Painful Awakening || Minsung ✔

28 - Tres meses.

El hogar de los Bang se encontraba lleno de risas y conversaciones triviales, peleas y algunos gritos.

Félix, Seungmin y Jeongin se habían reunido, puesto que aquél día se cumplían tres meses desde que Jisung había ingresado en el hospital. El rubio había insistido en preparar algo para los padres de su amigo y realizar una pequeña reunión allí, no para celebrar, sino para que él sienta su presencia. No estaba de más pensar que quizás, tal vez, era el día ideal para que Han Jisung despertase.

El mayor de los Bang se encontraba en la casa también, aún resolviendo sus asuntos, pero sin dejar de observar con ternura a los chicos que consideraba como sus hermanos menores, además de su verdadero hermano, claro.

—Félix, el pastel no se cocinará más rápido por más que estés fijamente mirando el horno — se mofó Seungmin al ver al rubio realizar el mismo movimiento, agachándose frente al artefacto, por décima vez.

Jeongin se rió por lo bajo, y Félix bufó, sentándose en el taburete de la isla de la cocina, para luego quitarse el gorro de chef.

—¿Has hablado con la madre de Hannie hyung? — habló el menor del grupo, hacia el pecoso.

El susodicho sonrió y asintió.

—Me comentó que ellos irían primero al hospital, pero que podríamos pasar en el segundo turno de visitas.

Antes de que Seungmin pudiera agregar algo a la conversación, el timbre de la casa resonó por todo el lugar.

—¿Esperan a alguien? — preguntó Chan desde la sala, acercándose a la puerta para abrir.

Los tres chicos se miraron, Seungmin y Jeongin negando con la cabeza confundidos, Félix, por su parte, sonrió con inocencia.

Chan giró la manija de la puerta encontrándose con dos personas al otro lado. Sonrió al ver al peliazul, y le hizo un gesto de cabeza a Changbin.

—Hola, pasen. Los chicos están en la cocina — habló el mayor con amabilidad.

—Hola Chan hyung, gracias — respondió Hyunjin entrando en la propiedad, seguido de un tímido Changbin que si bien conocía a Chan por el gimnasio, jamás había estado dentro de su casa.

En la cocina se escuchó un grito y Chan se apresuró a cerrar la puerta para correr hacia allí.

—¿Qué ocurrió? — preguntó el mayor preocupado. Seungmin trataba de ocultar su sonrisa, mientras Jeongin y Félix se encontraban en el suelo, con el pastel hecho un desastre, tratando de recogerlo para poder tirarlo.

En definitiva, el grito había sido de Félix, que ahora lloriqueaba frustrado.

Chan se iba a acercar a consolar a su hermano, pero al ver al peliazul allí le hizo una seña para que él lo haga. Todo estaría bien. El mayor sonrió, y antes de salir le dedicó una mala mirada a Seungmin por ser tan poco considerado, el susodicho lo vió y sonrió aún más, encogiéndose de hombros y formulando con sus labios: “es solo un pastel”.

Chan rodó los ojos y se dirigió a la sala para seguir con su proyecto, el cuál ya le estaba sacando canas. Nadie le dijo que producir un álbum tomaba tanto trabajo. Él producía canciones por trabajo, para cantantes famosos, pero producir un álbum completo para Jeongin es algo que jamás se había imaginado. Menos sin poder mostrarle nada a él, ¿Que clase de productor no consulta las cosas con la voz que hará las canciones? Odiaba esa situación y tampoco la entendía, pero no podía interferir.

En la cocina, Changbin había visto la pequeña interacción entre Bangchan y Seungmin. Así que se acercó a él para saludarlo mientras los demás seguían con su drama.