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Silver sintió su corazón palpitar con emoción cuando el avión aterrizó, su colita se meneó de lado a otro y jugueteaba entre sus dedos anhelando pararse de su asiento y correr a los brazos de su padre, tomó sus maletas mientras en orden caminaba hacia a la sala donde todos esperaban, buscando como su mirada a ese hombre de pelaje blanco y ojos color ambar,  pudo verlo, quien de la misma forma parecía buscar a alguien entre la multitud, su corazón latió con prisa y una sonrisa se figuró en su bello rostro, Silver quiso ir corriendo a estrujar entre sus brazos a su Padre, pero el agarre en su brazo le hizo recordar que debía permanecer con ella para presentarsele juntos. Los ojos ambar del erizo adulto identificaron a su hijo, alzó la mano y se escabulló entre la gente para rodear a su hijo entre sus cálidos brazos, la eriza de púas grises soltó a su hijo y se hizo a un lado para apreciar con disgusto a su ex-marido y a su primogénito.

- ¡ Hijo !, Bienvenido a casa

- Hola papá

Exclamó Silver con total emoción y un nudo psicológico entre su garganta, estrujando entre sus brazos a su padre deseando nunca apartarse, pero sabía que debía hacerlo, no pretendía quedarse en el aeropuerto sólo por cumplir su mayor deseó.

- Has crecido, ya casi me alcanzas

Rió el erizo despeinando a su hijo, risa que paró cuando miró con atención a su ex-esposa con los brazos cruzados y la mirada hacia a otro lado. Aun así, sonrió feliz de poder volver a verla en otras vacaciones más. Y la verdad, es que aun seguía amando a su ex-mujer con todo el corazón, sentimiento que jamas sería correspondido.

- Hola, Margaret

Ella miró con total desprecio y desagrado a su ex-marido, torció la boca desviándo de nuevo su mirada.

- Steven

Era obvia la tensión, y para Silver, era vivir el mismo infierno, detestaba la crueldad con la que trataba a su Padre, en realidad nunca comprendió porqué se divorciaron. Steven tosió disimuladamente rodeando el cuello de su hijo con un brazo, estaba completamente feliz de volver a ver a su hijo y tenerlo junto a él en las vacaciones.

- Bueno... Vallamos a casa, hijo. Tu tía debe estar esperandonos con la comida

Margaret miró con disgusto ante las palabras de su Ex, pues ella y su cuñada no se "tragaban"/ caían para nada bien, sin embargo, que otra le quedaba.

Una hora después

El sonido de los cubiertos resonaban en elcomedor de aquella casa, la tensión se veia, sin embargo, nadie se atrevía a decir ni una palabra, los tres adultos compartian miradas llenas de distintas emociones, mientras digustaban de los alimentos, o al menos eso hacian los dos erizos blancos, Margaret en cambio solo inspeccionaban su ensalada con el tenedor antes de llevarlo a su boca con gran duda, Silver solo picaba su comida y apenas si llevaba solo las "migajas" pequeñas de la carne a su boca, una pequeña eriza de seis años observaba a la familia mientras terminaba su alimento bajo silencio que se sentía en la mesa.

- Bueno... ¿ Qué les pareció la comida ?

Preguntó la eriza blanca para "romper el hielo", Steven tosió disimuladamente dejando reposar el tenedor contra el plato para mirar con calidez a su hermana, la pequeña eriza sonrió con total agrado hacia a su madre y Margaret solo miró con indiferencia a su ex-cuñada y la comida.

- Delicioso hermana, te quedó perfecto

- A mi me gustó mucho, mamá

Dijo feliz la pequeña eriza mirando con alegría a su madre.

- Awww Gracias mi amor~ mfmf

- Le faltó sal... Y la carne esta un poco... Dura, Laurein

Respondió la peli-gris antes de meter la carne a su boca. La eriza oji-ambar suspiró con molestia, ante las palabras de su ex-cuñada. Sin embargo, trató calmarse, no pensaba discutir con ella, no le veía caso hacerlo. Aunque quisiese sacarla a patadas de la casa de su hermano.

- Ay Margaret~... Siempre tan graciosa jeje... Aun no cambias

Y de nuevo el silencio, mientras la pequeña miraba confundida a su Madre y a su "Tía". La oji-ambar dejó de observar a la ex-pareja de su hermano y se giró a ver a su sobrino, la sonrisa que adornaba en su rostro se esfumó.

- Silver, cariño, ¿ Tu que me dices ?

Alzó la mirada y miró con total duda a la oji-ambar, Laurein miro confundida a su sobrino, le resultaba extraños que se encontrara tan distraído.

- Perdón, ¿ qué me decía ?

- Te decía que... ¿ Qué te pareció la comida ?

- Ah... Rico

- Cariño... ¿ Todo está bien ?

Cuestionó la eriza, le parecia muy extraño el comportamiento de su sobrino, Silver solo miró a su Tía fingiendo una sonrisa, como deseaba poder gritarle que "No", "No estaba bien"

En la distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora