I'll do everythin' I can
To help you through
If you're feelin' down
I just wanna make you happier, baby
— • —Estaba enfermo.
Bueno, eso era lo que creía después de haber vomitado por segunda vez en el día. Después de su última borrachera, semanas atrás, las náuseas continuaron y no solo tras despertar. Una tarde cocinaba mariscos para su mejor amigo y el olor fuerte del alimento fue suficiente para que volviera a terminar de rodillas en el baño y su cabeza casi, casi hundida en el retrete. Ahora, en ese momento, lo único que había hecho fue sentarse junto a su compañero de banca y oler su esencia se le hizo nefasto y abrumador.
Se sentía apenado con el chico, Jung Hoseok, porque le miró con tanto asco antes de salir corriendo y, cuando regresó a la clase, éste tenía las mejillas sonrojadas y le preguntó si todo estaba bien o había algo que le incomodara. Incluso su aroma a algodón de azúcar tenía cierta acidez. Normalmente le daba igual que otra persona supiera sus verdaderos pensamientos, pero Hoseok le caía muy bien, era un omega dulce e hiperactivo que era amante de los cachorros, tenía buen gusto musical y parecía no conocer a Park Jimin, por lo que era seguro decir que no lo usaba para poder engatusar a su mejor amigo.
Suspiró desganado cuando en su cabeza se dijo que perdió su última oportunidad de tener un amigo nuevo y después empezó a esculcar los objetos entre su mochila para hallar su caja de pastillas. Jimin solía decirle que era un abuelo en un cuerpo de joven por el simple detalle de que llevaba kit de emergencia a todos lados y la verdad no le importaba porque le salvaba la vida en ocasiones que ni se imaginaba como en ese momento que agarró una pastilla para el estómago para evitar tener otro accidente.
De esa manera soportó las dos horas de su clase de la tarde e incluso llegó con el apetito abierto al restaurante donde su mejor amigo le pidió que cenaran. El lugar era extremadamente hermoso, había decoraciones con tonos amarillos y naranjas, daban sensación de que se encontraban en un atardecer eterno en un lugar antiguo por los candelabros y cómo las sillas simulaban ser de piedra. Sin embargo, lo mejor eran los sabores de la comida, el omega pidió una pasta que le hizo agua la boca y le hizo tocar el cielo con cada bocado que daba.
No paraba de hacer sonidos satisfechos mientras fruncía el ceño, gesto que hacía cuando algo le gustaba de sobremanera.
— Me encanta ver cómo te llenas de placer — Jimin dijo con una sonrisa ladeada. Su barbilla sobre la palma de su mano.
Jungkook alzó su cabeza y sus ojos marrones conectaron con los mieles del contrario.
— Y a mí me encanta cuando estás callado — gruñó.
El alfa carcajeó, su cabeza se inclinó ligeramente hacia atrás y su cuerpo se sacudió a la vez que su esencia se llenaba de cierta dulzura.
El omega nunca lo admitiría, pero le gustaba ver a su amigo feliz, de pequeño nunca supo decir a qué le recordaba el aroma del rubio, pero le gustaba cuando olía feliz porque lo hacía sentir seguro y sereno. Como si de repente se teletransportara a una zona con paredes transparente donde ningún problema podía atacarlo. La sensación seguía ahí, Jimin era el único alfa que permitiría que le diera una marca de olor por ese simple hecho, aunque eso nunca pasaría porque era un gesto demasiado íntimo, el rubio decía que solo lo haría si llegaba a enamorarse y también, porque a la gente le gustaba chismear, no querían que hubiera más rumores de que había algo entre ellos.
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Bad omens - jk fic
Romance- Yo soy el padre. Solo bastaron esas palabras para que la amistad de Jungkook y Jimin cambiara. "" Es omegaverse y es jk bottom+omega, si no les gusta, no lean. Así de simple.