Su mirada delineaban mi rostro y sus manos acariciaban mi cabello
Mi cuerpo no reaccionaba, al tenerlo tan cerca, mi mirada se perdía en la contraria dándome el valor de no ponerme nervioso de estar solos en su habitación
— Kevin, ¿te encuentras bien? —
Su mano en mi mejilla fue lo que desembocó que mis brazos se pusieran en la cintura contraria para sentarlo en mi regazo
Nuestras miradas se conectaron aún más, regalandome un embriagante olor a vino de naranja y una sonrisa más amplia de parte de Gavi
— ¿no que eras tímido? —
Ambos reímos por el comentario mientras mi agarre en la cintura contraria lo atrajo más cerca de mí, sus manos rodearon mi cuello
— soy poco sociable, más nunca dije que era tímido —
Nuestras respiraciones se mezclaban al igual que nuestros olores, aún sin la necesidad de que hubiese una marca en alguno de los dos
Un momento en el cual tenerse así de cerca ya nada impedía que un beso se diera, cosa que sucedió
Ambos labios se mezclaron, en movimientos desesperado por una parte y por otra con un ritmo torpe al no saber qué hacer
Pero esa ventaja solo la tenía Gavi en el besó, por qué en las caricias proporcionadas por todo el cuerpo, Kevin tenía el dominio haciendo que fuera un momento disfrutable para ambos cuerpos
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2:00 am
Mi cuerpo dió un brinco en la cama mientras me sentaba en esta con todo mi cuerpo sudado
Mi respiración y mis latidos estaban también acelerados, coloque una mano en mi pecho mientras buscaba al tanteo el botón para encender la lámpara de al lado
( Que cojones había sido eso? )
Tome mi móvil y revise mi calendario, aún no hay fechas cercanas a la luna llena, así que mi celo no puede ser
Mi cuerpo aún ardía, se había sentido tan real que tuve que revisarme 5 veces así como también repasar que había sucedido ayer
— después del abrazo que le di a Kevin, me despedí de él, el se fue y yo me quedé aquí y me dormí —
Hablé conmigo mismo, seguro de que solo había sido un sueño
Mi mano me ardía, eso me alarmó y fui al baño rápido para revisar que me estaba sucediendo, mire que una línea roja rodeaba mi el dedo anular
— que mierda es esto! Creo que esto se lo debo de decir a pedri —
Aún intranquilo regrese a mi cama y tome mi móvil para enviarle un mensaje
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