Secret Alpha || larry stylinson

O33.

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El cortejo de Harry y Louis había avanzado cada día, ambos chicos estaban cada vez más enamorado uno del otro. Mientras Louis le platicaba más sobre sus costumbres, Harry escuchaba atentamente cada cosa que el alfa decía.

Sus ojos verdes miraban fijamente al mayor con un brillo especial, se podía decir que ahora Harry estaba completamente enamorado del castaño y eso ponía muy feliz a ambos.

—¿Entonces antes tuviste una manada?—preguntó el menor con una tonta sonrisa en sus labios.

El alfa asintió con una bonita sonrisa en su rostro—Así es, aunque no era una manada formal por así decirlo.

La nariz del rizado se frunció levemente al escucharlo—¿Eso qué quiere decir?

—Hace mucho tiempo los lobos decidieron separarse en distintos clanes, así cada uno tenía un solo líder en su manada. —explicó—Pues hubieron conflictos con los trece líderes que habían en la manada, pues eran aproximadamente mil quinientos lobos en una sola manada y algunos líderes no estaban de acuerdo en ciertas normas y por eso se separaron en varios grupos pequeños.

—¿Y tu familia en qué clan quedó?

—Mi familia quedó en el clan número quince, en el cual habían doscientos lobos así que todos estaban en paz. —se encogió de hombros—Pero mientras iban pasando las generaciones, cada familia se separó del clan para tener "una vida normal", así como ustedes los humanos.

Harry asintió al entender lo que Louis le contaba—¿Entonces tú ya no tienes un clan?

—Mi familia se separó de él. —respondió—Pero eso no quiere decir que no le hablemos a los del clan, cada familia del clan se conoce mutuamente así que algunas veces las nuevas generaciones tienen reuniones con los demás del clan—explicó—Y puede que algunos alfas de la manada aún tienen la costumbre de presentar a sus omegas a los del clan.

—¿Tú también?—preguntó Harry, quizá ellos no eran malos como la familia de su alfa.

Louis alzó las cejas por la pregunta—Depende, si tú lo quieres así pues lo haré, si no quieres pues no lo haré. —respondió con una sonrisa y dejó un pequeño beso en la pequeña nariz del ojiverde.

—Me gustaría mucho conocer a tu clan, saber más de ti, más de los lobos. —dijo el menor con un tono emocionado—Quiero seguir algunas de las costumbres que tú tienes.

El ojiazul asintió mientras suspiraba—Entonces lo haremos, mocoso. Me gustaría que conozcas a mis amigos lobos, pues solo conoces a Liam y él es un humano.

—Los humanos somos divertidos. —defendió el menor mientras soltaba un pequeño bufido—Y Liam es buena persona así que ni te quejes.

—Okay, okay, lo que diga mi pequeño mocoso.

Así como lo habían acordado, Harry iba a conocer al clan del ojiazul pues ya lo habían hablado y planeado.

Y aunque aún no se lo dijera, Harry ya había aceptado por completo que Louis era su alfa y con quien quería pasar el resto de su vida.

—¿Nervioso?—preguntó el ojiazul mientras acomodaba su traje formal para su reunión—Si estás incómodo debes decirme, mocoso, sabes que no quiero que hagas nada solo para hacerme sentir feliz.

Harry sonrió levemente al escucharlo—Lo sé Lou, quizás estoy un poco nervioso pero todo está bien ¿Si? Yo voy a estar tranquilo si estás a mi lado.

—Está bien. —asintió varias veces—Pero no te agobies si preguntan cuando voy a marcarte ¿Okay? Puedes decir que aún estamos en cortejo.

El ojiverde asintió—Está bien, cuando estemos de regreso tengo que decirte algo muy importante.

—¿Es malo?—preguntó con una mueca, suspiró aliviado cuando el rizado negó—Okay, entonces todo bien.

Ambos suspiraron al mismo tiempo y comenzaron a caminar hacia el auto del castaño, pues habían acordado en que irían en el mismo pues era una costumbre de lobos que los alfas fueran los encargados de sorprender al omega con sus autos lujosos, aunque Harry no le prestaba tanta atención a eso.

A decir verdad, Harry amaba el auto de Louis pues se cansaba mucho al caminar cuando iba con el castaño, teniendo en cuenta que al ser un hombre lobo, él caminaba mucho más rápido que el humano.

—¿Te gustaría pasar por algo de comer antes de ir con mi manada?—preguntó el castaño a mitad del camino, estaba tratando de perder tiempo pues no estaba muy seguro sobre presentar a su omega con la manada.

Harry sonrió levemente y negó—No Lou, sé que estás nervioso ¿Si? Puedo sentir tu aroma en todo el auto, así que podrías tratar de tranquilizarte, no pasa nada.

El ojiazul suspiró aliviado al escucharlo, al menos no tenía que tratar de ocultar su nerviosismo—Lo siento, omega, solo que no estoy seguro de que conozcas a mi manada.

—Yo quiero seguir al menos una costumbre de lobos. —respondió el menor con un pequeño puchero—Si me siento mal te lo diré ¿Si?

—Está bien. —susurró y después volvió a suspirar—Me alegra que trates de hacer alguna costumbre de lobos.

—Por ti lo que sea. —dijo con una sonrisa encantadora, quizás comenzaban a adaptarse el uno al otro.