YES TO HEAVEN; Enzo Fernández

10| mentira

Este capítulo es algo complicado para que alguno de los dos lo narre.

Hoy era el día, hoy era el día en el que Maria, Majo, o como quieran llamarla, estaba dispuesta a dejar todos sus miedos de lado y por fin confesarle a Enzo todo lo que ella sentía por el.

Luego de todo el año en el que se conocieron, siendo este muy importante, ya que ahí fue cuando ambos se empezaron a dar cuenta que había algo más que amistad en ellos, no solo por lo que decían sus compañeros de clase o hasta maestros, sino por pequeñas acciones que ellos tenían y se daban cuenta después.

Para nadie era una novedad que Enzo y María estén juntos todo el tiempo, y menos novedad sería que algún día digan que están en pareja, todos se la esperaban venir, menos ellos dos, claramente.

Para Maria había sido un golpe en seco, pero después, cuando se puso a analizar la situación y recordar el día en el que inexplicablemente le quiso hablar y cuando Enzo no quiso seguir hasta que se logre, había caído en cuenta que le gustaba Enzo.

Para Enzo fue más un viaje, su cabeza daba vueltas todo el día entre Maria y Valentina, quien había desaparecido pero comenzaba a atacar sus pensamientos nuevamente casa vez que se ponía serio con el tema de Maria, el se negaba completamente a volver a sentir algo por alguien, pero al ver esos grandes ojos de color galaxia no pudo despegar la mirada de ellos.

Ambos se amaban y lo único que los detenía eran ellos mismo, una mierda, como siempre.

Pero bueno, hoy es el día, hoy por fin Maria José Kasper iba a decirle a Enzo Jeremías Fernández lo que sentía por él.

El desayuno de Maria fue interrumpido por el timbre de la puerta, la chica rápidamente escondió la hoja de papel donde tenía su plan, y se fijo que Valentin estuviera bien en el carrito, para luego ir a abrir la puerta.

Cuando ella abrió su cara se transformó en una de confusión, Enzo estaba parando en el marco con la cara más triste del mundo.

- Enzo... ¿estas bien?- Majo agarró la mano del muchacho y lo guió directamente a la silla, obligándolo a sentarse - ¿que paso? ¿Te peleaste con alguien? ¿Algo sobre fútbol?

- lo último- la cata de la chica seguía igual de confundida que antes, que le abran dicho para que este así.

- ¿no te aceptaron en nada? - la chica parecía preocupada por el estado del muchacho.

- al contrario, me aceptaron en un equipo re piola - el chico sonrió de lado.

- ¿Y cual es el problema Enzo? - pregunto Maria Acercando una silla para sentarse al frente de el y tomar su mano.

- el problema es que me tengo que ir - ahí Maria cayó en cuenta.

Enzo estaba triste porque se tenia que mudar a la ciudad y dejar el pueblo temporalmente, su corazón se estrujo y las lágrima amenazaron con salir de sus ojos, pero no lo iba a hacer.

- Enzo yo... - el chico no la dejo terminar que planto un beso en sus labios- Enzo...

- Majo, me tengo que ir mañana a la mañana... - ella sintió como su corazón se quebraba, y un dolor en el pecho la inundo completamente- yo te quiero un montón y me hiciste el chico más feliz en este último tiempo, hasta creo que me enamore de vos...

- ay no Enzo, esto no tenía que ser así- la chica tapo su cara con sus manos, no quería soltar una lágrima- esto tenía que ser en la plaza donde nos conocimos, con unos globos o algo para decorar mientras yo te decía lo mucho que me gustas y nos quedábamos felices el resto de nuestras vidas.

Maria José nunca se lo vio venir.

- Majo...- Enzo no podía ni decir otra palabra, le estaba doliendo demasiado el corazón.

- no Enzo, no digas nada, esto es... una re oportunidad para vos entendes - la chica no quería hacerlo sentir más mal de loq ue estaba- mira, yo no me puedo ir del pueblo, y vos lo sabes muy bien... papá y Valen están acá y necesitan mi ayuda, pero si te vas... prometo quedarme para toda la vida- mentira.

- Mari... yo prometo volver... - otra mentira.

Una mentira tras la otra, ¿hay algo que será verdad?

Ya eran las 7 de la mañana y Enzo había ido a buscar a Maria para que la acompañe a su despedida, ambos chicos estaban demasiado cansados y desganados.

Los dos habían pasado la noche llorando desconsoladamente ante la noticia, ninguno de los dos quería llorar delante del otro, no lo harían ni aunque fuera la última vez que se ven.

Enzo agarró la mano de Maria mientras caminaban en silencio hasta la ruta, donde se despedirian todos ahí del muchacho.

- Enzo - llamo la chica.

- Majo - llamo el chico.

- si te vas yo me quedo- la chica agarro la oyra mano del muchacho - si volver voy a estar justo acá- se miraron a los ojos .

- como las barcazas en el mar - Enzo recordo lo que alguna vez había leído con Maria en la casa de su abuela.

- durante una tormenta, claramente me voy a quedar acá - ambos rieron sin apartar su mirada ni un segundo.

- voy a tener mente en vos, Mari- Mentira.

- te voy a extrañar Enzo- eso si era verdad.

- yo más Marijo - dijo revolviendo su pelo con diversión, ambos se observaron por unos minutos - Te amo, Maria José.

- yo también te amo, Enzo Jeremias - ambos se dieron un fuerte abrazo, del cual claramente no se separaron, ambos volvieron a verse unidos en este.

Juntaron sus labios por última vez, dejando ir toda esa pasión y amor que se tenían el uno al otro y no se podrían dar por un buen tiempo, ambos lo necesitaban.

Y así fue como siguieron su camino a la ruta, donde los papás de enzo y su abuela ya estaban ahí, hasta la abuela y el papá de Maria fueron a despedirlo.

Se dieron un último abrazo antes de que Enzo besara la comisura del labio de Maria y subiera rápido al auto, el cual comenzó a arrancar para la ciudad.

El corazón de Maria latió muy fuerte, y ese dolor en el pecho había aparecido devuelta, odiaba las despedidas.

Mientras tanto Enzo dejo caer un par de lagrimas mientras miraba el paisaje del lugar, el también odiaba las despedidas.

Pero lo que ambos realmente odiaban era el hecho de que cuando aclararon sus sentimientos fue demasiado tarde, el destino tenía caminos distintos para ambos.

NO ME ODIEN