nothing to worry about

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Merlina estaba recostada en el sofá de su casa. Sus padres no estaban en casa, habían salido a una cita. Ella solo estaba mirando al techo, con su mente en blanco.

Tocó su pecho cuando sintió otro pinchazo, intentó respirar lentamente para que pase, pero eso le dolía más.

De pronto se levantó, haciendo que su cabeza de vueltas como consecuencia. Sentía la presencia de Enid, por más raro que suene así lo sentía.
Se dirigió a la puerta y en el momento en el que la abrió, Enid había tocado el timbre de su casa.

Sin pensarlo mucho, se abalanzó sobre ella y la abrazó. Pasó sus brazos por su pequeña cintura y la más bajita se abrazó a su cuello. Se separaron simplemente para en esa misma posición besarse.

La mayor movió el pequeño cuerpo pegado a ella para poder cerrar la puerta de su casa. Sin mucho problema, alzó a la menor, tomando la parte de atrás de sus muslos para que no se caiga. Sus labios solo se separaban para recuperar aire, luego volvían a unirse en un casi desesperado beso.

Las palabras sobraban, ambas sabían lo que la otra quería simplemente con verla a los ojos. Pero Enid sentía la necesidad de parar, aunque le encantaría seguir y ver hasta dónde podían llegar, en su corazón algo le decía que debía parar.

No se había dado cuenta cuando Merlina se sentó en el sofá y ella se colocó a horcajadas de la mayor, pero supo que era mejor parar cuando sintió las cálidas manos de su novia recorrer con suavidad su abdomen.
Antes de dejar de besarla, tomó esa mano que paseaba por debajo de su ropa con delicadeza y se alejó unos centímetros de la de cabello negro.

𑁋Perdón, aunque quiera seguir no puedo.

𑁋Está bien, nunca voy a hacer nada que no quieras. Pero quedémonos así un momento, ¿Si? 𑁋dichas estas palabras, la más alta se abrazó a la cintura de su novia. Esta relajó todo su cuerpo y acarició el suave cabello de la chica, dejando algunos besos en su cabeza de vez en cuando.
Luego de pasar así unos segundos, la menor recordó la razón por la que había ido a la casa de la contraria. Debía hablarlo de una vez con ella, ya no soportaba sentirse así todos los días.

𑁋Amor, tengo que hablar de algo contigo 𑁋lentamente se levantó de las piernas ajenas y se sentó pegada a su alma gemela, tomó una mano de la chica para darse fuerzas a sí misma y a la vez para tranquilizar a la otra.

𑁋Bien, espero que no sea algo malo 𑁋dijo Merlina con nerviosismo, tratando de que suene a broma pero de verdad esperaba que no sea nada malo.

Vio como Enid tomó una gran bocanada de aire y la dejó salir antes de hablar otra vez. Uno de sus pies empezó a golpear el piso repetidas veces gracias a que se sentía muy nerviosa por lo que sea que vaya a salir de la boca de la más baja, si hacía que Enid se ponga así, no sería algo muy bueno.

𑁋Últimamente me he estado sintiendo rara, en el mal sentido. Constantemente me siento preocupada por ti, tengo la necesidad excesiva de estar contigo todo el tiempo, siento punzadas en el pecho muy seguido y me siento asustada por algo que no sé que es, solo sé que es por ti. Y odio sentirme así, me siento triste y perdida si no estoy contigo y no me hace sentir bien. ¿A ti te pasa algo así?

Desde que empezó a hablar, mantenía su mirada en su propio regazo, no podía mirar a la azabache a la cara. Mientras tanto, esta lo único que hacía era mirar fijamente la cara de la rubia. Las lágrimas amenazaban con escaparse de sus ojos en cualquier momento. Ella se sentía así y no tenía idea de que su soulmate se sentía de la misma manera, ambas se sentían mal y no sabían que era ni como pararlo.

𑁋Yo... estuve sintiéndome de la misma manera. Es como si el tiempo sin ti no contara, y cuando estamos juntas solo quiero tocarte y no dejarte ir. No sé que nos está pasando, pero no quiero que nos sintamos así más.

Ambas chicas quedaron en silencio unos pocos segundos que en realidad se sintieron como horas. Enid tomó la decisión de tomar la iniciativa y se levantó del sofá, llevándose de la mano a su novia para dirigirse a la habitación de esta. Merlina estaba confundida pero se dejó guiar por la más baja.
Cuando llegaron a la habitación, la rubia entrelazó sus manos con las de su pareja y la besó. El beso se iba prolongando y haciendo de un tono diferente a medida que los segundos pasaban.

𑁋Te amo, Merlina. No creo que amé y amaré a alguien tanto como te amo a ti en este momento.

Ese día, Merlina Addams y Enid Sinclair se habían entregado por completo a la otra. Los colores de sus marcas parecían tornarse más fuertes y sus corazones se sentían en paz luego de tanto tiempo estando sintiéndose mal.
Se sentían completas. No había nada en el mundo que haga que una deje a la otra, simplemente eran inseparables.

No había de que preocuparse más. ¿Verdad que no?

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⏰ Última actualización: Jan 09 ⏰

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My soulmate?!?! | WenClairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora