Morir

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"Que buena niña sos", "Tan obediente", "Tus papas seguro están orgullosos de vos" Era lo que podía escuchar aquella jovencita esperando ya la ansiada hora para irse a su hogar (aunque claro, para ella no era uno), como cada fin de semana se encontraba en una de las varias fiestas de trabajo de sus padres, que por mas que no quisiera ir, ellos terminaban obligándola, solo para disimular que eran una perfecta familia, una gran broma para la chica, ya que sabia que su familia ni se acercaba a la perfección.

En eso ella empieza a recordar aquellos rumores de su colegio, sobre aquel monte a lado de la ciudad, y como ya alguien le avía dicho "y si te suicidas en ese lugar, de todos modos quien te extrañara", odiaba tener que darle la razón y hacer lo que ese compañero suyo le dijo, pero ya no le importaría, porque después de todo, ya no existiría para verlo, para verlos a todos...



Al fin en su cuarto y acostada en su cama, se dispuso a pensar en la manera para acabar con su vida, aquellos métodos mas tradicionales por así decirlo, que seria con el uso de una soga, no la favorecía, no quería darles el placer a sus padres de dejarles su cuerpo sin vida para que hagan lo que mas le convenía con el y dar lastima a la gente por su partida.

Ella era astuta y no quería ser encontrada, su cuartada para salir seria que se iría a encontrar con unos amigos, de todos modos a sus padres ni importancia le daría, su vida para ellos no es de importancia, y eso ya lo sabia desde pequeña, todo ocurriría el día de mañana, un día donde varios adolescentes se reúnen por un festival juvenil en la plaza, perfecto para su plan, nada podría salir mal, o así esperaba ella...

Sus padres a parte de nunca estar con ella, eran al mismo tiempo tan severos y duros con la manera de criarla, haciendo que la joven tiemble cada vez ante su presencia, si ellos llegaban a descubrir su plan, ella terminaría muriendo de otra manera... Pero estaba determinada, ya no quería vivir.

Al mismo tiempo también sabia en que lugar en especifico morir, se dice que por el monte hay una cueva que lleva a un gran hoyo en el suelo, supuestamente donde encerraron a los monstruos, todo ya estaba fríamente calculado, nada le aria cambiar de opinión, la única persona que seria capas de hacerla cambiar, ya no estaba en ese mundo junto a ella, ya no avía motivo para quedarse.



Llego ya el esperado día para la Joven, solo quedaba salir de aquella casa, se puso ya su tan amado buzo a rayas y con una ropa cómoda se dispuso a ir hasta la sala donde están por seguro sus padres peleando como todos los días, empezó a caminar y mientras mas se acercaba mas sabia que estaba en lo correcto, los gritos de su madre hacia su padre sonaban por todo el cuarto.

-¡Ya me tienes cansada!, Dime ya de una vez si tienes una amante o no, y te juro que me largo con la niña- Su madre como siempre, amenazando con llevarla para ya no ver a su padre, pero sabia que al día siguiente o en un rato, volverían a estar como si nada.

-¡Mujer deja de gritar!- Que manera de detener gritos, con muchos mas gritos, no le quedaba mas a la joven que solo decir unas palabras y tal vez detener esa pelea. Se acerca a la puerta y la toca para llamar su atención, por suerte lo logra y sus padres enojados le miran.

-Madre, Padre, voy a salir con unos amigos...- Dice con una voz baja, por el miedo que le gustaría no tener.

-¿Y tu desde cuando tienes amigos niña?- Se pone firme la mujer adulta y se dirige hacia ella- ¿o acaso te vas con algún novio a escondidas?

-Claro que no madre, yo al fin conseguí unos amigos y ellos me invitaron al festival que se hace en la plaza como cada año...- no podía evitar temblar, odiaba a sus padres, pero también les tenia un gran miedo por varios motivos..

-Esta bien, ve con cuidado hija- sonrió falsamente la mujer, algo que su madre era experta, era en fingir felicidad y amarla, sabia que dentro de ella ni le importaba que le pasara.

-Frisk..- La joven al escuchar su nombre dicho de su padre, empezó a temblar aun mas- si me llego a enterar que estabas con un chico a solas o hiciste una estupidez, te ganaras un merecido castigo jovencita.

-...-Tomo la poca determinación que le quedaba en ese momento y hablo para ya largarse de una vez por todas- Esta bien Padre, con su permiso me retiro- y como pudo camino hasta la salida y a partir de hay solo corrió, no le quedaba nada mas que correr, ya quería acabar con todo, ya no volver a ver la repugnante cara de su padre y la fingida sonrisa de su madre, dejar de escuchar las voces de sus compañeros en su cabeza y por fin descansar en paz.

Corriendo se acerco al monte, pero al acercarse cada vez mas, notaba a policías alrededor del sendero, no tuvo de otra que esperar a que se vean distraídos y solo correr hacia el camino para subir, paso ni mas ni menos media hora y los policías se avían metido a una cabaña para seguro el descanso, Frisk aprovecho ese momento y se fue corriendo hacia la entrada, ya no avía vuelta atrás desde ese momento.

El camino cada vez se hacia mas empinado, como pudo siguió caminando, hasta que al fin llego a la tan ansiada cueva, ni lo pensó al entrar y seguir, mientras mas se entraba, mas oscuro era todo, ella solo quería avanzar, y si caía en aquel hoyo oculto por la inexistente luz, ya seria su final, su bello final...

















Esa noche, Frisk no volvió a su hogar...





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- Y así queridos lectores termina el primer capitulo, se que es algo fuerte por tocar el tema del suicidio, y espero no haber ofendido o haber hecho sentir mal a algunos de ustedes, y si fue así, me disculpo.

- Yo soy Bel y espero mis escritos sean de su agrado, con su permiso me retiro, pero antes de irme *Recibes una rosa* te la doy yo, con mucho cariño nwn









Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora