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NARRA ISABELLA:
Tomé mi móvil que se encontraba en la mesa de centro y abrí los contactos, fui bajando por la pantalla hasta encontrar su nombre, pero justo cuando estaba por "darle click" a su nombre, una llamada entrante me sorprendió.
Reí por la foto que apareció en la pantalla, era una el la que me encontraba con Sean, la habíamos tomado esta tarde y había que admitir que los intentos fallidos de Sean por intentar hacer un bizco, eran muy graciosos. Aunque también había que admitir que la foto que se encontraba al lado me mataba, en el buen sentido, claro, ya que ambos salíamos sonrientes y me hacía sacar una sonrisa cada vez que la veía, aunque estaba claro que recién la había visto esta tarde ya que esta tarde la tomamos, pero... Bah! Me gustaba y punto, ¿sí? La cosa era que habíamos hecho una especie de collage con las fotos más graciosas y las más bonitas. Diganme cursi, pero así me ponía este chico...
Reí tanto observando las ridículas fotos que habíamos tomado, que había olvidado que seguía llamando así que contesté lo más rápido que pude antes de que el móvil dejara de sonar y vibrar al mismo tiempo.
*Llamada telefónica*
- Hola... -susurré a través de la línea.
- Hola, linda... -dijo susurrante al igual que yo, aunque, a la vez, parecía algo cansado.
- ¿Estás bien, guapo? -pregunté y reí interiormente al darme cuenta de que en vez de llamarlo por su nombre, habia dicho "guapo", lo cual es totalmente cierto si hablamos de Sean, pero... Eso no viene al caso. Una risilla traviesa llegó a mis oídos, al parecer Sean también se había dado cuenta de cómo lo había llamado.
- Sí, solo... Estoy un poco cansado -soltó un suspiro.- Llamaba para saber si estabas bien, ¿estás bien? -rió débilmente, ya luego me ocuparía de saber que le sucedía.
- Sí, estoy bien -dije y reí bajito, ¿así es cuando te enamoras? ¿Te pones risueña todo el tiempo? Wow, wow, y más wow... ¿Quién diría que YO, la chica "ya no creo en el amor desde que Daniel me rompió el corazón", terminaría enamorada de un chico que apenas conocía, pero que la hacía sentir cosas que jamás imaginó poder sentir y que se le hacía un rovoltijo el estómago al verlo? En el buen sentido, claro, pero... Igual. Todo esto era totalmente nuevo y un poco confuso para mí. Aunque creo que ya lo he dicho antes, ¿no?
-Bien... -dijo y nos quedamos en silencio, un largo silencio.
Hasta que decidí romperlo.
-Sean, descansa, pareces agotado, aunque no te culpo, este ha sido un día muuuy largo -dije e hice un mohín, aunque sabía que no podría verme.
-Sí, lo sé, pero... No es por eso que estoy así.
-¿Entonces...? -pregunté, pero unos toques a la puerta me interrumpieron.
*Toc, toc, toc*
-Abre la puerta y te explico todo, no es algo de lo que se pueda hablar tranquilamente por teléfono.
Mi pulso se aceleró al oír sus palabras. Y corrí hacia la ventana que se encontraba un lado de la puerta para ver quién era.
Mi corazón dio un vuelco al verlo ahí, con esa sonrisa en el rostro, ese abrigo que lo hacía ver aun más sexy de lo que ya era y esos ojos tan hermosos que resaltaban con la luz de la luna y se veían aún mas brillantes que de costumbre.
-Sería genial que abrieras, enserio, me estoy congelando -dijo y reí.
Colgué antes de dejar de mirarlo.
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Tenías que ser tú... © (CANCELADA)
Teen FictionIsabella era una chica un tanto tímida, inteligente, amable, humilde, linda y con miedo a ser traicionada. Ella no volvió a creer en el amor luego de que Daniel, ahora su ex-novio, la engaño con Christine, una maldita zorra que lo único que quería e...