In the kitchen. « Changlix »

Your last date.

Aclarando puntos.. Esto no estaba planeado pero una personita en comentarios me hizo sentir muy bien al ser la segunda vez que alguien comenta mis pequeñitas obras.

Solo me queda pedirles que disfruten, comenten y voten, ¿No es mucho pedir o si?

your last date.

Quien al llegar cerca del auto cual galante caballero abrió la puerta del auto dejando entrar primero al rubio, cerrando y entrando al auto después. Acción que hiso derretir el corazón del menor, pues no pensó que sus atractivo hyung fuera tan caballeroso con sus citas. O al menos su corazón esperaba que esas acciones fueran exclusivas para él.

Aún que fuera un poco egoísta o celoso pensar así, no podía evitarlo.

— ¿Listo? — Pregunto el de cabellos carbón.

— Si es para tí, Siempre estoy listo. — Respondió regalandole la sonrisa más sincera que pudo haberle regalado a alguien.

Concluyendo su respuesta al menor comenzó a manejar al estar seguro de que su acompañante se había puesto el cinturón de seguridad tanto como él mismo.
Pasaban los minutos y segundos de forma lenta, no era porque estuviera manejando a baja velocidad, simplemente el silencioso ambiente era perfecto aún a sabiendas de que ambos quisieran hablar.

Aprovechando unos segundos cuando el semáforo cambio a rojo. Ambos habían volteado a verse a la par justo en el momento en que ambos querían hablar haciendo que sus dos voces chocarán, Riéndose luego del pequeño insistente.

— ¿Qué querías decir pimpollo? — Pregunto descansando su brazo en la puerta y su mano en el volante volteando lo a ver con una sonrisa de diversión.

— Quería preguntarte algo realmente. — Escuchando el sonido afirmativo de su chef favorito. — Bueno... Yo siempre me pregunté cómo lograbas hacer Dim Sum.

— Primero sigues la receta como normalmente haría cualquiera, 200 gramos de harina de trigo,
100 ml. de agua caliente, no hirviendo o si no no funcionaría bien. 10 gr. de sal y 40 gr. de maicena. — Comenzó a enlistar los ingredientes y detalles de pequeños cambios; Ciertamente solo era el tiempo de algunas preparaciones.

Sin duda la mejor parte de la explicación fue como el joven de pecas lo miraba embelesado en los labios contrarios, luego su vista volvía a los ojos del mayor haciendo que este se avergonzará internamente por las pequeñas fijaciones que había notado mientras le explicaba.

De un momento a otro Félix deslizó su cuerpo un poco más a la división del auto, acción que no pudo notar su cita pues estaba más consentrado en otras cosas.

¿Debemos recalcar que está era ya su última cita en esa semana?

Pues si debemos retroceder en el tiempo, lo haremos bien.

Luego de aquella cita en la playa no dejaron de verse en ningún momento. Siempre había un mensaje que responder, Siempre un lugar al que ir, siempre algo nuevo que probar para sus paladares.

¿Despidieron su soltería?, Estaban en el procesó pues no querían estar con nadie más, no miraban a nadie más con la misma tranquilidad que les causaba en el corazón. Aquella calma que salía como si nada, la emoción de verse por segunda o tercera vez en el día no hacía minoría a los sentimientos.

Sus sentimientos seguían escalando la montaña del amor, y esa montaña parecía no tener final, aparecían nuevas emociones, aparecían nuevos miedos, aparecían tantas cosas que empezaron a resolver por querer seguir en ese lugar seguro que tanto los cuidaba.

Ambos tenían un lugar seguro en los brazos de él otro.

Bajaron de aquel auto tan bonito antes de ingresar al restaurante. El restaurante en dónde empezó todo. Las miradas, las sonrisas, los sonrojos, los celos, las ideas, todo eso.

El de rubios cabellos no pudo evitar sonreír con confusión cuando entraron al lugar, empezaba a dar unos cuantos paso junto a su amado cheff, Entonces noto el camino de pequeñas rosas sendo iluminadas por los focos acorazonados del techo.

Pequeñas rosas se hicieron escuchar más adelanté, notando en cuanto volteó y camino que eran todos aquellos hombres que alguna escasa cocinaron su comida, porqué claro, Su cheff favorito siempre terminaba el platillo u orden antes.

Miro a su gente con confusión y diversión antes de que su mano fuera tomada por el chico de aquellos bellos ojos que lo calmaban.

— Lee Felix. Desde que te conosco haz hecho de mi vida un desastre.

Se sincero haciendo reír a los invitados y que su cita le diera un pequeño golpe también riendo, era cierto.

— Pero agradezco que hayas hecho todo eso, Agradezco que me miraras, agradezco que hayas descubierto mi restaurante, agradezco cada mirada brillante que me dedicas como también cada caricia que me das. — Sonrió instaneamente al ver lo sonreír. — Siempre me sacas una sonrisa, hasta en los momentos menos indicados. ¿Puedes créer que yo solo fantaseaba con que esto pasara algún día?, Yo nunca pensé que me mirarías de esta forma, ni mucho menos que me tomarás de las manos haciendo berrinche cada que las suelto.. — Expuse riendo al ver aquellos ojitos entre cerrarse. — Todo esto que me haces sentir es tan completo, que solo quiero dedicarte más tiempo de mi vida. Que seas oficialmente una parte importante de mi vida., aún que desde que te conocí siempre lo fuiste.

La suave música empezó a sonar desde momentos antes suavizando ese momento congelando lo para el recuerdo de muchos en la habitación.

— Lee Félix, ¿Quieres darme la oportunidad y honor de ser llamado tú pareja? — Pregunto al final de su embobamiento, el cual ambos estaban teniendo de maneras muy sensibles.

Los ojos le pícaron, su corazón se vió acelerado, sus manos temblaron, la piel bronceada que tenía se erizó y de sus ojos calleron lágrimas.

— ¿Porqué tardaste tanto en preguntar eso binnie?

Con aquella respuesta, ambos cuerpo chocaron en un abrazo de risas, besos y felicidad.
La música cambio a una más animada que no tardó en ser apagada luego de un pequeño festejo.

— ¿Que vamos a comer? — Le pregunto Félix a su ahora pareja.

— Tu solo pídelo, yo te cocino. — Respondió sonriente.

¿Cómo están?, ¿Han comido bien?
Your sweet crush fuera.