El corredor del laberinto (fanfic)

Capítulo 3 (Enfermería)

*Narra Newt*

Sali del comedor sabiendo que probablemente Minho me seguirá por detrás.

Estaba harto de que se tomarán el accidente como la peor cosa del mundo, me caí, me fracture la pierna y eso es todo.

Pero volvería a ser corredor.

Esa sensación de que no hay nada más, solo las paredes y tu, es tan liberador...

Aquí dentro me siento como un animal en una jaula, allí fuera todo es distinto.

-Sabes que Alby lo hace por tu bien- Empezó Minho.

-Pues que se meta en sus asuntos.

No quería que Minho me echara un sermón en el que probablemente tenga razón y me toque hacerle caso.

-Newt, no fue un accidente y lo sabes -No me puedo creer que saque el tema, es como un tema tabú, nunca hablamos de ello.

-Lo fue.

-Newt fue intencionado, podrías haber muerto.

-Dejalo ya ¿vale? sé que estuvo fatal, pero paso y ya está.

-De todas formas no venía a hablarte de eso -Eso llamó mi atención.

-¿No?

-La verdad venía a contarte que hemos pensado que Judith sea corredora -Lo que me faltaba.

-¿Qué Judith? No conozco a ninguna Judith que sepa hacer algo bien. -Lo decía más por la envidia que me daba que ella pudiera ser corredora y yo no, que por Judith en sí.

-No te pases, Judith Grimes, el día que vino, más bien ayer, consiguió atacarte, esquivar a todos, y correr hasta las puertas del laberinto en una velocidad que nadie alcanzó. A parte nos falta personal y ella podría ayudarnos.

-¿Ayudaros a que? ¿A encontrar una salida? Lleva un día, UN DIA y ya se ha saltado más de la mitad de las normas y aún así ¿la elegís a ella antes que a mí?.

-Newt no es eso..

-Dejalo Minho.

***
*Narra Judith*

Ayer no pasó nada más interesante, probé más trabajos; el de cocinera y el de granjera. El último me encantó hasta que me di cuenta que me tocaba matar a los animales con los que había estado jugando todo el día.

Obviamente lo hice, no es que me fuera a poner a llorar, pero está claro que no pienso hacer eso diariamente.

Después me fui a dormir bastante pronto porque tanto trabajo me había dejado muerta.

Ahora eran las 8 de la mañana más o menos y Minho me había levantado para empezar a trabajar.

-Deja de quejarte Judith, todos nos tenemos que levantar a esta hora -Me recordó el asiático por novena vez mientras se echaba más cereales en la leche.

Hoy el se pasaría el día haciendo planos en el claro, en vez de salir al laberinto.

-Me quiero morir -Mientras Fritanga y Minho se reían de mi yo cubrí mi cabeza con mis manos y me quedé medio dormida encima de la mesa.

Me gustaba madrugar, pero no cuando la noche anterior no había dormido nada.

Media hora más tarde, cuando acabaron de desayunar, me despertaron otra vez.

-Venga Judith hora de trabajar, no te quejes que yo me tengo que levantar aún antes por ser corredor. -Dijo mientras íbamos a la enfermería para mí próximo trabajo.