Capítulo 1: Las vacaciones

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Quiana quería quedarse en su casa por lo que restaban las vacaciones. El calor era tremendamente horrible y a consecuencia hacía que la gente de su pueblo hiciera las cosas con más flojera de lo normal, o bueno, eso quería pensar ella.

Se encontraba acostada en el suelo de su cuarto, solo quería seguir ahí, sin hacer nada.

-¡Quiana, baja, tengo que hablar contigo!

Gritó su madre desde la planta baja de su casa. Lo único que ella hizo fue dar un pequeño suspiro, no quería moverse pero tampoco quería hacer enojar a su mamá, así que bajó.

-¿Qué pasa?

-Te inscribí en un campamento. Comenzará este fin de semana.

Decía su madre mientras caminaba desde la cocina para quedar enfrente suyo.

-Será divertido, así ya no te quedarás sin hacer nada estas vacaciones.

-Supongo que está bien.

-¿Bien? Será genial, te lo aseguro. Comienza a empacar, yo te dejaré en la estación.

Quiana no respondió nada, ya no había nada que decir después de todo. Subió las escaleras e hizo su maleta a medias porque aún había tiempo, se dijo.

Luego llegó el fin de semana.

Tomo sus cosas, no eran muchas después de todo. Empaco lo escencial y bajo junto con su madre para después subir al auto e irse a la estación del tren.

En la estación no había nadie, unas cuantas personas que podía contar con los dedos de sus manos.

-Oh cariño, estoy tan feliz de que salgas a conocer gente.

Decía su madre mientras le acomodaba su ropa para que no se viera tan desordenada. Quiana se dejó hacer, no le molestaba.

Cuándo subió al tren se quedó en la puerta de este para ver a su madre por última vez en un tiempo. Su madre, a comparación de ella, se despidió con más emoción, Quiana solo se despidió con la mano mientras sonreia ligeramente.

Al perderla de vista por la ventana de la puerta decidió tomar el asiento más cercano a su posición.

Al sentarse solo cerro los ojos y se quedó en la misma posición todo el viaje. Se imagino estar de vuelta en su habitación, en el suelo, sientiendo la frialdad de este y refrescandose.

AmadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora