"La miró a los ojos, notando que lágrimas habían empezado a caer. Sus manos estaban hechas puños, tan apretados que temblaban ligeramente"
"Lo siento... Pero... Es necesario... Espero que algún día lo entiendas..."
"Ella no habló, no reaccionó, solo lo miró con ojos llenos de dolor e incredulidad, y esa fue la última mirada que le envió antes de disparar el rayo, para después sacarla de su vida."
Charlotte se despertó despacio, y ese sueño que a veces tenía poco a poco se desvaneció de su memoria hasta no ser más que imágenes borrosas de personas y frases ininteligibles haciendo eco en su mente. Lo había tenido desde hacía unos cuantos años, pero no podía precisar exactamente cuando había empezado, ni porque razón, tampoco podía recordarlo bien porque cada vez que despertaba, este se disolvía y cuando lo intentaba era como si una barrera mental le impidiera traerlo a flote. Lo único que podía 'recordar' eran los sentimientos y emociones que le provocaban, como dolor, tristeza, una profunda angustia y amargura...
La chica se frotó los ojos y se enderezó en su cama, bostezando profundamente, eligiendo dejar de lado ese extraño sueño recurrente para tomar su teléfono y revisar la hora. Ya era cerca del mediodía del sábado. Cómo su padre tenía un trabajo bien remunerado, no tenía necesidad de trabajar medio tiempo ni los fines de semana como otros chicos de la escuela, además de que era mejor amigo del fundador de la empresa de tecnología para la cual trabajaba, y su amigo estaba más que dispuesto a ofrecerle trabajo a la chica una vez que terminara la universidad ya que sabía lo inteligente que era. Así que tenía tiempo libre de sobra para poner sus planes en marcha.
Inició su día con una ducha para despejarse y desayuno como almuerzo para después encerrarse en su cuarto y sacar del fondo de una caja de debajo de su cama un cuaderno de notas en el que había guardado todas sus ideas. Estaba debajo de varios libros de cuentos y dibujos de su infancia que había hecho para su difunta madre, además de fotografías enmarcadas de ella con sus ex amigos, a sus doce años alejarlas de su vista le había parecido una buena idea pero ahora con dieciocho se daba cuenta de lo infantil que fue su reacción, ésos habían sido momentos felices de su vida que no tenía porque recordar con amargura. Solo lo entendió un par de años después pero para entonces su habitación ya contaba con nuevas fotografías de sus nuevos amigos y no vio necesidad de cambiar eso.
Ese cuaderno con motivos de princesas y decorado con cuentas torpemente por su mano tenía sus años también. Había sido el último regalo de su madre. Las primeras páginas eran bocetos de posibles inventos que la pequeña Charlotte de cinco años soñaba con construir algún día, pero luego de la repentina desaparición y hallazgo del cuerpo de su madre, no tuvo ánimos de seguir usándolo. Fue en ese entonces cuando jugando sola en el jardín de infantes, conoció a sus dos primeros mejores amigos, quienes le contagiaron su fanatismo por el Capitán Man. Fanatismo que se desvaneció luego de distanciarse y de años de no recibir justicia.
Irónicamente, fue ese motivo también el que, sintiendo una profunda tristeza y nostalgia, la llevó a desenterrar esa caja del ático llena de sus tesoros de la infancia y revisarlo hasta dar con ese cuaderno con el dibujo de ella en su 'traje' inventado -ya que como todo niño viviendo en un mundo de superhéroes, deseaba ser una heroína, cómo Electress-. Ahí recordó a su madre más que nunca, y lo mucho que hubiera deseado tenerla con ella para recibir uno de sus abrazos y palabras animadoras que recordaba lo mucho que la consolaban cuando estaba triste, sintiendo luego una ardiente ira hacia el perpetrador de su muerte y un amargo recelo hacia las autoridades por hacer tan poco y nada para darles consuelo a ella y a su padre.
Ahí nació su deseo de hacer justicia por ella misma y convertirse en una heroína para defender a los inocentes y que no les sucediera cómo a su madre, y con el tiempo, encontrar al responsable de su muerte. Y además, una distracción del dolor que le provocó la ruptura con sus amigos.
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Rivalidad Amorosa
Фанфик"La miró a los ojos, notando que lágrimas habían empezado a caer. Sus manos estaban hechas puños, tan apretados que temblaban ligeramente" "Lo siento... Pero... Es necesario... Espero que algún día lo entiendas..." "Ella no habló, no reaccionó, solo...