𝐂𝐚𝐩. 𝟑

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besitos

Aquel día tan esperado por todos -más no por Jungwon- había llegado.

El dia de la actuación era hoy y todos estaban listos para aquella gran presentación.

Los niños y niñas que no quedaron en los papeles principales, se vistieron de animales, flores y árboles.

Cómo en el caso de Jungwon, que le tocó ser un lindo conejo. Aunque él no estaba nada de acuerdo con ello, tenía que aceptar su realidad.

En los ensayos, Jay nunca le daba el beso en la mejilla a Suhyun, por mas que la profesora se lo pedía. Según el pequeño, estaba guardando el beso para la presentación.

Aquello era una razón por la cuál Jungwon no quería que llegase este día.

Salieron al patio en fila y se pusieron en sus Dosiciones.

Los árboles y flores quietos a un lado, mientras los animalitos saltando y caminando por el patio. Los personajes principales en sus escenas.

Las mamás de los niños presentes estaba sentadas en las pequeñas bancas, grabando con sus celulares a sus hijos. Aunque algunos sólo fueran árboles inmóviles, ellas derramaban lágrimas de orgullo.

Todo el acto transcurrió muy bien. Jungwon hacía su papel de conejo sentado en cuclillas “comiendo” la zanahoria de juguete que su mamá le había dado para darle más vida a su personaje. Claro que, él nunca desviaba la mirada de su JayJay.

Blancanieves mordió la manzana envenenada y cayó al suelo, dormida.

Jungwon rió bajito porque al fin veía a Suhyun quieta.

Siguió el acto y se acercó a ella cómo los demás niños vestidos de animales, rodeándola.

Empezaron a sollozar, tal como lo habían practicado.

Jungwon sí sollozaba, pero no porque su papel indicase aquello, sino porque sabía que la escena la cuál le partiría su corazoncito, se acercaba.

─ ¡Blancanieves! ─ dijo fuertemente el pequeño príncipe Jay, acercándose a donde Suhyun yacía echad.

Las mamás sentadas sólo atinaban a decir 'aw'

Los animalitos se alejaron un poco de Suhyun para que así se pudiera ver más a Jay y ésta.

Jungwon sólo tenia un puchero, rogando mentalmente para que Jay no le diera el beso a Suhyun.

Jay dijo sus últimas líneas, y con una cara de disgusto se acercó a mejilla de Suhyun y plantó un beso en ella, haciendo que las mamás soltarán soniditos de ternura.

Jungwon estaba boquiabierto, sintiendo sus ojos picar.

Blancanieves abrió los ojos y sonrió, para luego levantarse y abrazar a Jay dejando besos en su mejilla. Él sólo la alejaba, disimuladamente.

Todos los personajes secundarios gritaron de alegría, menos Jungwon, quien seguía con un puchero.

Se levantaron de donde estaban e hicieron una fila para luego soltar un 'gracias' haciendo una pequeña reverencia para ir con sus madres.

Jungwon fué corriendo donde su mamá y la abrazó fuertemente, tratando de no llorar. Ésta sólo le decía que hizo un muy buen trabajo.

El pequeño se separó de ella y a lo lejos pudo apreciar a Jay tomado de la mano con Suhyun, mientras sus mamás les tomaban fotos.

No pudo aguantar más y lloró, tapando su rostro mientras se dirigía a su aula.

Jay pudo lograr verlo, y soltó la mano de la niña, diciéndole a su mamá que debía ir al baño.

Jungwon entró al pequeño salón y se sentó en su banquita, escondiendo su cabeza entre sus brazos.

─ Po-po qué. ─ sorbió la nariz. ─ ¿por qué no m-me quiere? ─ lágrimas cayendo por sus pálidas mejillas.

─ ¿Wonnie? ─ preguntó una voz bastante conocida para el mencionado.

Jungwon se hizo bolita en su asiento, tratando de esconderse.

─ N-no está aquí. ─ respondió, causando una risita por parte de Jay.

─ ¿Por qué lloras? ─ preguntó Jay, sobando la espalda del contrario, quién ya estaba bien acomodado.

─ Es que, es que. ─ hipó. ─ tú no me quieres, t-tú quieres. ─ suspiró, agotado. ─ T-tú quieres a Suhyun.

Jay frunció el ceño levemente. ─ Yo te quiero a ti antes que a ella.

─ Pe-pero, a ella le diste un besito. ─ dijo Jungwon volteando a ver a Jay, mientras señalaba su mejilla.

─ A ti también puedo darte. No sólo uno, ¡m-muchos besitos! ─ Jay se acercó al pelinegro, dejando varios besos en su mejilla, haciendo que éste se sonrojara.

─ A-aparte. ─ Jay tomó entre sus manos la carita de Jungwon, formando un mohín en sus labios. ─ Mamá dijo que esto sólo se hace con la persona que quieles mucho, entonces lo haré contigo, porque te quiero muchito.

Jay cerró los ojos y se acercó a los labios de Jungwon, y juntó los suyos con los del pelinegro, quien ahora parecía un tomate andante.

No era un beso, sólo eran labios juntos, pero para ambos infantes, significaba mucho.

Jay se separó y abrió los ojos, para luego formar su singular sonrisa rectangular, mientras abrazaba a Jungwon, quien seguía como un tomate.

─ En el cuento, el príncipe no besa a un conejito, pero hoy lo cambiamos, ¿oki? ─ dijo Jay mientras se movía de lado a lado, aún abrazado a Jungwon.

─ Jay, también te quiero muchito. ─ respondió Jungwon abrazando más fuerte al contrario para que así supiera cuanto lo quería, sin importar su corta edad.

𝗕𝗟𝗔𝗡𝗖𝗔𝗡𝗜𝗘𝗩𝗘𝗦 » 𝗷𝗮𝘆𝘄𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora