~~Capítulo 1~~ Aquella tarde

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Recuerdo esa tarde como si fuera ayer.

Choques.

Muertes.

Gritos.

Todos se habían ido. Estaba sola.

Fue una tarde catastrófica. la humanidad perdió la vida y yo perdí a la humanidad.

Sin sobrevivientes, sin siquiera tener alguien a quien decirle hola.

Algo extraño había exterminado a todo ser viviente en la tierra, desde las aves, los peces hasta la humanidad. Todos menos a mí.

Muchas veces me había preguntado el porqué, ¿Qué ocurría en mí? ¿Por qué había sobrevivido? Pero la respuesta no llegaba a mí mente y al día de hoy, 5 años despues, tampoco la se.

Tras ese hecho, ya no era la misma Lea que sonreía todos los días, ahora era una sobreviviente solitaria que evitaba recordar el pasado para no sentir la sensación sofocante de la culpa. Las personas habían muerto rápido, al menos me reconfortaba pensar que sin dolor.

Ese día había estado en casa toda la tarde hasta que escuche el sonido de los gritos. Pensé, en ese momento, que era un choque o un intento de robo pero, cuando salí a la calle vi a la gente caer muerta. Vi cadaveres en el piso, el asfalto y el pasto. Los animales también morían y las aves caían al suelo.

Me escondí, el miedo me nublo provocando que no saliera.

Todavía pienso que sobreviví por no estar en la calle, por no haberme asomado demasiado pero, muy en el fondo se que hay otra razón. Debo encontrarla.

Ese día intenté comunicarme con mis padres, pero tras fracasar supe que ellos también se habían ido.

Me Aisle de lo que quedaba como mundo. No me alimentaba y escasamente ingería algún líquido. Cai en depresión.

Vivi un año más es aquella casa. ese ya no era mí hogar, era un lugar que dañaba mí equilibrio emocional y por ello, un día tomé la decisión de irme y me emprendí en un viaje. Tenía escasos conocimientos de manejo pero, era urgente. Mí salud mental y física me preocupaban.

Hasta que llegue aquí, un pequeño pueblo costero. Elegí la casa más bonita y me desice de todo hedor que abundara en ella. La limpie y la habite hasta el día de hoy.

Es muy espaciosa y tiene paneles solares por lo que cuenta con electricidad ilimitada por el tiempo que estos se mantengan en buen estado.

Mí vida era sencilla ahora que estaba sola y que no corría ningún riesgo. Podía asaltar un banco sin que nadie se enterara, dormir en uno de esos locales de colchones sin que me echarán o simplemente ir al supermercado sin la necesidad de pagar, asombroso ¿No?

Me hice a la idea de que tendría que valerme por mí misma lo que me restaba de vida y muchas veces me pregunte cuánta de esa me quedaría, ¿Acaso moriría ya? ¿Mañana? ¿Algún día? No lo sabía. Ahora era esclava de mí mente y debía manejarla para no recaer en ella.

Una de las primeras tareas que me encomendé fue lograr distinguir alimentos de largo plazo e informarme de cómo elaborar la tierra para crear nuevos ya que aunque había insumos por doquier, estos algún día se echarían a perder. Así fue cómo mí vida dio un gran giro. Uno de 180°.

Ahora que abundaba el silencio y la paz, tuve que aprender a no volverme loca. Mí compañía más fiel era el ruido de la lluvia y del mar pero no siempre respondían.

Jajajaja, en un momento hablaba con las manchas de la pared, Gracioso ¿No?

También, me siguen las pesadillas y los sueños donde puedo compartir compañía de seres queridos creados por mí mente o sufrir por el recuerdo que invade mí vista de aquella tarde.

De todas formas, no todo era tan negativo ¿O si? Pues eso depende del día.

A veces despierto con una gran felicidad que perdura pero otras, asustada por tanta calma.

Algunas veces intenté rezar pero, eso no logro cesar con mí mal estar. Otras veces lo intente pero a otros dioses y tampoco encontré paz en ello, también pensé en el karma pero ¿Que podría provocarme el karma? Si ahora estaba sola.

Aprendí a vivir sin luces y perder el miedo a la oscuridad. Pero sin dudas, entre todo lo vivido y lo logrado en este último tiempo, combatir conmigo misma fue lo más complicado. Tuve que aprender a separar los pensamientos de la realidad, Aprender a diferenciar los sueños de la vida y los recuerdos de todo aquello que era antes con el pasar de ahora.

Muchas veces la imagen de la gente aparecía en mí mente, cómo si fuese un espejismo, pero luego del debate entre si era real o no, la conclusión siempre era la misma: mí mente producía aquellas alucinaciones ya que yo estaba sola. Siempre estaría sola.

Consumí por un gran tiempo enlatados, todo tipo de enlatados: legumbres, frutas, alguna que otra verdura, salsas. También productos secos y otros de lenta descomposición, ya que las luces se apagaron pronto llevándose consigo los alimentos fríos.

Todavía hay algunas preguntas que decora mí mente y no he podido responderla ¿Que había ocurrido realmente? ¿Cómo todos menos yo habían muerto, desapareciendo la vida humana de la tierra? ¿Que ocurriría con el peso de la historia si yo también moría? ¿Morirían años de guerra, dolor, edificación social y libros así sin más?
No tenía idea de aquello pero, sin dudas encontraría la respuesta ¿Cómo? Todavía no lo sé, lo que si se, es que lo averiguaría y como diría mí abuela, una mujer sabía que debí escuchar con más atención "LA CURIOSIDAD MATO AL GATO LEA" y yo en este momento era el gato.

Sublevada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora