Bruce Yamada

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[P.O.V {T/N}]

Desde pequeña tuve un padre que me apoyaba en cualquier pendejada que se me pasaba por la cabeza desde cortarme el cabello, hacer postres que veía en programas de televisión que por cierto se terminaban quemando; ayudarme a ser la mejor en uno de mis pasatiempos favoritos, el ¡BEISBOL!. Debo de admitir que me llamo la atención cuando vi un partido ser transmitido por el canal de noticias. A partir de ese día le conté a mi padre de mi nueva cosa favorita.

Mi padre investigo sitios donde yo podría practicar ese deporte, fue algo complicado encontrar un sitio adecuado para aprender desde cero; cuando empecé fue algo difícil, no porque se me complicara aprender reglas, posiciones u otra cosa que me ayudara a ser mejor; lo realmente complicado era entenderme con los demás estudiantes en su mayoría niños, si habían niñas, pero al momento de recibir burlas de los demás se iban. Yo no fui una excepción a esas burlas, entendía que debía ignorar cualquier comentario negativo que soltaban sus acidas bocas de infantes; no obstante se debe de recurrir a defenderse de forma física para callar bocas y por esa razón fui expulsada de los entrenamientos. 

Papá no se enojo al contrarío me felicito al defenderme, solo m advirtió que las respuesta física no es la mejor opción a la hora de una discusión, ya que mis decisiones tendría represaría, como la que tuve que era además de ser expulsada era aun menor conseguir ingresar a otras clases por mi expediente. En respuesta, hice lo que cualquier niño haría, llorar como si se acabara el mundo. Exagerado lo se, que mas hacia, me encontraba muy emocionada, solo había llevado dos meses de entrenamientos, en los cuales me esforzaba lo máximo para destacar. En respuesta mi padre me dijo que si quería seguir era aprender por mi misma, ya tenia los implementos necesarios, lo que quedaba era practicar hasta no poder mas.

Sugerencia que acepte y por esa razón me encontraba aquí en el campo de beisbol a altas horas de la noche, practicando para un partido que tendremos dentro de tres semanas, otro detalle es que seré la única mujer en el equipo de hombres que participara ¿por que? no hay equipos de mujeres en este lugar, mi única opción de demostrar lo que era capaz era conformarme con el equipo masculino, lo rogadera que tuve que hacer para ingresar se llevo algo de mi orgullo, valió la pena, no solo demostré en un partido de prueba mi potencial, sino que humille a unos cuanto niños con una boca muy suelta para mi gusto, de paso también gane una buena amistad.

Que por lo que veo me extraño, porque a lo lejos veo.

--¡PERO SI ES EL GRAN ROMPE CORAZONES! ¡EL GRAN BRUCE YAMADA!-- Le grito con burla desde la cancha 

--¡PERO MIRA LA PERSONA QUE ESTA FRENTE A MIS OJOS! ¡LA LOCA DEL BATE, LA GRAN [T/N] [T/A]!-- respondió con el mismo tono de burla

Cuando el estaba junto a mi en la cancha, lo saludo con un golpe de puño, una semana dure sin verlo.

--te extrañe Bruce, ¿Dónde estabas?-- 

--tuve que hacer un viaje de urgencia con mi familia, mi abuelo estaba mal, ahora esta mejor, eso es bueno-- 

--ya entiendo me alegra que nada malo haya pasado, pero ¿Cómo sabías que estaba aquí?--

--eres alguien estricta y perfeccionista, no dudaba que estaría entrenando como desquiciada--

Este chico me conoce bien, no importa si no llevamos tanto tiempo conviviendo, coincidimos muy bien.

--ja ja en vez de estar criticando mi gran desempeño, mejor ayúdame a entrenar, te puedes oxidar sino juegas por una semana-- voy hacia una mochila, saco un guante de beisbol y se lo paso-- ya no necesitare pegarle  a una pared para que la pelota rebote, tu la harás rebotar--

THE BLACK PHONE ( one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora