hombre calvo corrió detrás de él, preparándose para las ordenes que podría darle su señora.

Como pudo abrió la puerta y entró sin tocar asustando a la joven de cabellos morados.

- Señorita Saori, perdone, Athena, tenemos un problema y...

- Shun, cálmate – la joven caminó hasta él y al ver a la chica se sorprendió – la encontraste – el caballero la miró confundido, Saori examinó a la chica y notó las heridas – recuéstala en el suelo con cuidado.

El joven le hizo caso, Saori se arrodilló junto a la chica y comenzó a curarla emanando una pura luz dorada. El caballero se sentía un poco más tranquilo al sentir ese cosmo tan cálido y pacífico, no importaba lo que sucediera, ese cosmo siempre lograba tranquilizarlo. La sangre y las heridas de la joven desaparecieron lentamente y cuando estuvo recuperada por completo la Diosa apagó su cosmo y se levantó.

- Recuéstala en el sillón – ordenó con calma, el joven de cabellos verdes asintió y con cuidado levantó a la joven inconsciente y la recostó en uno de los sillones de la oficina – gracias por traerla aquí Shun.

- Athena, gracias, pero yo... ¿Usted la estaba esperando?

- Así es – Shun estaba muy confundido – Shun, lamento mucho haberte amenazado de esa manera, me asusté cuando liberaste a esa mujer de su prisión de hielo y me molesté contigo por eso, no debí tratarte así, has estado conmigo por mucho tiempo apoyándome y luchando junto a tus compañeros. Lo menos que puedo hacer es agradecerte y disculparme.

El caballero estaba sorprendido, en serio no se esperaba esa disculpa por parte de su diosa, él pensaba que realmente había echo mal en liberar a esa mujer.

- Gracias, pero no debe disculparse, yo no debí entrometerme en algo que no me incumbía, así que...

- Debo agradecerte por ayudarla, ella nos ayudará a terminar con lo que está pasando.

- Saori, de verdad me gustaría entender, pero, no comprendo nada: hay un clima extraño, esta Tn y la mujer que ayudé, además de esos dos hombres alados que me atacaron esta mañana...- Saori explayó los ojos sorprendida.

- Espera, ¿peleaste con los guardias de Ápolis? – Shun asintió – tenemos que movernos, ya están comenzando a atacarnos. Te prometo que te explicaré todo, pero hay que esperar a que los demás lleguen, los acabo de llamar, no deberían tardar mucho. Mientras tanto toma asiento – La dueña de la mansión Kido se sentó detrás de su escritorio – Tatsumi – le habló al hombre que desde hace mucho tiempo estaba parado junto a la puerta esperando ordenes – Tráeme un poco de té por favor, Shun ¿quieres tomar algo? Te vez cansado.

- Ah, sí, un vaso con agua estaría bien.

- Y un vaso de agua para Shun, por favor – pidió la mujer. Tatsumi asintió.

Confía en mí (Shun y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora