El insomnio ha venido a visitarlo con fuerza esa noche. Hacía ya un par de semanas que era capaz de dormir unas cuatro horas al día, pero hoy su cabeza no ha sido capaz de desconectar ni un minuto para darle el respiro del deseado sueño. Lo más probable es que no sea capaz de dormir mucho más de media hora de manera intermitente.
Piensa en la promesa que se hizo a sí mismo y a su madre unos días atrás en el centro comercial mientras comía con Changbin. Al día siguiente es la sesión semanal del grupo de terapia y no sabe si está lo suficientemente mentalizado como para hablarle a los chicos sobre lo que le pasó a ella.
La ansiedad está teniendo una batalla titánica dentro de su cabeza contra sí misma. Ese monstruo que habita dentro de él desde hace años se ha dividido en dos sombras muy oscuras, una que le provoca miedo por tener que contar qué fue lo que le provocó el estrés post traumático y otra que le induce a temer lo que pasará si no es capaz de cumplir lo que se ha propuesto. Es una batalla equilibrada que por momentos gana una de las sombras y por momentos gana la otra. Félix solo puede asistir expectante a la lucha titánica, sufriendo todos sus efectos en primera persona pero sin poder hacer nada por pararla porque la tarea le viene demasiado grande.
Suspira fuertemente centrándose en combatir las náuseas. Es más fácil centrarse en los síntomas físicos que puede controlar. Mira al techo, imaginando las pegatinas con forma de estrella que brillaban en la oscuridad que tenía en su cuarto en Australia. Echa de menos el suave resplandor verdoso que desprendían y como las pocas noches que no era capaz de conciliar el sueño por aquel entonces podía ponerse a contarlas y como el tiempo pasaba mucho más rápido de esa manera.
---
Félix llega tarde a la reunión semanal del grupo de terapia debido a que el autobús ha pasado por la parada en la que él se sube casi diez minutos después de lo normal. Ha aprovechado el tiempo extra para acabar de mentalizarse sobre lo que va a hacer hoy. Va a contarles a los chicos lo que pasó con su madre y no sabe si debe arrepentirse de haberse propuesto algo así tan pronto.
Seungmin, que se encuentra sentado a su lado, nota que algo no va del todo bien con él. Quizás sea la manera compulsiva en la que se rasca la cutícula de su pulgar o que se está mordiendo la cara interior de la mejilla con tanta fuerza que lo más probable es que empiece a sangrar en cualquier momento, pero sabe que algo lo está martirizando y jugando con sus nervios.
-¿Estás bien? Te noto demasiado tenso, Félix. ¿Es porque llegamos tarde? Sabes que a Chan no le va a importar si le explicas qué es lo que ha pasado.
-Se lo voy a contar.- el mayor de los dos hermanos corta al pequeño antes de que pueda decir algo más. Este lo observa como si estuviese loco, totalmente descolocado por la falta de contexto y lo repentino de la afirmación.- Lo que pasó con mamá. Me he propuesto contárselo hoy. Tengo miedo de que si lo atraso más no llegue a hacerlo nunca.
-Sabes que no tienes que forzarte a nada con ese tema.- la voz de Seungmin está llena de preocupación.
-Con respecto a esto sí que tengo que forzarme. Si no lo hago no hablaré de ese día nunca con nadie. Y me siento cómodo con los chicos, lo suficiente como plantearme el hacerlo. Creo que es el momento de abrirme con alguien.- le explica después de suspirar fuertemente intentando alejar sus propias dudas.- Me da algo de pena que Jisung no vaya a estar ahí porque él también me ha ayudado mucho últimamente, pero no puedo posponerlo más o me voy a volver loco en serio.
-¿Estás seguro?- pregunta el menor todavía poco convencido.
-No, pero nunca voy a estar seguro sobre esto.- su tono suena mucho más calmada de lo que esperaría.
ESTÁS LEYENDO
~Mental health club~ Changlix
FanfictionTrastorno por estrés postraumático. Esas cuatro palabras han marcado la vida de Lee Félix durante los dos últimos años y medio, sin dejarle vivir la vida de un adolescente normal de dieciocho años. Al ver que no progresa de ninguna manera, su padre...