Capítulo 2

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"Bien hecho, Soobin", dijo el profesor Kim, volviendo a colocar el lienzo en la mesa. Estaba sonriendo, los hoyuelos característicos aparecían en sus mejillas, lo que significaba que estaba realmente complacido. Había pasado mucho tiempo desde que Soobin los había visto. "Puedo decir que te empujaste fuera de tu zona de confort con este autorretrato desnudo. Y tu trabajo definitivamente ha mejorado gracias a eso".

El autorretrato que Soobin había pintado yacía sobre la mesa entre ellos, exponiendo su desnudez para que el mundo lo viera. Era una representación de su torso, bañado en un profundo océano azul. No era una pieza particularmente hermosa, resaltando los suaves pliegues de la piel alrededor de su estómago y las venas prominentes que corrían por sus brazos. Era feo, de verdad, pero era la verdad. La verdad de Soobin.

"¿Qué pasa con Yeonjun-sunbae?" preguntó Soobin, y la pregunta incluso lo tomó por sorpresa cuando salió de su boca. "¿Ella entregó algo?"

"No", suspiró el profesor Kim, sacudiendo la cabeza. "Yeonjun opta por no participar en las asignaciones de autorretratos. Preparé otro tipo de tarea para ella en su lugar, para que no afecte su calificación. Pero no te preocupes, ella debería cooperar contigo en la segunda parte de la tarea".

Soobin asintió en respuesta, pero esa no era la razón por la que preguntaba. Yeonjun en realidad había dibujado un autorretrato cuando estaban juntos en el estudio, e incluso se lo mostró a Soobin al final. Era un dibujo de su cabeza y hombros, cortados estratégicamente donde comenzaría su pecho. El cabello largo de Yeonjun caía sobre su rostro, cubriendo un ojo. El otro ojo le devolvía la mirada al espectador, oscuro y triste. Una sola lágrima como un diamante resplandeciente goteaba por su mejilla, congelada en el tiempo para que nunca se secara.

Fue una de las piezas más crudas que Soobin jamás había visto de Yeonjun y, por primera vez, pensó que realmente merecía el primer lugar en la clase. Fue una pena que nadie más viera la pieza, pero Soobin se sintió honrado de que Yeonjun hubiera elegido mostrárselo soló a él. Mantendría la pieza en su corazón, incluso si nunca pudiera volver a verla.

"Gracias, profesor Kim", dijo Soobin, inclinando la cabeza. Recogiendo su lienzo, salió del auditorio y se dirigió de nuevo al salón de clases principal. Cuando Soobin se sentó en su asiento al lado de Kai, el chico más joven lo miró por el rabillo del ojo.

"Estás sospechosamente callado hoy", comentó Kai. "Pensé que ya te estarías quejando de trabajar con Yeonjun-noona".

Soobin dio un "hum" en respuesta, colocando su lienzo en el caballete. Solo tenía algunos toques finales que quería agregar antes de entregar el autorretrato al final de la clase. "Ella no es tan mala como pensaba", dijo, mezclando su pincel con un poco de azul claro.

Cuando Kai no respondió, Soobin se giró para mirarlo. El otro chico tenía una sonrisa de complicidad en su rostro.

"¿Qué?" preguntó Soobin, molesto. "Eso no significa que me agrade ahora ni nada".

"Claro", dijo Kai con indulgencia, girándose hacia su propio lienzo. El autorretrato de Kai era un perfil lateral, destacando la pendiente de su nariz y la fuerte línea de su mandíbula. Tenía los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia arriba como si disfrutara de la calidad del resplandor solar, todo el cuadro pintado de amarillo cadmio.

Durante el restante de dos horas de clase, Soobin trabajó en su autorretrato y quedando bastante satisfecho con el resultado final. Mientras Soobin estaba recogiendo sus materiales del suelo, vio un par de botas negras chunky que se pararon frente a él. Mirando hacia arriba, Soobin vio a Yeonjun de pie allí, con su bolso colgado de un hombro mientras lo esperaba. "Noona".

PAINT MY HEART ONTO THE CANVAS  ♥  soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora