Obsesiones ©

17.

Comienzo a trabajar en todo el tema editorial, prácticamente toda la mañana, a medio día cuando ya el descanso es necesario paro para despejarme, vuelvo a retomar mis pensamientos, no deseo incomodar, pero el desconocimiento de detalles en este momento no me ayuda a poder entender del todo lo que está pasando con Octavio. Tomo mis auriculares, conecto el bluetooth y pulso al nombre de Marco, sé que me podrá por lo menos ponerme en el contexto correspondiente.

—No quiero molestar a Octavio con este tema para serte sincera, pero necesito entender, por supuesto que lo hemos hablado, no voy a mentir, pero quiero conocer detalles que sé a él le dolerá mencionar. ¿Qué fue lo que pasó que tú me puedas contar?

Marco lo piensa, claramente hay cosas que como amigo de ambos no quiere decir, es demasiado leal en ello y también sabe que le corresponde a Octavio decirlas en primera instancia, pero me pone en un contexto demasiado importante para entenderlo, saber el porque también le duele hablar de esta persona, porque tuvo que afrontar el duelo y cuestionarse no solo como persona, sino como profesional, ¿en dónde existió el quiebre? Duraron bastante, más de lo que yo imagino, pero comprendo el meollo de lo que está viviendo Octavio.

Le agradezco a Marco y cuando cuelgo, me doy cuenta que ya estoy cocinando, nuevamente en ese redescubierto refugio. He terminado la mayoría de los detalles para el noticiero, así que me quedo pensando. Cuando Emma se reincorpora conmigo le comento del plan que comenzaba a idear, ella me apoya marcando y dejando su nombre para todo lo que deseo preparar para esta noche. Claramente yo estoy dando pasos a una nueva etapa en mi vida y tengo a alguien que me está acompañando, pero estoy consiente que también va a enfrentar un proceso, por que dudo mucho que esta mujer salga de su vida tan rápido, dudo inclusive que quiera hacerlo, aunque sé que Octavio es el más preparado para algo así, necesito hacer algo de mi lado, no quiero que entre en conflicto para no platicarme sus preocupaciones, o miedos, cuándo los fantasmas del pasado se asoman, es muy difícil que guardes todo y no lo compartas. Y aunque sé que Octavio cuenta con personas para ello, no quiero simplemente ser la que reciba ayuda.

Emma saldrá hoy con Marco y Claudia, irán a cenar, les he pedido que vean lugares lo suficientemente cerrados para podamos ir próximamente, yo también tengo que enfrentar mejor mis demonios, pero sobre todo para que Octavio cambie de aires, que pueda tener un espacio al cual llegar y descansar, claramente me he apoderado un poco de su espacio.

Dejo todo el trabajo listo y enviado para poder ir a la cocina y hacer detalles, más que la comida quiero que sea el momento, el comedor, la cocina, su piscina, así que me enfoco en ello, no espero que pase nada, pero quiero dejar campos abiertos para posibilidades. Aprovecho para enviarle algunos mensajes a Claudia y a Theo, preguntarle cómo se encuentra Octavio, con Theo en particular para hacerle algunas preguntas y plantearle mi preocupación, consultar mis pasos y sentirme segura ante ellos.

Mientras sigo concentrada repaso lo que quiero decirle. Quiero que sea una noche bonita, pero sobre todo el inicio de interacciones más físicas y de compartir. Apenas llega Octavio y escucho su auto voy a la puerta, se sorprende claramente al verme, pero su primera reacción es besarme, hoy si lo necesito así que hago más contacto y le doy un beso lo más largo que puedo.

—¿Y este recibimiento? ¿Está todo bien?

—De maravilla, amor, solo quiero que tengamos una noche para ti y para mi, después de todo lo que ha pasado en los últimos días...

—¿Estás preocupada por algo?

Octavio apunta directamente, pero no quiero irme por ese lado tan pronto.

—No, solo quiero tener una cena como una adulta normal, después de una jornada de trabajo y que todo lo que estemos diciendo sea tranquilo, después hablar, hablar y hablar, pero desde nosotros, desde nuestra relación.