〝 Saiki está sonriendo, va a ser el fin del mundo. 〞
Eso pasaba por la mente de los estudiantes de la academia PK, Kaidō pensó que la unión oscura había reemplazado a Saiki por una copia, Nendō pensó que su compa había conseguido la felicidad eterna...
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Haru, desde hace ya un buen rato, sentía miradas sobre él. No eran miradas discretas o buenas, simplemente unas miradas pesadas que parecían juzgarlo hasta los pecados.
Saiki, cómo buen novio, lo hizo distraerse de aquellas miradas tan incómodas para su noviecito, que no estaba tan acostumbrado a las miradas.
Aunque quisiera distraerlo, no era tan posible.
La gente, cómo siempre, ya se había enterado de quién era el novio del ya no tan impopular Saiki Kusuo. Simplemente a Saiki no le entraba a la cabeza de como de la noche a la mañana se volvió tan "popular"
Para la gente, siendo gente, hicieron un escándalo silencioso. ¿Como un chico tan común y corriente puede ser la pareja de Saiki? La gente está muy obsesionada en ganar su propio juego de quien es la reina abeja de la fiesta que se sorprenden muy fácilmente al ver a alguien queriendo ser común con una vida común.
No, Saiki jamás le gusto ser el centro de atención y Haru jamás lo intento.
¿Pero por qué tanto escándalo mental para los estudiantes de la academia PK?
Por alguna razón la gente siente atracción cuando ve a una persona con pareja, o la persona se vuelve más atractiva cuando tiene pareja.
—Entonces le dije "me paso tu opinión por los huevos" y seguí comiendo mi sánguche de milanesa.—Haru le contaba de como se peleó con un viejito del centro por haberlo criticado porque llevaba un buzo enorme con 35°
¿Cómo es que Haru no llamaba la atención y ni destacaba con tremendos buzos con tantos grados de calor?
Poder del guión.
Saiki solo le gustaba escuchar a su novio, mientras comía su propio almuerzo. Haru, por su parte, le encantaba ser escuchado por su novio. Saiki, aunque Haru diga la más mayor de las estupideces, lo escuchaba.
—Entonces le dijiste que vaya a chupar patas. ¿Y que te dijo?—Saiki seguía comiendo, esperando a que Haru siguiera con su historia-Nada, se fue como un viejito gruñón.
—¡Saiki-kun!
Oh.
Unas chicas venían hacia ellos, una de ellas, estaba siendo empujada por las demás con un sonrojo en sus mejillas y una carta en sus manos.
Oh no.
—¡Ch...chicas! Basta.—En la mente de Haru, ellas sonaban como las famosas milipili.
—Inari-chan quiere decirte algo.—dijo una de ellas, empujándola quedando delante de Saiki. Saiki la miró con la cara más estoica posible. La chica castaña nombrada Inari se tocó una mejilla, notando lo ardiente que estaba. Miró a Saiki por un buen y largo tiempo.
Unas de las chicas le dió un empujoncito diciendo "Vamos ¡Hazlo!" Saiki ya sabía que se vendría, eso sería muy incómodo.