𝖚𝖓𝖆𝖎 𝖘𝖎𝖒𝖔𝖓 |25|

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Ahora mismo podría ser perfectamente una de las veces que más nerviosa te habías sentido en la vida, y esque ibas a conocer a los padres de tu chico por primera vez, en los tres años que llevabais de relación, ya que por el COVID-19 no os pudisteis juntar.

Si os habíais visto y habíais hablado muchas veces por videollamada, pero no era lo mismo que verles en persona.

Te estabas terminando de vestir, cuando unos fuertes brazo te rodearon por detrás, antes de dejar un beso en tu cuello.

-¿Que está pensado esa cabecita tuya?- dijo Unai conectando vuestras miradas en el espejo-

-¿Y si no les caigo bien?-

-Mirame- dijo dándote la vuelta para que quedaris cara a cara-

-Miriam, has hablado con ellos muchas veces, e incluso antes de que lo hicieras yo siempre les hablaba de ti, y de lo genial que eres, están deseando conocerte en persona, y con lo que habéis hablado por videollamada se perfectamente que les caes bien, sobre todo a mi madre- dijo antes de unir vuestros labios en un beso-

Sus palabras te habían tranquilizado bastante, pero seguías estando nerviosa, por conocer al resto de su familia.

Cuando ambos estabais vestidos y preparados, os subisteis al coche para poner rumbo a la casa de sus padres.

Durante el trayecto te pasaste mirando por la ventana todo el rato, y esque cuanto más os acercabais, más fuertes se hacían los nervios.

-Tranquila ¿Vale?- Dijo Unai apoyando su mano en tu muslo una vez habiais llegado, antes de unir vuestros labios, probablemente la última vez durante las próximas horas-

- hola soy Miriam, encantada- dijiste entrando a la casa una vez os habían abierto la puerta-

Al principio de la cena estuviste bastante cortada, ya que no conocías a nadie, pero cuanto más tiempo pasabas, te ibas soltando más , ya que te hacian sentir comoda y en confianza, ya que desde un primer momento te habían tratado como si fueras una más de la família, cosa que alegraba a Unai y a ti también.

Después de cenar estuvisteis charlando entre risas, y como no la madre de Unai te enseño fotos suyas de pequeño, mientras él se moría de la vergüenza, pero a ti te parecía muy mono, siempre había sido guapo desde pequeño.

Alrededor de las dos de la mañana, decidisteis que ya era hora de que volvierais a casa, ya que el cansancio se estaba empezando a notar en vuestro cuerpo, aunque la madre de Unai os dijo que podíais quedaros a dormir ya que si no mañana tendriais que volver para la comida, rechazasteis la oferta, ya que preferíais dormir en la privacidad y en la comodidad de vuestra casa.

-ves como les ibas a caer bien, si al final te has soltado con ellos , con lo nerviosa que estaba antes de ir- dijo Unai cuando os estabais acomodando en la cama para dormir-

-bueno tenias razón, pero esque son muy majos y no he podido evitarlo-

Con una sonrisa adornando su cara, Unai tiro de ti hasta que acabaste con la cabeza apoyada en su pecho, y el rodeandote la cintura con tus brazos, y en cuestión de minutos ambos os habiais quedado dormidos.

Unai había aparecido en el peor momento de tu vida, y sin importarle nada, salgo al agua para evitar que te ahogaras y hacer de tu mundo un lugar mejor.
Era tu salvador, y siempre le estarías eternamente agradecida, por todo lo que ha hecho por ti, incluso cuando él no se daba cuenta.

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PERDON POR LA INACTIVIDAD, PERO ESTOS DIAS HE ESTADO MALO, AÚN ASI, GRACAIS POR EL APOYO QUE LE DAIS A LAS HISTORIAS

𝒐𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔 𝒇𝒖𝒕𝒃𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora