04 - white coffee

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Jihyo se acomodó la gorra negra que traía, se le había desacomodado un poco cuando corrió para alcanzar a cruzar la calle.

Ahora estaba nuevamente frente a la cafetería donde trabaja Tzuyu, intentando localizarla dentro del local, sin pistas de ella. Se le hizo un poco extraño, había terminado sus clases y pensaba venir a charlar un poco con Tzuyu antes de que la escuela de ella empezara.

Pero, no estaba. No había rastro de la taiwanesa de lindas orejas.

Su ánimo cayó, tenía ganas de hablar con la barista. Todo el día se mantuvo pensando en que quería venir a ver a la chica, y sus planes se vieron destrozados.

"¿Dónde te has metido, pequeña Tzuyu?"

Estaba por darse media vuelta e ir a la parada de autobuses para regresar a su hogar, pero una mano cubierta por unos guantes negros tocó su hombro.

— ¿Buscaba a alguien, señorita linda? — Reconoció al instante la voz levemente ronca de Tzuyu.

— ¡Tonta, me asustaste! — Un golpe aterrizó en el hombro de la taiwanesa, que se estaba riendo por la cara que había puesto la universitaria. — Y sí, estaba buscando a una barista de bonitos ojos.

La sonrisa de Tzuyu cayó un poco, Jihyo entendió que no había captado.

"Es que tiene que ser tan estúpida"

Estoy hablando de ti. — Aclaró, y un color rojizo estalló en el rostro de la menor. — ¿Dónde estabas?

La castaña carraspeó. — Mis clases se movieron para la mañana, definitivamente no estoy adaptada para levantarme tan temprano. — Jihyo miró cómo el vaho salía de su boca, hacía un frío terrible. — Hoy no me toca turno, pero espérame un momento aquí. Tengo que recoger algo.

Tzuyu entró a la cafetería, logró ver cómo tomaba dos vasos de café en sus manos. ¿Pensaba tomárselos ella? La menor extendió un billete hacia el chico que estaba atendiendo en esos momentos, analizando la mirada que este le lanzaba a la extranjera.

"Casi se le lanza a Tzuyu..." gruñe Jihyo dentro de ella. Pero al momento que la chica se volteó y le dio una sonrisa brillante, se olvidó totalmente de eso.

Salió de la cafetería, y le extendió uno de los vasos a Jihyo. — Toma, es un café con leche. Te lo regalo.

— Muchas gracias, Tzu. — Las mejillas de Park se encendieron, el ponerse rojas se estaba haciendo una costumbre entre ellas. — ¿Gustas salir a algún lado?

— ¿Cómo una cita? — Pregunta la extranjera, con un claro tono divertido y bromista en sus palabras. Jihyo parece encogerse de la vergüenza. — Oye, es una broma... aunque si quieres no tiene porqué serlo. — Le guiñó un ojo, y se ganó un leve empujón de la surcoreana.

— ¿Y qué pasa si te digo que no quiero que sea una broma? — Intenta desafiar la mayor.

— Entonces sería un honor salir a una cita con una chica tan hermosa como tú.

Jihyo admitió que en el terreno de coquetear y avergonzar a la otra, Tzuyu le ganaba por mucho.

Ahora sí estaba más que roja, parecía un tomate. Y gracias al frío, se notaba aún más, intento cubrirse un poco con su gorra, ganándose una pequeña risa de Tzuyu.

— Eres una chica muy coqueta, eh. — Menciona la mayor.

— Y tú una muy preciosa. — Tzuyu tomó la mano de Jihyo, ambas estaban cubiertas por guantes, solo que los de Park eran color gris. — Te invito al parque, tengo que pasear a mis perritos. No en una gran cosa, pero con este frío no creo que se pueda hacer mucho.

— No sabía que tenías mascotas...

— Ahora lo sabes, podrías ser la madre adoptiva de ellos si quieres. — Dijo, entrelazando los dedos de sus manos.

"Esta chica me va a matar"

coffee shop » jitzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora