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las primeras celebraciones por la reciente victoria de la selección argentina habían llegado a su fin al menos por ese día. ya estábamos dentro del micro que nos llevaría al aeropuerto, la mayoría de ellos dormía plácidamente. fueron largas horas haciendo la caravana para los chicos y sumando el alcohol en su sistema era obvio que caerían en un profundo sueño ni bien se sentaran en el transporte.
yo no había hecho aquel recorrido con ellos, ya que por claros motivos no correspondía, aunque emiliano si insistió con que fuéramos juntos hasta el aeropuerto. ahora que podíamos estar juntos se volvería incluso algo cargoso, eso lo tenía más que sabido. pero no me quejaba, extrañé demasiado a mi novio como para quererlo lejos en aquel momento.
recorrí con mi mirada algunas publicaciones en instagram de ropa, guardando un par que me interesaba comprar luego. el hombre comenzó a jugar con un mechón de mi cabello, haciendo una trenza algo floja. lo miré con una sonrisa divertida y negué con mi cabeza antes de regresar a lo que estaba haciendo.
asumía que emiliano estaría aburrido, pero se había rehusado las mil veces que le sugerí que descansara hasta al menos llegar al aeropuerto como el resto de sus compañeros. tampoco quería hablarle demasiado, ya que temía interrumpir el sueño de los chicos, por lo que no tenía más remedio que aguantarse el tiempo restante.
pronto sentí como su gran mano se posó en mi pierna, dejando unas suaves caricias sobre la misma de manera circular. no le di mucha atención, resultando más entretenido recorrer las fotos de mi pinterest. aunque solo segundos más tarde su derecha comenzó a subir despacio hasta quedar a centímetros de mi intimidad, levantando apenas la liviana tela de mi vestido.
una sonrisa traviesa apareció en los labios de mi novio y enseguida entendí lo que pretendía, razón por la que le dirigí una mirada de reproche. siguió ascendiendo, hasta rozar mi vagina por encima de la ropa interior con la punta de sus dedos. puse mi mano sobre la suya, deteniendo lo que tenía planeado hacer.
━ emiliano ━ susurré, mirando a mi alrededor para asegurarme que nadie estaba despierto para presenciar aquella escena ━ ¿qué mierda haces?
━ no me das bola, me aburro ━ relamió sus labios, clavando su intensa mirada sobre los míos. sabía las ganas que tenía de comerme la boca, comenzaba a contagiarmelas.
━ están todos acá, no seas desubicado ━ lo reprendí. nunca tenía demasiada fuerza de voluntad para resistirme a él y le encantaba aprovecharse de eso, pero este no era el tiempo ni el lugar.
━ si no estoy haciendo nada, gorda ━ soltó una risita, actuando como un niño intentando ocultar alguna macana.
se acercó a mí para comenzar a dejar varios besos sobre mi cuello, mi gran debilidad. un suspiro de placer escapó de mi boca debido al tacto de sus labios sobre mi piel y él lo tomó como bandera verde para continuar.
