prologo: el comienzo (RE)

298 13 2
                                    

-"[suspiro] que aburrido es esto" exclamo un "ser"

no un humano, no un animal. una fuerza omnipotente, ese algo que creo el universo y las leyes de este, ese algo que existe antes del mismo tiempo, un ser superior a todo y que en esta ocasión se encuentra aburrido, una emoción de la que ni siquiera el es capaz de huir

-"tengo una idea" afirmó

este ser se encuentra en el vacío, la nada absoluta, una oscuridad tan inmensa que no tiene fin, un lugar que esta fuera del mismo universo, y enfrente suyo esta pequeña canica de colores mejor conocida como el universo brilla con intensidad en un predominante color azul

el comenzó a mover sus manos, como si tuviera una masa entre ellas, como si estuviera moldeando algo, tal vez otra canica...

en sus manos de la nada apareció otra canica de colores pero con un rojo carmesí que predominaba sobre los demás 

-"listo" el ser dijo llevando la pequeña esfera entre sus manos y poniéndola al lado de la otra

-"ahora, llevare a un solo ejemplar de mi raza inteligente favorita aquí y así tendre algo nuevo y divertido para ver" contó mientras poco a poco mueve su vista hacia ti





















 igual que tu ¿verdad?












un joven mexicano a su corta edad se ve limitado por una enfermedad degenerativa que poco a poco destruye su cuerpo hasta acabar con este y así finalmente matarlo, no existe cura ni tratamiento, esta simplemente ataca a paso lento y se encarga de eliminar a todo aquel que tenga la mala suerte de poseerla

-"¿¡por que!? ¿¡por que!? ¿¡POR QUE!? ¿por que esto me pasa a mi?" se preguntaba un muchacho frustrado en una camilla del precario hospital en el que se encontraba

¡BEEP!

     ¡BEEP!


                ¡BEEP!



                                     ¡BEEP!

-"¿enserio? ¿justo ahora?" pensó el chico mientras escuchaba como poco a poco la maquina que controlaba su ritmo cardiaco disminuía su velocidad

-"¡no! ¡no! ¡no! ¡todavía no!" gritó en pensamientos el joven

en ese momento no había nadie que lo ayudara, ninguna de las enfermeras o doctores estaban ahi y solo podia sentir como poco a poco iba perdiendo energía, sus parpados se hacían cada vez mas pesados y las palabras no salían de su boca

en un instante toda su vida fue revelada ante sus ojos, las alegrias; los llantos; los desengaños, todo aquello que alguna vez había visto o sentido, todas las conexiones neuronales creadas a lo largo de 17 años de aprendizaje y experiencia se desataron creando un aluvión de recuerdos, el cerebro sintiendo la fría mano de la muerte intentó desesperadamente buscar en la memoria alguna salida pero simplemente... nada

Yo En Kimetsu No Yaiba: 𝑬𝒍 𝑴𝒐𝒐𝒏 𝑺𝒍𝒂𝒚𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora