6 - Destino.

168 35 22
                                    

Seungmin se encontraba sin dormir, irritable y malhumorado, así que decidió salir a caminar por el hospital para no contagiarle su energía a los demás.

Caminaba por los pasillos, con sus audífonos puestos y las manos en los bolsillos. Estaba realmente cansado. Y extrañaba a su amigo.

Sin darse cuenta, se encontraba bajando las escaleras. Estos días se preguntaba si estaba viviendo o simplemente existiendo. No sabía que su energía dependía tanto de Jisung, al punto de haberlo drenado por completo. No quería estar así, pero tampoco podía evitarlo.

Sonreír lo hacía sentir culpable, reír lo hacía sentir tan mal al punto de acabar llorando a escondidas. ¿Cómo podía ser feliz sabiendo que su amigo podría no volver a despertar?

Por estar tan sumido en sus pensamientos no vió a la persona que tenía enfrente, con la cuál chocó.

—Lo siento — mencionó Seungmin, frunciendo un poco el ceño. Por el repentino golpe sus audífonos habían caído al sueño. El chico frente a él se había agachado a recogerlos.

—Nos volvemos a encontrar — habló el chico, con una sonrisa en su rostro, devolviendo sus audífonos.

Sabía que lo había visto varias veces en el gimnasio de Bangchan, pero nunca habían cruzado ni media palabra.

—Gracias. — dijo haciendo alusión a los audífonos —Y lo siento, nuevamente.

—No hay problema — respondió amablemente.

Seungmin asintió y lo rodeó para seguir caminando.

—Oye, ¿Cómo te llamas? Nunca me he animado a preguntar tu nombre — escuchó hablar al chico a sus espaldas.

—Seungmin — murmuró, y siguió caminando.

Pero el chico no lo dejaría ir así. Lo tomó suavemente del brazo antes de hablar.

—¿Te encuentras bien?

Seungmin lo observó. Y el chico lo soltó. Él llevó su mirada a su brazo.

—Supongo que es notable que no me encuentro bien — respondió Seungmin dirigiendo su mirada hacia el rostro de aquel chico.

—Yo también estoy un poco cansado. — murmuró, algo que Seungmin ni siquiera había preguntado —Estaba a punto de ir a comprar café, ¿Te gustaría acompañarme? Quizás eso te dé algo más de energía.

Seungmin lo pensó un momento, tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer.

—No conozco ningún lugar donde vendan — fue lo único que respondió.

—Yo sí. — contestó el chico con alegría, cosa que comenzaba a irritar a Seungmin, —Sígueme.

Comenzaron a caminar, y a Seungmin se le ocurrió preguntar:

—¿Cómo te llamas?

El chico sonrió. —Changbin.

Caminaron unos minutos hasta hallar la máquina expendedora de café. Por suerte para ellos, no había tanta gente allí.

Seungmin se dió cuenta que no llevaba dinero encima, tenía ganas de darse un golpe mental por haber aceptado sin siquiera chequear ello.

—¿De cuál quieres? — preguntó Changbin, colocando su tarjeta, listo para escoger.

—Yo... No traje dinero — respondió Seungmin, avergonzado.

—Yo invito, ¿Cuál te gusta? — volvió a preguntar Changbin.

—Iced Americano — fue lo único que respondió Seungmin, viendo cómo Changbin presionaba dos botones de la máquina.

Las latas cayeron y Changbin las recogió, ofreciéndole una.

—Gracias — dijo Seungmin.

Changbin sólo asintió. Se quedaron un momento en silencio, bebiendo cada uno su café, disfrutando la compañía del otro.

Seungmin estaba pensando como comenzar una conversación, no le parecía correcto preguntarle a Changbin que hacía allí, pensaba que era algo muy personal, pero le daba curiosidad. Seungmin había notado que los días en los que trabajaba en el gimnasio ese chico lo miraba bastante. Por lo que en ese momento tenía tantas cosas para preguntarle, cuando una de ellas le pareció lo suficientemente adecuada para hablarla en ese momento, escuchó una voz a espaldas de Changbin.

—¡Changbin! Dios, al fin te encuentro.

Seungmin miró por encima del hombro de Changbin, el susodicho volteó. Casi al fondo del pasillo venía acercándose un chico, que parecía un modelo. Tenía el pelo azul y un andar envidiable. Aunque su aura parecía algo oscura, alguien con quién Seungmin no se relacionaría ni aunque le pagaran.

A medida que el chico se acercaba notó la presencia de Seungmin y abrió los ojos con sorpresa.

—Oh, hola — saludó el chico.

—¿Que quieres? — preguntó Changbin, Seungmin lo miró, ese tono no se acercaba para nada al que había utilizado con él.

—Bueno yo... Voy a seguir caminando. Gracias Changbin, por el café y la buena compañía.

Seungmin dió media vuelta y se perdió doblando en el pasillo.

(...)

Changbin miró a Hyunjin como si quisiera asesinarlo.

—¿Que? — preguntó el peliazul mirando el camino por el que Seungmin se había marchado —¿Quién era?

Changbin siguió mirándolo, hasta que decidió que la vida de su amigo valía lo suficiente como para dejarlo pasar. Lo rodeó y emprendió su camino hacia la habitación de Lee Know.

—¡Changbin! ¡No me dejes hablando solo! — se quejó Hyunjin, corriendo detrás de su amigo.

Changbin tomó una respiración profunda. Luego lo miró de reojo, mientras caminaban.

—¿Que querías, de todas formas? ¿Para que me buscabas?

Hyunjin sonrió. —Es que ya estabas tardando y comenzaba a sentirme algo solo. ¿Por qué me miras así? Vamos Changbin, ni que ese chico fuera el que te gusta.

Changbin hizo silencio, sus ganas de golpearlo iban en aumento.

—¡No puede ser! — gritó Hyunjin, dejando de caminar, sobresaltándolo —¿¡Es en serio!?

Changbin frenó también y finalmente lo golpeó en el brazo.

—¿Podrías dejar de ser tan ruidoso? La gente nos mira raro.

—¿En serio era él? ¿El chico del gimnasio? — siguió Hyunjin, ignorándolo completamente.

—Si — respondió Changbin.

—¡Oh dios mío! — repetía Hyunjin, en un tono de voz elevado.

—¡Que dejes de gritar Hyunjin! — mencionó Changbin, volviendo a caminar.

—Lo siento. — pronunció Hyunjin llegando a su lado —Pero, ¿Quién podría imaginarlo? ¿No te parece curioso lo pequeño que es el mundo?

Changbin no podía negarlo, también había pensado eso. ¿Será que aquél día que Seungmin salió corriendo, era porque tenía a alguien en el hospital? No era seguro, pero podría ser.

—Como tu cerebro — fue lo único que respondió Changbin.

Al llegar a la habitación de Lee Know, ambos entraron. Hyunjin siendo el primero en hablar.

—Lee Know, no sabes lo que ocurrió. ¡Acabo de conocer al chico de Changbin!

Changbin lo miró. —Hyunjin, realmente estoy tratando de no volver a golpearte, pero estás haciendo que se vuelva la tarea más difícil del mundo.

Ambos siguieron discutiendo, siempre lo hacían. Pero en ese momento, a causa de estar inmersos en sus problemas, no notaron que en la cama, el rostro de Lee Know cambió, por un fragmento de segundo, una sonrisa se formó en él, para luego ser borrada, volviendo a su estado normal.

Painful Awakening || Minsung ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora