Capítulo 5

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En un intento por despejar mi mente y centrarme en mi baño de espuma, cierro mis ojos. No sé cuánto tiempo permanezco allí, solo sé, que me quedo dormida.

Me despierto sobresaltada al escuchar una discusión y la puerta de mi habitación abrirse de golpe.

-Señor, por favor. -Es la voz de la señora Asher y parece estar suplicando.

-¡Me importa una mierda lo que ella esté haciendo, Meredith! -La voz James, hace que todos mis sentidos se pongan en alerta.

     ¿Qué hace aquí? Lo último que me falta es tener que lidiar con James.

- ¡Apártate de la maldita puerta! -Brama.

     Estiro mi brazo intentando llegar a mi bata y esta cae al suelo. -Mierda. -La alcanzo con dificultad y la meto al agua cubriendo mi cuerpo. Justo en ese momento la puerta se abre y me encuentro con la mirada furiosa de James y la atemorizada de la señora Asher.

-Señorita, lo siento intente evitarlo, pero el señor insistió…

-No se preocupe. -La tranquilizo. -Puede retirarse. -Ella asiente mientras se retira apenada. -Al cerrarse la puerta le dirijo una mirada furiosa a James

- ¿Puedes explicarme que mierda haces aquí y por qué demonios irrumpes de esta manera? -Suelto realmente enojada.

Esta es mi casa, no tiene ningún derecho.

     Deja escapar una ronca carcajada. - ¿Y además preguntas? -Su tono de voz es gélido, me hace recordar aquella noche en el corporativo. -A ver… -Toma el banquito del tocador y toma asiento junto a la bañera. - ¿Te suena el nombre de Jerry Williams?

    Un nudo comienza a formarse en mi garganta, pero me obligo a tragar hasta que desaparece. -Así, que todo esto es por el detective. -Justamente esto me temía al mencionar la verdad sobre Grace.

-Parece que ya comprendes, querida Samantha. -Frunce los labios. - ¿Realmente crees que yo atentaría contra la vida de mi propio hijo? -Su tono de voz ha cambiado, parece dolido y triste.
-¿Cómo mierda se te ocurre si quiera considerarlo? Yo lo críe maldita sea, lo sostuve en mis brazos al nacer y tú…

-No, James, yo…

- ¿Tú qué? -Se inclina hacia mi rostro. -Yo jamás dañaría a mis hijos. Son mi todo. Cambiaría mi vida por la de Adam si pudiera.

     Cierro mis ojos y dejo escapar un suspiro. -James, yo jamás quise que te vieran como un sospechoso. Sé que lo amabas, sé que la única razón por la cuál fingiste ser el padre de Grace, es porque querías proteger a tu hijo. -Abro mis ojos y veo que los suyos me estudian detenidamente. -Querías que creciera sin tener que preocuparse por tener que criar a una niña siendo él tan joven. Querías que fuera a la universidad, que madurara lo suficiente parar poder hacerse cargo de ella, y lo hiciste muy bien, Grace es una niña maravillosa, pero ¿Sabes algo? Aunque tu esposa y tú jamás se lo confesarán, él en el fondo lo sabía ¿No es una prueba de ello su constante preocupación por ella? -Avergonzado, aparta la mirada. -De verdad lo siento si hice que él inspector te viera como un sospecho, pero en estos momentos ¿Quién no lo es? ¡Hasta yo misma estoy en el maldito ojo del huracán! -Sollozo. -Y el hecho de que Adam me haya dejado sus acciones en el corporativo y todo lo demás no ayuda ¿Sabes? Ni siquiera estábamos casados y a todo el mundo le parece una locura que me haya dejado al mando. Incluso yo me he planteado que no estaba del todo cuerdo cuando firmó el testamento.

     Me sorprendo al notar que un par de lágrimas ruedan por sus mejillas. -Estaba tan preocupado porque me relacionaran con algo tan atroz que la ira me cegó, no razoné antes de presentarme aquí. -Parece realmente arrepentido.

     Le tiendo mi mano que él toma, no sin antes dudar. -Lo sé. Sé que todo esto es difícil de digerir.

-No creo que mi hijo haya cometido un error al dejarte a cargo de todo, quizá vió algo en ti que tú no has visto en ti misma.
-No estoy tan segura de ello.

     Asiente. -Adam no es el único capaz de lidiar con Grace. -Dice de repente.

     Mi ceño se frunce. - ¿A qué te refieres?
-Ella te quiere. -Una sonrisa triste asoma a sus labios. -Y te respeta. Yo jamás logré eso.

-No. -Lo reprendo. -Ella te adora, es solo que debes aprender a conocerla. No sabes lo feliz que estaba cuando le diste el vestido de tu esposa, eso fue muy importante para ella.

     Me observa realmente sorprendido. - ¿Realmente lo crees?

-Estoy segura. -De repente, recuerdo que estoy desnuda y en la bañera. Me revuelvo bajo la toalla. James parece notar mi incomodidad y se pone de pie con rapidez.

-Creo que es mejor que me vaya. -Anuncia y camina hacia la puerta.

De repente un pensamiento cruza mi mente. -¡Quédate a cenar! -Le pido. En sus ojos aparece un brillo. -Así podría comentarte algo más tarde. Mientras me pongo algo de ropa puedes hablar con Grace. -Sugiero.

Suspira con fuerza. -Eso haré, gracias Samantha. -Sonríe. -Y discúlpame nuevamente. No hay duda de que mi hijo tenía a una maravillosa mujer a su lado. Me alegra saber que mi nieto tendrá una gran madre. - Se marcha mientras sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza.

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⏰ Última actualización: May 28, 2024 ⏰

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