°•Amor a nuestra ciencia•° (Hiro hamada x OC)

Cap. 15

Mi estómago estaba hecho un lío mientras esperaba a que Honey entrara a los laboratorios de química.
No dejaba de mirar ese hueco en la pared.
Finalmente reconocí sus tacones.
Regrese mi vista al lugar entre los matraces dónde había dejado su celular, sería estúpido que ella lo olvidará ahí, pero los nervios entorpecieron mi pensamiento.
Lo coloque de una manera en la que el botón de apagado siempre estuviera oprimido, para que explicará el peque no pudieron rastrearlo.

Volví a mirar al frente y espere a que ella me dirigiera la palabra. Si yo demostraba mucho interés sería muy sospechoso.

—Buenos dias Ari— dijo con la misma sonrisa pero sin la misma energía de siempre.

—Hola Honey— dije— sucede algo?— era hora de poner a prueba las horas y dolores musculares que me había causado la clase de teatro el primaria.

Ella dejó su bolso donde siempre y se acercó.

—No logro encontrar mi teléfono— explico— lo busque todo el día.

—No recuerdas haberlo dejado en algún lugar? Talvez lo dejaste en la cafetería

Ella suspiró.

—No lo sé. Según yo estaba en el bolsillo de mi bolso— dijo con notoria preocupación.

No era de extrañarse. Si yo perdiera algo que pondría en peligro mi identidad también estaría deprimida. Sentiría que me había fallado a mi misma.
Ella seguía sin dirigirse a los matraces. Comenzaba a desesperarme. La sensación en mi estómago se hacía insoportable.

—Se que no estará lejos— le dije como apoyo. Ella me dirigió una sonrisa.— ¿que mejor para distraerte que hacer lo que amas? ¿Me ayudas a hacer potasa alcohólica? Los de otros grupos usaron una muy sucia— excuse—  ya sabes, Eso les cambió toda las medidas.

—Pobres— dijo con empatía— No veo porque no deberíamos ayudarlos— dijo.

Ella era muy buena persona, no se sentía nada bien hacerla pasar por esa angustia.

—Nunca logro encontrar matraces de 500ml— dije con falsa rabia buscando entre los estantes.

—Revisare en los estantes pequeños.— dijo— aveces dejan las cosas en lugares diferentes.

Observé de reojo y volví a observar el estante.
Agudice el oído esperando su reacción.

—Ari!
voltee fingiendo curiosidad.

—Que ocurre?— pregunté.

—Aqui está!— ella saco su celular de entre los matraces— pero como es que...

Suponía que se preguntaba cómo no habían podido rastrearlo.

—Hey ahí está! De dije que no estaría lejos— dije acercándome.

—No conseguí rastrearlo— dijo

—Tiene chip de rastreo?— pregunté

Ella se puso nerviosa.

—Si! Ya sabes. Por seguridad

—Pues deberías cambiarlo— Bromeé.

Ella pareció notar que estaba apagado y eso me calmo. Había caído en el engaño.
...

Si tuviera que ser un animal, sería cualquiera que mintiera para sobrevivir.
Si tuviera que ser un mandamiento, sería el de las mentiras...
Si tuviera que decir una verdad sería que miento.
Mi vida se basaba solo en esa estupidez.
Mentira tras mentiras.
Era tanto que... Hasta yo caía en mis mentiras.
Se habían vuelto mi realidad.
En ese pinto no sabía a quién le había dicho que cosas...