Desde nuestra niñez, nos han enseñado a comprender el mundo de una cierta manera. Sin embargo, el entendimiento de la vida puede pasar por otros conceptos. La tierra es una escuela en la cual cada uno puede encontrar su propia verdad.
Los humanos es...
Aristóteles afirmaba que la finalidad de cada ser humano es la felicidad a través de la trascendencia.
EMR, mi interpretación es diferente. La felicidad no es una meta lejana. "Lo importante no es la meta, sino el camino". La felicidad no es la línea de llegada, el objetivo.
La felicidad está en cada momento, en cada respiración, cada olor, cada sabor, cada pensamiento. La felicidad está con nosotros, acompañándonos, dentro de nuestro ser.
En nuestra burbuja, podemos decidir de manifestar dicha felicidad o simplemente dejarla de lado, y enfocarnos a ser triste, insatisfecho, incompleto y sufrir.
Dado que la definición de cada uno de esos conceptos es 100% personal, cada uno decide enlazar su realidad a lo que siente, sacar como juicio, etiqueta, la de la felicidad o la de la tristeza. La de la paz o la de la tormenta. La del amor o la del miedo. Solo esos 2 sentimientos existen.
La felicidad es una decisión fuera del miedo, esta decisión pide un cambio radical en nuestra administración de nuestra burbuja. Pide cambiar el idioma de nuestra vida y traducir lo que experimentamos en términos amorosos.
La felicidad pasa por el desapego. El entender que uno no puede manejar más que su propia burbuja y que solo eso le pertenece. Su cuerpo, espíritu y alma. Sobre lo demás, el ser humano no puede actuar.
La humanidad ganaría quizás en aceptar que todo es perfecto y que la felicidad está adentro y no afuera. Ganaría en aprender a manejar estos conceptos en su monólogo interno, echando el miedo al fuego.
Para ser feliz, primero que todo hay que decidirlo. Manifestarlo en todo su ser, integrarlo como una realidad, una nueva manera de vivir.
Para ser feliz, se puede apoyar al hacer cosas que brindan felicidad. Con el cuerpo, el templo, sin exceso "excesivo". Pero uno tampoco debería perderse en un sinfín de actividades. No hay que olvidar el Ser antes del Hacer. Somos seres humanos y no hacer-es humano.
Para ser feliz, se recomienda aplicar las enseñanzas que llegan al camino de cada uno/a. Brindarle atención a las señales que guían el camino, practicando la espiritualidad que uno decida, a la medida que lo decida. No es porque uno irá a más ceremonias o más conferencias que será más feliz.
Será uno feliz cuando se ame de verdad y se respete en cada etapa de su propio camino. Cuando uno se acepte como es, sin voluntad de mentir sobre sí o esconder su propia realidad. Cuando uno tenga la claridad de entenderse en su aquí y ahora, se conecte con su mismo ser, su niño interior, y se ame, sin miedo al presente ni al futuro.
En este momento, uno amará incondicionalmente a los demás seres vivos porque sentirá tanto amor que querrá compartirlo con todo el mundo, hasta las hormigas que pasan a unos centímetros... Esta beatitud sin límite es la felicidad, el sentimiento de conexión al todo, de agradecimiento y gratitud por tanta abundancia y respeto, cariño y amor hacia todo ser, de esta creación.
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Yoan Montolio - El Despertar de mi Consciencia - Del Ego al Amor
