Perfecto | NaruSasu → Escrito en 2016

♡| Capítulo 13

Odiaba asistir a lugar con gran aglomeración de gente. No es que fuera antisocial, simplemente le agobiada tener tan poco espacio personal. De ahí que odiara los conciertos, discotecas y demás cosas que le obligaran a juntar sus brazos para evitar rozarse con desconocidos.

El cine no era la excepción. Y aún así, ahí estaba, comprando palomitas mientras su novio revisaba la cartelera buscando una buena película.

Agradecía que no fuera día de estreno, el local estaba bastante vacío y eso calmaba su ansiedad. Naruto no le había obligado ni convencido con algún tonto comentario contrario a lo que sería normal, fue el propio Sasuke quien, preso de la rutina que se estaban volviendo sus citas, sugirió ver una película en el cine.

La idiotez de Naruto era contagiosa. Sasuke no tenía pruebas pero tampoco dudas.

—¡Sasuke! ¿Qué tal esta? ¿"Caperucita y el feroz leñador"? No me suena, pero igual está buena 'ttebayo.

—Idiota, estás viendo las sugerencias de adultos.

—Pero somos adultos, no voy a mirar las de niños, ¿no?

—Si serás idiota, me refiero a que esas de ahí son porno.

—Oh. ¿Eso es que no quieres verla 'tteba?

Si no estuviera sosteniendo las bebidas y comida, se habría golpeado por la idiotez de su novio.

—No Naruto, no quiero ver una película porno la primera vez que vengo al cine desde los seis años.

—Espera... —Sasuke dio un respingo cuando Naruto corrió hacia él, le sujetó por los hombros y juntó sus rostros con una amplia sonrisa.— La primera vez que vienes al cine en veinte años... ¿quieres que sea en una cita conmigo?

—¿Y aún lo preguntas, subnormal? ¿Qué crees que hago sujetando un bote de asquerosas palomitas llenas de mantequilla?

Dio otro saltito en el sitio al sentir ese fugaz beso que su novio le regaló, sacándole un fuerte rubor. No estaba acostumbrado a muestras de afecto en público.

—Elige tu la película 'ttebayo.

—No, dije que veremos la que tú quieras.

—Yo solo quiero verte feliz.

Sintió sus piernas temblar, le faltaba aire, su boca se secó y sintió su rostro arder fuertemente. Alcanzó a escuchar a la gente que les miraba suspirar enternecidos y, joder, él también lo estaba.

Porque el idiota que tenía enfrente, sonriéndole con amor y acariciando su mejilla era el ser más dulce del mundo. Naruto era perfecto. Le hacía sentir tan amado, tan especial...

—E-esa. —señaló sutilmente una de acción que había captado su atención, parecía interesante.

—Pues veremos esa.

Cuando el Uzumaki se alejó para comprar las entradas, se permitió sonreír como colegiala enamorada. Escondió su rostro entre sus hombros y miró sus manos llenas de comida que su prometido iba a devorar en veinte minutos.

Y supo que ir al cine esa noche había sido una buena idea.