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My life's just a carousel spinning around
I'd pay again just to keep from stopping it now
Looking for myself in the passenger side
Driving to the edge 'til I get this right

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Movía una paleta de naranja entre sus dedos y su cabeza se sacudió al ritmo de la música. Se encontraba en el jardín de la casa de su amigo Kim Namjoon mientras éste iba a buscar una infinidad de libros sobre cómo sobrellevar un embarazo. A JungKook casi le dio risa escucharlo balbucear sobre cómo debía madurar y tomar decisiones responsables, pero dentro de sí no pudo carcajear porque sabía que era verdad y eso le aterraba de sobremanera.

Llevaba un maldito cachorro dentro de sí y no sabía qué iba a hacer con él. Peor aún, no sabía quién era el padre. Minutos atrás, Namjoon le recriminó eso último porque nunca fue fanático de la vida sexual tan activa que JungKook llevaba. Siempre le repitió un millón de veces que en algún momento no iba a ser tan divertido, siempre lo ignoró con un ya soy grande y sé lo que hago, no te preocupes.

Al parecer el karma sí existía y en ese momento se burlaba en su cara.

Lamió el caramelo entre sus manos y cerró sus ojos. Ignoró sus pensamientos por un buen rato hasta que escuchó las pisadas de su amigo. Namjoon venía con lo prometido e incluso se puso unos lentes que combinaban con su suéter gris de cuello alto y un pantalón del mismo tono.

Era curioso cómo se hizo amigo de alguien que casi era la definición de perfección, totalmente eran polos opuestos. Mientras él disfrutaba ir de fiesta y gritar las canciones indie en algún concierto, Namjoon prefería leer en su sala con una taza de café y música tranquila de fondo. No tenían mucho en común, sin embargo, el otro omega le agarró una especie de aprecio durante la escuela media cuando alguien rompió sus cuadernos y Jungkook se paró a defenderlo a tal punto que terminó con una sanción y un ojo morado.

Una sonrisa melancólica se posó en sus labios.

— Me alegra que estés feliz — el omega se sentó y su olor a limón fue un consuelo —. Así podemos hablar mejor de tu embarazo.

— Te he dicho que no hay mucho de qué hablar — suspiró —. Algo crece dentro de mí desde hace un mes y no me deja comer en paz.

— No es algo, bueno sí, pero sabes cómo son las cosas — NamJoon frunció su ceño —. Yo creo que lo más importante es saber si lo vas a tener o no.

Jimin le dijo lo mismo el día que salió del consultorio del doctor. En su momento sintió un nudo en su garganta y el pánico burbujear en sus venas, ¿cómo podía tomar una decisión en cuestión de segundos? ¿Por qué alguien más no podía elegir lo mejor para él? Sabía que era muy patético de su parte esperar a que alguien más se hiciera responsable del embrión, pero es que su cabeza no daba para más.

— ¿Jungkook? — el omega mayor le llamó con una voz confusa — Sí sabes qué harás, ¿verdad?

— Yo... — intentó buscar lo que su omega o mente dijeran, pero no había nada —. No es fácil, ¿vale? No sé qué esperan que haga, sólo desperté un maldito día y vomité. Hace una semana supe por qué y no sé qué es lo que se espera que haga o diga.

— No esperamos nada en concreto— Nam parpadeó sin inmutarse —. No hay respuesta correcta o incorrecta en estos casos. Quieres un bebé o no. Si no lo quieres está bien y si sí, bien por ti, seré el primero en comprarle pañales.

Bad omens  - jk ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora