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Cruz- Ela ven, vamos, te llevaremos- Ela salió de su transe y miro a Cruz, este la miraba apenado y con preocupación, la chica había pasado toda su adolescencia junto a ellos en la estación y aunque nadie lo dijera ella se preocupaba demasiado cuando la alarma sonaba, definitivamente no quería sufrir otra perdida de alguien tan cercano, considerado familia.

Al llegar al hospital todos se apresuraron en busca del bombero dejando a Ela atrás de todos, en cuanto lo encontraron lo vieron a él y a uno de los doctores que trabajaban allí. Aquella imagen dejo a Ela paralizada, sin poder moverse de donde estaba parada mientras sus ojos se aguaban y sus esperanzas se hacían añicos, nadie se dio vuelta a verla y ella tampoco deseaba que alguien se le acercara.

En lo único que pensó antes de salir de aquel lugar con su teléfono en uno de sus bolsillos fue en llamar a su tía Christie para que la fuera a buscar y la consolara como cando era tan solo una niña, pero al tener el contacto en la pantalla decidió no pulsar el botón de llamar, fue un impulso, uno que por más que alguien creyera que debió hacerlo solo ella tenía la respuesta de porque no.

Era de noche, estaba congelado ya que era invierno y como si todo hubiera sido planeado no había ni una estrella visible en el cielo y la luna se podía observar a lo lejos pero no tenía el mismo brillo de siempre, miles de recuerdos de ella y Hallie pasaban rápidamente como si pudiera verlos mientras sus ojos derramaban lagrimas mojando rápidamente su ahora hinchado rostro.

No le preocupo en lo absoluto que nadie la viera salir de allí, incluso si llamaban no tenía planeado atenderles, sabía que estaría agregándole otro peso encima a su tío pero aunque aquella culpa la carcomiera por dentro decidió seguir adelante, no sabía adónde iba, simplemente y quizás solo cumplía uno de sus pequeños sueños “Viajar sin rumbo alguno por toda la ciudad”, si bien iba a pie ella no sabía que haría, ¿A dónde iría a aquellas horas? Entre tantas cosas ya eran pasadas la media noche, fue entonces que recordó uno de los lugares más bonitos que había conocido con Hallie, aquel lugar se había convertido en su favorito, no le había mencionado de aquel lugar a nadie, ni siquiera a su grupo de amigos.

Comenzó a secarse las lagrimas y tratar de calmarse mientras tomaba camino hacia la biblioteca, una de las hermosas características de aquel lugar era que estaba abierta 24 hs, tenía cinco pisos llenos de libros, tenia pequeños lugares secretos en donde leer y por donde caminaras podías observar plantas, simplemente de ensueño, lo mejor era que no mucha gente conocía.

Busco hasta encontrar el libro que había comenzado unas semanas atrás pero jamás lo había terminado ya que no le había gustado.
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Holaaa
Este es el segundo que prometí.
Posiblemente publique el número 10 el miércoles, así que estén atentos.

Los quiero, gracias por leer♡♡♡

Ela Casey- Chicago FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora