Revenge || JakeHoon

Quedate

Sunghoon seguía muy pálido, apenas abriendo los ojos para darle algunas pabras a Jake que parecía encerrado solo en Sunghoon viendo como respiraba o decía alguna palabra pero sabían que algo estaba mal, si bien Sunghoon estuvo muerto por un rato no se explicaban como es que si sabía nadar algo así pudo pasar, él pudo salir por sus propios medios ¿Por qué no lo hizo? Sus sospechas de qué algo no andaba bien se volvieron ciertas cuando la mano de Jake fue a dar a la frente del pálido chico, en ese momento la mirada de Jake por fin se posó sobre Heeseung y Jay, como si recién se acordara de que existían.

— Tienen que llevarlo rápido con ustedes, lo mordió una serpiente, hice lo que pude por detener el veneno pero han pasado casi tres horas — Todas las alarmas se activaron nuevamente, eso lo explicaba todo, Jake señaló mientras hablaba la pierna de Sunghoon, estaba hinchada y roja, un milagro sería salvar aquella extremidad — Llevenlo, yo puedo volver solo.

— No volverás solo, también estás herido — Se escuchó hablar a Heeseung — Yo me llevaré a Sunghoon, tu encargate de Jake — El menor solo bajó la mirada no le gustaba sentir que aquel rey se preocupaba por él, no quería ese sentimiento con él, Jay aceptó.

— Dejame llevarte, no debes caminar — Jake negó intentando levantarse — Estás muy herido Jake, si haces más esfuerzos creo que Sunghoon no será el único en peligrar perder una extremidad.

— Estoy bien, solo ayudame a caminar — Dijo suave tratando de no mostrarse tan débil.

— Cuéntame ¿Qué fue lo que les pasó? ¿Cómo cayeron en esa trampa? Sunghoon conoce todo por aquí, es casi imposible que hayan caído — Jake estaba dispuesto a responder y echarse la culpa después de todo sino se hubiera enojado así nada habría pasado pero antes de poder pronunciar una palabra se desmayó, agradeciendo que Jay estuviera cerca para detener el golpe por la caída — Mocoso terco, te dije que te ibas a desmayar.

 Lo alzó en brazos cuidando no lastimarlo más de lo que ya se encontraba, su rostro estaba pálido, había perdido aquel característico color canela que le daba vida a su belleza, sabía que Jake no dejaría morir a su hermano porque en el fondo Jay ya sospechaba de los sentimientos del menor, la lluvia bajó lo suficiente para hacer el camino más claro, caminaba más rápido para que el chico en brazos recibiera la tención médica que requería, su brazo no se veía del todoo bien, más de alguna forma las cosas nunca resultaban fáciles, vió salir detrás de un árbol al menor del Clan Yang, el chico por el que aquel ataque había iniciado.

— Te encontré — Dijo señalandolo con su espada, Jay estaba en desventaja, tenía a Jake en sus brazos, estaba desarmado.

— Te mataría aquí mismo, pero como vez Jake está herido, si valoras un poco que él salvó tu vida dejarás que salve la suya — Ni-Ki recordó que gracias a Jake él seguía con vida pero también recordaba que su vida nunca habría estado en peligro si Jay no lo hubiera capturado así que no bajó la espada máas sintió una mano en su hombro

— Déjalos ir Ni-Ki, ese es el chico que me dijiste salvó tu vida — Era Jungwon, su vista puesta en Jay más que en Jake — Si lo matas no solo estaríamos faltando a nuestro honor sino también su padre vendría a buscarnos y no es el momento — Ni-ki bajó la espada.

— Por Jake, sino nada me detendría — Su voz se escuchaba cargada de odio.

— Por Jake, consideralo de suerte porque si no estuviera en mis brazos sería tu cabeza — Jungwon dirigió una mirada cargada de odio a Jay — Tu me debes más que ese niño — Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del chico de ojos gatunos.

— Pero no serás capaz de hacerme daño, porque tu corazón se interpone — Se fue del lugar después de mencionar aquellas palabras dejando a Jay frío, pero no quería hacerle mente a las palabras de ese Hitsu.