V. No me abandones

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Después de aquella situación en verdad corto cualquier relación con el beta, no quería ni verlo en pintura, aquella proposición le había dolido, sentía que lo tomaba como un juego

También se sentía mal pues recientemente sentía bastantes dolores en su estómago y pulmones, se levantó corriendo hacía el baño para vomitar, era una mezcla de flores y sangra, específicamente pétalos de rosas amarillas, de inmediato entro en pánico, pero no tenía auto ni un vecino cercano para que lo llevará al hospital, no tenía otra opción que pedirle ayuda a quien no quería ver

Tomo su teléfono y realizó la llamada con las manos temblando, junto a la incomodidad de su sangre escurriendo por su boca, cuando escucho que le contestaron se alivio un poco

—¡Chema, ¿Eres tú?! —.

—Si, soy yo ¿Que sucede? Te escuchas alterado —.

—¡Necesito que me lleves al hospital, es urgente! — sentía un dolor más horrible, específicamente en su pulmón, su respiración se sentía menos, eso podía ser resultado del pánico que estaba viviendo

—Está bien, cálmate, ya voy para tu casa, no te alteres, intenta calmarte — cortó la llamada y salió de su casa en camino por el alfa, cuando se encontraba frente a la casa del ajeno notó como estaba parado a punto de desmayarse, bajo de la camioneta y se apresuró a ayudarle a subir, condujo hasta el hospital lo más rápido posible, al llegar lo cargo y llamo urgentemente a un médico, una enfermera se acercó llevándose a su compañero a urgencias, en verdad estaba grave

Pasaron algunas horas después de haber llegado, un médico salió y grito el nombre de su amor en secreto y quién le conocía, levantó la mano y se acercó

—Sere directo, su amigo está muy grave, las espinas comienzan a crecer y pueden a llegar a perforar un órgano, lo que le provocó el sangrado fue un desgarre en su garganta pero logramos solucionar antes de que perdiera las cuerdas vocales —.

—¿De qué me habla Doc? No le estoy entendiendo nada —.

—Su amigo tiene la enfermedad de Hanahaki, está enfermedad hace que su cuerpo genere flores pero en la parte interna del cuerpo, el tiene ya muy avanzada está enfermedad y el único método que le queda es una extracción de la planta, esto es muy riesgoso pero si sale con éxito podemos salvar sus órganos —.

No supo que decir ante aquella noticia, su amigo y enamorado estaba al borde de la muerte, la solución tampoco era amigable, corría su propio riesgo —¿Y cuánto costaría esa cirugía? —.

—A eso voy, está cirugía es experimental por eso quería hablar con usted, sería gratuita a cambio de permitirnos realizarse la, pero tendrá que firmar un permiso donde no hará responsable al hospital si llega a morir o tener secuelas —.

—Ustedes lo que quieren es usarlo como un maniquí — mencionó ofendido y molesto —¡¿Acaso creen que el es un objeto? Es un maldito ser humano! —.

—Señor calma, se que esto suena inmoral, pero si no lo hacemos el puede morir —.

Se quedó pensando unos momentos, no le agradaba aquella solución, pero no quería dejar morir a la única persona que siempre estuvo a su lado desde que eran niños —¿Puedo verlo antes de firmar para su cirugía? — vió que el doctor asentía, después lo siguió hasta la habitación donde se encontraba Chava, entro notando cómo en su cuerpo se marcaban las figuras de tallos ya queriendo salir de su cuerpo —No… no, no puedo aceptar que estés así — se acercó a la camilla y sujeto su mano con fuerza —Esto es mi culpa y te pido perdón, no quería que esto pasará —.

Después de charlas un rato más salió de la habitación, aguantando el llanto pues no quería verse más débil de lo que ya se sentía, firmo el permiso y antes de volver a la sala de espera miro el cuerpo inconsciente de aquel joven sobre la camilla

—Por favor, no me abandones — murmuró bajo y salió de ahí, estaría sentado esperando noticias sobre la operación, rezaba porque todo saliera bien.

¿Me ama o no me ama? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora