Sara había tenido una mañana bastante buena.No había tenido el estrés de tener que lidiar con el horario estricto de su madre.
Por supuesto, estaba agradecida de que su madre fuera tan organizada e hiciera todo de manera ordenada, pero a veces sentía que su vida era sólo otra casilla que su madre podía tachar en una lista de lo que debería haberse hecho al final de un día.
Tal vez por eso cuando supo que su madre se iba de vacaciones con su hermana Norma y su cuñado Fernando, sintió alivio al poder vivir un poco más libremente que cuando su madre estaba en casa.
Sara siendo ella-nunca actuaría de una manera indecente...por supuesto, pero no sabía por qué esta vez, su hermana y ella sola en la hacienda se sentían diferentes.
Tal vez todo estaba en su cabeza, pero todo esto había estado en su mente desde el encuentro que habían tenido con esos trabajadores de la construcción antes.
Ahora, sentada en su auto con Jimena, conduciendo a la iglesia para cumplir con sus funciones semanales, todo lo que podía pensar era en lo rara que había sido esa interacción. Seguro que no parecían trabajadores de la construcción y lo que era más extraño era que no actuaban como tal...
"Sara" escuchó preguntar a Jimena, sacándola repentinamente del aturdimiento en el que estaba.
"Qué" respondió ella ligeramente molesta por el tono de su hermana.
"¿Qué piensas de los muchachos que van a trabajar en la construcción de la cabaña?", preguntó Jimena, mirando a lo lejos mientras conducían.
"Honestamente", comenzó Sara, sin saber exactamente en qué posición estaba con ellos después de esa primera interacción "no sé, no parecen trabajadores"
"ES LO QUE ESTABA PENSANDO" respondió Jimena de manera emocionada "dime que te diste cuenta de lo atractivos que son los tres"
"Por el amor de dios Jimena" le regañó Sara "nunca piensas en otra cosa"
"AY, vamos, Sara, por favor, no seas como mamá en este momento", dijo su hermana con dureza, poniendo los ojos en blanco.
"Bien, bueno, no puedo negar que no se ven nada mal"murmuró Sara antes de cambiar rápidamente de tema.
-Esa noche, Sara y Jimena llegaron a casa muy tarde y, por mucho que odiara admitirlo, Sara se moría por saber cuándo comenzarán las obras.
No sabía por qué, pero encontró a los trabajadores realmente interesantes. Quería saber más sobre ellos. Al recordar esa mañana, se dio cuenta de que habían aparecido de manera confrontadora.
¿Por qué iban a aparecer así si venían a hacer un trabajo?
Tal vez estaba pensando demasiado en eso. Después de todo, su madre siempre les había dicho a su hermana y a ella que debían mantener la distancia entre los trabajadores y ellos.
¿Quizás fue por eso?
-A la mañana siguiente, Sara se despertó más cansada que de costumbre.
Tal vez había sido porque no pudo encontrar una manera cómoda de conciliar el sueño la noche anterior. Ya podía sentir que no iba a ser un día demasiado bueno.
"Señorita Sara" sintió, alguien empujó su hombro.
"Señorita Sara" continuaron mientras ella recuperaba la conciencia.
La luz de las cortinas abiertas inundó sus ojos cuando se volvió más consciente de su alrededor.
Era Eva despertándola.
"Dios mío... ¿qué hora es?" preguntó Sara, pasándose los dedos por el cabello.
"Un poco más tarde de lo que acostumbra, la señorita Jimena está abajo con Don Martín desayunando" le informó Eva "Supose que quería que la despertara antes de que termine el desayuno"
"Gracias Eva" respondió Sara con una sonrisa.
Eva se giró para salir de la habitación "si necesita algo más, me avisa con Dominga, voy a mostrarle los terrenos a los nuevos trabajadores."
Habían comenzado a trabajar.
Sara pensó en sí misma mientras comenzaba a prepararse para su día. Después de vestirse, bajó a buscar algo para desayunar.
Se dio cuenta de que su hermana y su abuelo ya no estaban en la mesa.
Realmente había dormido tarde.
Sin pensarlo más, Sara fue a la cocina a por una taza de café.
Por supuesto, sus hermanas y ella nunca habían hecho mucho en dicha cocina debido a la estricta relación de su madre con sus empleados, pero Sara prefería hacer tareas simples por su cuenta cuando tenía la oportunidad.
Se encontró tranquilamente sentada en la cocina disfrutando de su café caliente cuando escuchó una voz detrás de ella.
"Disculpe, ¿está Eva por aquí?"
Giró la cabeza en la dirección donde escuchó la voz y vio a un chico de más o menos su edad parado en la entrada, jugueteando con su sombrero en sus manos nerviosamente.
Tenía el cabello rubio ondulado y los ojos azules más brillantes que jamás había visto.
Era uno de los trabajadores del día anterior.
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𝐔𝐧 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐩𝐞𝐨𝐧
FanficQue si Sara y Franco se enamorarán mientras el trabajaba en la hacienda? Podía cambiar el rumbo de esta historia?