Recuerdos [Starker]

Capítulo siete: Siento que estoy al final de la verdad

Stephen no ha estado en Oregon desde hace mucho tiempo.

El viaje en coche es muy familiar, piensa que quizás su familia lo llevó aquí una vez de vacaciones cuando era un niño. Conociéndose se la habrá pasado todo el viaje en coche con la nariz hundida en un libro. Ahora, sin embargo, mira a su alrededor, el pueblo está enterrado en lo profundo del bosque, como todo esta parte del país, cuando llega allí es un lugar moderno, bonito y habitado.

Llega al edificio que tiene letras grandes escritas 'Comisaría Nacional de Oregon', aparca su coche en el polvoriento estacionamiento y entra al interior de la estación.

"Señor Strange, hablamos por teléfono." El Sheriff lo saluda con una sonrisa cansada pero complaciente.

Stephen asiente, sigue al alguacil más allá de varios agentes sentados y una mujer borracha, hasta una habitación en la parte trasera. Una vez allí, se aclara la garganta. "¿Dijiste que encontraste a alguien que coincidía con la foto que te envié?"

"Sí, pregunté por ahí, se lo mostré a algunos de los lugareños, vi a alguien que coincidía con la descripción. Revisé la matrícula del auto que conducía, lo llamé para tí."

"¿Lo llamaste?" El pelinegro se endereza.

"Sí, es eh..." El oficial revuelve algunos documentos de su escritorio. "Quentin Beck."

Mierda. Piensa el doctor, no había esperado un partido tan rápido, en realidad no le había pedido al departamento de policía que se acercara y lo contactara. ¿Y si le hace perder el control? ¿Y si lastima a Peter? En lugar de enojarse, intenta tomar el control de la situación.

"¿A qué hora se reunirá contigo?" Exige.

"Alrededor de las 11." Responde el alguacil rascándose la barbilla. "¿Le gustaría un café?"

"No gracias." Stephen dice pensativo, Quentin estará aquí en diez minutos aproximadamente. Tiene a Peter en alguna parte, sin duda, pero no puede alertarle de eso, no puedo hacerle saber que lo sabe; solo tiene que seguirlo, si tan solo no hubiera conducido en algo menos lujoso.

Pero, por supuesto, Stark siempre está preparado. Toca el rastreador magnético en su bolsillo y tararea.

"Sheriff." Murmura cortésmente, mientras el hombre vuelve a sentarse con su café. "Necesito que me haga un favor e interrogue al Sr. Beck sobre una colisión en lugar de una persona desaparecida."

"Pero pensé que se trataba del chico perdido..." Parece desconcertado mientras sorbe un gran trago de su taza llena.

"Si se da cuenta de que ya estamos detrás de él, matará a Peter, y sentirás la ira de Stark Industries en toda tu fuerza laboral. Pregúntale sobre un accidente, mantenlo entretenido, yo pondré un rastreador en su auto."

"¿Tienes una orden para hacer eso, hijo?" Cuestiona con la cara pálida.

Necesita estar fuera de la vista antes de que llegue Quentin. Además, la frase Industrias Stark ha hecho su trabajo como siempre, el oficial parece mucho más complaciente, la mayoría de las personas lo están cuando se dan cuenta de que la ira de Iron Man está en juego.

"Trate de no hacer sonar ninguna alarma, ha sido de gran ayuda. Lo queremos asustado, no maníaco."

Stephen sale por la parte de atrás escabulléndose entre unos contenedores y tan pronto como Beck llega y entra al edificio, espera unos segundos antes de acercarse al coche del hombre, coloca el rastreador y luego vuelve a el suyo. Ya está marcando el número de su amigo, mientras enciende su vehículo y sale del estacionamiento.

"Tony, encontré a Beck. Puse un rastreador en su auto, el Departamento de Policía trabajará con nosotros, tienes que venir aquí." Va al punto sin dejar lugar a bromas, Peter podría estar en peligro.