Bloody Love [Starker]

IV

Los sentimientos de Peter siguieron intensificandose con el paso de los días, Tony lo trataba con tanto amor, lo colmaba de elogios, besos, abrazos, regalos y mucho más. El hombre lo ahogaba con la atención que quería, a veces debía asistir a algunos asuntos urgentes en su empresa, pero Tony tuvo suficiente confianza en él para dejarlo deambular por la mansión siempre y cuando se comportará y le recibiera con la comida ya hecha.

Cocinar se había vuelto el pasatiempo favorito de Peter mientras estaba en la casa, también tenía otras cosas para hacer, leer, pintar con las acuarelas que Tony le obsequio, ver televisión, explorar algunas áreas de la mansión o pasar tiempo en el gran jardín, pero cocinar era algo que amaba, ahí demuestra su agradecimiento y amor hacia el hombre que lo salvó de una vida miserable, siguiendo las instrucciones del recetario de la madre de Tony que encontró en la biblioteca recreo varios platos italianos que su enamorado lo disfrutaba.

También le contó a Tony sobre su condición, fue una noche luego de cenar pasta, estaba tan nervioso que el hombre lo había notado y no pudo contener las lágrimas mientras lo confesaba, el alivio que lo inundó cuando el hombre reaccionó comprensivamente y le hizo preguntas no invasivas, solo estaba preocupado, y eso hizo que su enamoramiento hacia Tony engradeciera.

No avanzaron mucho en el camino del descubrimiento sexual, Tony le enseñó otras formas de sentir placer en el sexo oral, asimismo le enseñó como darlo, la forma en cómo debía respirar profundamente por la nariz para bajar por su polla, tratar de no morderlo y tomarse su tiempo para luchar contra su reflejo nauseoso.

Aún no llegaron al sexo penetración, según Tony quería tomarse su tiempo en enseñarle todo lo que debe saber sobre el sexo antes de llegar al final, y que ambos lo disfrutarán.

Por otro lado hubo ciertos contratiempos para acostumbrarse en los días en los que Tony se ausentaba por el trabajo y llegaba hasta muy tarde de la noche, se volvió tan dependiente del hombre que se sentía vacío cuando no estaba, una máquina que necesitaba que su creador le de cuerda para funcionar.

Todo esto pasaba por su mente mientras preparaba masa para pizza, la música de fondo (cortesía de Jarvis) lo hizo entrar en un lugar seguro donde solo estaba él, Tony nuevamente tuvo que asistir a otro asunto urgente al trabajo, así que tenía toda la mansión para él solo.

La mirada de Peter se posó en el recetario de la madre de Tony mientras dejaba la masa hecha reposar en un bowl con un trapo encima para que la masa pueda fermentar. Y chequeo su salsa, recordando que debía ponerle conserva de tomate para una buena coloración.

"Puede que en la nevera haya alguna." Peter murmuró para sí mismo, echando un vistazo en dicho lugar, sorprendiéndose al encontrar en un compartimiento muchas carnes envasadas, se extraño de que anteriormente no lo había encontrado, seguro no se dio cuenta en el momento.

Seguro Tony era un gran fan de la carne roja, aunque su confusión por el color de la curiosa carne aumento cuando encontró un indicio de carne rosada debajo de las demás, oculta para la vista si no te fijas bien.

Agarro esa bolsa pensando que sería hígado, pero su confusión fue reemplazado por terror al ver el contenido... eran pulmones muy humanos, tenía casto conocimiento en la medicina pero hasta una persona sin saberes sabría que lo que estaba viendo eran pulmones humanos.

¿Por qué Tony tendría esto en su nevera, más específicamente qué carajos hacía eso ahí? Su estómago se revolvió y tuvo que soltar lo que tenía en mano para taparse la boca y correr en dirección al baño, devolviendo todo el contenido de su desayuno.

