PÉGATE A MÍ... OTRA VEZ

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🌼 NARRACIÓN NORMAL 🌼

La fiesta y la música habían vuelto a un ambiente tranquilo, los equipos de voley estaban relajados conviviendo entre ellos y los meseros comenzaban a hacerles llegar botellas de vino.

Andrew permaneció en silencio pegado a la pared, con una sonrisa satisfecha en los labios, mientras observaba a _____ salir del salón seguida de Tsukishima.

Andrew: ... Eres grande Drake :v... Deberían llamarme cupido.

Habló para sí mismo bajando la vista mientras observaba algunas fotos de su cámara que había tomado discretamente mientras _____ compartía el jugo con Tsukishima.

Al momento su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos, lo sacó de su bolsillo y observó el número, poniéndose sumamente serio.

Andrew: (responde)... Hola Sebastian...

Al mismo tiempo, en la mesa del equipo japonés los chicos y los entrenadores ya habían abierto la botella de vino tinto que recién les habían puesto en una cubeta al centro con varias copas.

Koganegawa: ¿A quién le sirvo primero?

Bokuto: dame dame dame dame...

Dijo graciosamente la ex estrella del Fukurodani con una copa en las manos.

Hinata: esperen, ¿Y Tsukishima?...

El equipo miró a su alrededor, buscándolo entre los demás equipos, pero el chico de gafas no se encontraba dentro del salón.

?: Lo primero que les digo, y lo primero que hacen...

En ese mismo instante, frente al salón, en una banca apenas iluminada por el farol que emanaba luz blanca en una esquina, se encontraban sentados Tsukishima y _____ sin articular ni una sola palabra.

_____ tenía las piernas y los brazos cruzados, observando los autos pasar uno tras otro, y volteando de vez en cuando de reojo hacia el chico rubio que tenía al lado. Movía desenfrenadamente el pie, claramente estaba algo ansiosa.

Por otro lado, Tsukishima parecía estar más tranquilo, tenía una mirada seria y calculadora, fría tal vez, como buscando una manera de cómo comenzar la charla con ella.

Tsukishima: ¿Trajiste un abrigo?

_____: no, mi plan era volver a casa en cuanto llegara mi compañera a ayudarme con el evento.

🍰 TSUKISHIMA 🍰

Enana, no te recordaba tonta... O tal vez sí pero no tanto.

Como buen caballero me quité el saco y lo puse en sus hombros, aunque estaba dudando si hacerlo o no, pues su vestido estaba abierto también de ambos lados de los muslos, podía ver la piel morena clara de sus muslos sobresalir por aquellas aperturas perfectamente, ¿El saco debería ponerlo entonces en sus hombros por los tirantes y el escote, o en sus piernas para cubrir las aperturas?

Demonios, ¿Porqué las latinas suelen vestirse así? Aunque no sea algo común de ver en Japón, a mí me parece algo aún más atractivo que haber notado sus curvas en la adolescencia. Ese vestido resaltaba su cuerpo y cuan bien se había terminado de desarrollar, ya no era una adolescente de 16 años, era una mujer de 22.