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I'm gonna live, I'm gonna fly
I'm gonna fail, I'm gonna die

— • —

Su cabeza estallaba.

Grandes pulsaciones se repetían contra sus sienes y sus ojos se cerraban a la fuerza. Ese día no tuvo clases, sin embargo, se quedó a terminar un programa que llevaba meses en desarrollo, era el proyecto final de la materia más complicada que llevaba y si lograba ser el mejor, tendría una pasantía en una de las empresas de informática más famosas de Estados Unidos. Estaba ambicioso de ser el ganador, de demostrar que un omega sí podía hacer lo mismo o más que un alfa, pero los bloqueos eran inmensos y en ese momento no tenía idea de cómo resolver un error. Al forzarse a entender sólo lograba que su cuerpo sintiera el pesar.

Masajeó su cabeza y luego gimió frustrado cuando el dolor no se evaporó. Lo más sano sería apagar su monitor y descansar, así lo hizo, pero en vez de lanzarse a su cama, salió de su habitación con pasos perezosos. Inmediatamente la oscuridad le dio la bienvenida en el pasillo. Se movió con cuidado para alcanzar el interruptor y prender las luces, pero paró en seco cuando el abrumador olor a licor con chocolate le llenó sus sentidos.

No había notado que la puerta de su mejor amigo se encontraba abierta y una pequeña luz se filtraba por ella. Si el alfa ya se encontraba en casa, significaba que ya era tarde y se la había pasado todo el día frente a su escritorio y sin comer algo aparte de la barra que consumió durante la merienda. Lo más razonable y bueno para sí, sería ir a la cocina y prepararse un emparedado, pero prefirió moverse hacia la habitación de Jimin.

Más bien, su omega quería consuelo de algún alfa de confianza. Después de irse sin los libros que Namjoon le iba a brindar para que se informara sobre el embarazo no deseado, le llegaron por paquetería a su casa. Sabía que ya no había razón para echarle una ojeada si no deseaba ser padre, pero un día llegó de la universidad y prefirió leerlos que hacer ejercicio. Los omegas buscaban con insistencia a su alfa cuando había un cachorro en espera con el propósito de sentir paz, aparte de que  lograban estabilizar los cambios emocionales para así evitar tener embarazados histéricos.

Era horrible pensar que en esos nueves meses debía depender de un alfa para que sus sentimientos no se fueran al caño, pero no podía cambiarlo ni aunque pudiera si era totalmente biológico. Suspiró y se adentró al cuarto. Todo estaba oscuro a excepción de la parte donde se encontraba Jimin. Su escritorio estaba repleto de papeles, una lámpara de mesa, una laptop y el chico se encontraba tecleando con prisa y sin descanso.

— Solo cuando estás concentrado te ves apuesto — Jungkook murmuró cuando estuvo a un lado del chico, rio ligeramente cuando el rubio se sobresaltó, pero paró cuando hubo otra punzada en su cabeza.

— Sabes, cariño, yo no seré grosero y diré que siempre te ves caliente — Jimin giró su silla y fue cuando sus rostros se encontraron que vio la sonrisa coqueta en sus labios —. El gimnasio te sienta bien.

— Claramente el encanto se va cuando abres la boca.

Se movió hacia la cama del mayor y se sentó. El alfa simplemente le siguió con la mirada y alzó una ceja.

— Sigues en tu pijama.

— Bueno, no salí de casa — se encogió de hombros.

— Solo haces eso cuando te quedas perdido en tus proyectos — internamente rodó los ojos, odiaba que supiera todo de él —. Y apuesto a que tienes migraña porque no saben parar

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2023 ⏰

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Bad omens  - jk ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora