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En todo tu camino pensabas en escribirles una carta a tus primas para que no se preocupes por ti, obviamente no les ibas a decir que te fuiste con un extraño y que ibas a ver a otro chico el cual te salvó de un demonio que te intento matar, eso no sonaría muy bien, ni se lo tomarían de la mejor forma.

Y como el Señor Rengoku dijo no habían descansos en todo el camino, excepto para comer, pero cuando veía que estabas muy cansada daba descansos para recuperar energía. Así estuvieron durante 5 o 6 horas por lo menos, hasta que llegamos a un lugar en medio del bosque, era como una ¿Finca?.

— Llegamos Señorita _____—Dicho eso comenzaron a caminar, tu mirada fue a todos lados mirando los lindos detalles que brindaba la finca, además de las lindas mariposas que habían en todos lados.

— Disculpe Señor Rengoku, pero ¿Por qué hay un montón de mariposas por aquí?—Dijiste mirando al más alto mientras el caminaba con sus brazos cruzados y su mirada al frente.

— Bueno eso es muy fácil, está es la finca de la señorita Kocho Shinobu, Pilar Insecto.

— La Señorita Kocho ¿Es una de sus compañeras?—Al parecer era muy amigable para que tenga muchos amigos y conozca a sus compañeros de una manera impresionante.

— Estas en lo correcto, ella es una de mis compañeras, aún que es incapaz de decapitar a un demonio ocupa un veneno creado por ella el cual es muy eficaz.

— Eso significa que la Señora Kocho, no posee una gran fuerza física ¿verdad?.

— Exactamente, pero sus pociones ocupan el lugar de la poca fuerza que tiene, además de ser doctora. En el camino me contaste que estabas estudiando para ser una ¿No es así?—Los dos se detuvieron al llegar a la finca pero se ambos se detuvieron después de tocar el Shoji.

— Esta en lo correcto Señor Rengoku, pero aun tengo mucho que aprender para ser una doctora, soy así como una aprendiz—Lo miraste con una sonrisa.

 Después de unos minutos unas 3 niñas pequeñas fueron las que los recibieron a ambos, eran muy bonitas.

— ¡Señor Rengoku! Me alegro que llegará de su misión, si quiere que la Señorita Kocho lo revise puede acompañarnos—Hablaron las tres al mismo tiempo dándote una pequeña risa, haciendo que la atención de las pequeñas se dirija a ti.

— Mucho gusto Señorita, disculpe nuestro mal comportamiento—Las pequeñas niñas hicieron una reverencia en señal de perdón por lo cual tu las miraste con cierta ternura.

— No hay de que disculparse pequeñas—Dicho eso solo les diste una pequeña sonrisa.

— Ella es la Señorita _____ ______ y vengo a ver si la Señorita Kocho puede tenerla aquí y que la ayude en la Finca.

Se escucho unos cuantos pasos provenientes de la finca, por lo cual mientras más caminaba se podía ver una silueta de baja estatura, no paso mucho para que se pudiese observar a una chica un poco más pequeña que tu, con un broche de mariposa, su cabello negro con puntas moradas y su haori como sus ojos muy raros de ver, era realmente bonita.

— Rengoku por fin regresas de tu misión, me alegra que te encuentres bien.

-— ¡Yo también me alegro de que la misión saliera estupenda!

— Y dime ¿Quién es esta señorita que te acompaña?—Hablo dirigiendo su mirada hacia ti.

— Pues me comento que conoció a Iguro y que quería agradecerle, así que me acompaño para ver si hablaba con el y que te sea de ayuda en la finca, además por lo que me comentó también es doctora o esta aprendiendo para ser una, podrías ayudarla—Comento con una sonrisa de oreja a oreja, al parecer esa idea no le desagradaba para nada a el.

Esa afirmación llamo la atención de la pelinegra, haciendo que en su cara se forme una sonrisa dirigida hacia ti.

— Me parece perfecto, así puede ayudarme con Aoi a cuidar a los pacientes y sanarlos.

Después de hablar un rato te dio un uniforme igual al de la señorita Aoi sólo que en este caso tu cinta era de color menta.

En todo el camino las pequeñas te iban contando sobre Aoi, lo cual te dio un poco de miedo con tan sólo imaginártelo, pero sabías que lo hacía por el bien de los pacientes, aun así su actitud fuerte no dejaba de asustarte un poquito.

— La Señorita Aoi vendrá en algunos segundos así que puede ir ayudándole con la ropa, nosotras tenemos que ir a ver a los pacientes y darles sus medicinas.

La pequeñas te dejaron hay por lo cual analizarse todo y empezaste con tu labor, y como ellas dijeron sentiste una presencia detrás tuyo el cual te hizo darte la vuelta y ver a una pelinegra con dos coletas.

— Tu debes ser _____, un gusto soy Aoi Kanzaki—Hablo con un tono serio, para así poder darte una reverencia.

—Un gusto Aoi soy ______ ______—Repetiste la misma acción que la pelinegra y sin más rodeos comenzaron su labor juntas.

Las horas pasaban y poco a poco establecías una amistad con la pelinegra, te contaba todo tipo de experiencias que le ocurrían en la finca, una de ellas fue de unos 3 muchachos, en especial el de cabeza de Jabalí, ya que causaba muchos problemas como robarse la comida de los pacientes, sin duda tenías ganas de conocer a esos tres jóvenes.

El día pasó rápido y ya estabas a punto de ir a dormir en la habitación que te ofreció la señorita Kocho, pero sentías que te faltaba algo.... !LA CARTA!

Te levantaste del futón y empezaste a buscar algún papel y pluma para poder escribir, el cual lo conseguiste pero un sonido de afuera llamo tu atención, parecía ser una rama de algún árbol.

Saliste de tu habitación en busca del lugar en donde provenía el sonido y en eso tus ojos se toparon con el, el chico que te salvó de los demonios. Querías ir hablar con el pero al parecer tu cuerpo no respondía y sólo te quedaste hay, mirándolo sin hacer nada más.

Después de unos segundos reaccionaste y decidiste volver a entrar a la finca, no sin antes darle una mirada fugaz al chico. Pero por suerte el logro observar dicha mirada en el.

Cuando entraste te sentaste en una mesa que se encontraba en la ventana, haciendo que la única luz con la que podías escribir fuera la luz de la luna.

Empezaste a escribía tratando de soñar lo más normal posible, en la carta afirmaste que una amiga lejana te había invitado a vivir con ella, por lo cual aceptaste alegremente. Los minutos pasaban y terminaste dichosa carta, esperando a que mañana pueda ser recibida por tus primas.


— Mañana sin duda será un gran día—Dijiste mientras sonreías y mirabas la luna en su máximo esplendor. 























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HOLAAAA, LO SIENTO SI ME DEMORE EN SUBIR CAPITULO ES SOLO QUE ESTABA EN PRUEBAS Y ESTA SEMANA TAMBIEN Y NI TENIA TIEMPO :<.

ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TAN CORTO, BYE BYE ♡!!

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