Se enjuago la boca luego de vomitar y de paso se salpicó agua fría para despejarse, pero su mente no podía dejar de pensar del por qué Tony tendría algo como eso en la nevera, su mente le dio solamente peores conclusiones, pero todo llegaba a la conclusión de que Tony tal vez tiene una afición por la carne humana y mataba y comía gente.

'¿Estoy enamorado de un caníbal?' Peter pensó y sintió sus ganas de vomitar nuevamente.

Volvió con inseguros pasos a la cocina, pinchándose los brazos para escapar de esta pesadilla, en el camino se cruzó con una puerta entreabierta... era la oficina de Tony, el hombre varias veces le recordó que no debía entrar ahí, pero su curiosidad lo pudo más sin saber que eso lo haría arrepentirse.

Ahí dentro de la estancia, encontró en un mural varias fotos de personas, más bien jóvenes con sus datos personales y los lugares que visitaba, se sintió enfermo al alegrarse de que no había ni su nombre o foto en el mural.

"Cariño, ya llegué, Jarvis me notifico que estabas angustiado ¿Dónde estás?" Peter se asustó a muerte cuando escucho la voz del hombre en la planta baja, más bien en la entrada principal.

Mierda se olvidó de la nevera abierta con el compartimiento de la carne fuera y el trozo de pulmón envasado en el suelo de la cocina que soltó cuando fue corriendo al baño.

"¿Bebé?"

"¡Ya voy, solo estaba en el baño!" Grito en respuesta saliendo de la oficina.

Peter se dirigió abajo a toda velocidad, cosa que hizo mal ya que tropezó con sus pies y rodó por las escaleras restantes, al llegar, gimió adolorido con los ojos cerrados agarrándose su tobillo herido, lo más probable es que lo haya torcido, pasos rápidos se acercaron a su dirección y abrió los ojos para encontrarse con Tony, el hombre sin decir palabra lo recogió en brazos y lo llevo a un sofá, el chico gimió al ser depositado y tembló de miedo cuando el contrario le apartó las manos de su tobillo para revisarlo el mismo.

"Tuviste una pequeña torcida, te va a doler lo que voy a hacer, pero debo ponerlo en su lugar de nuevo." Tony suspiro preparándose, sin dejar que el chico proteste movió el tobillo con fuerza suficiente, besando con fuerza al menor para tragarse el grito que salió de sus labios.

Al descansar el tobillo en una almohada para buscar vendas, Tony vio a Peter llorar en silencio con la cabeza gacha, Tony sabe que además del dolor estaba llorando por otra cosa, esa cosa era que descubrió que él es un caníbal y mata gente para luego comerlas, el multimillonario lo sabía al encontrar la nevera abierta con su compartimiento de carne y unos pulmones envasado en el suelo.

Seguro ahora mismo Peter estaba aterrorizado de que fuera el siguiente en su menú, ahora que sabía su secreto lo iba a matar, como si Tony fuera capaz de hacer eso, no puede y jamás podría. Con el pasar de los días su hambre por el chico se esfumaron mientras sus sentimientos por él se intensificaron, ya podía ver en un futuro cercano una alianza de oro en el dedo anular del chico y un bebé en sus brazos.

"Tranquilo mi amor, sabes que no te haré daño. Te amo demasiado para pensar en matarte y además, eres mío." Tony se le escapo con ojos oscuros, limpiando las lágrimas de las mejillas de su amor.

"¿N-no vas a l-lastimarme?" Peter dijo entre resfriados tratando de calmarse, observando al multimillonario aplicar una bolsa de hielo sobre su tobillo haciéndole gemir para luego vendarlo.

"Jamás lo haría, te lo prometo." Tony se sincero besando la mejilla del chico.

"Dijiste que me amas." Peter confesó tímidamente volviendo a ser el chico inocente que aún seguía siendo.

"Si, y lo dije muy en serio, no se me salió por nada."

"Yo también te amo y mucho, nunca experimente las sensaciones de estar enamorado, por eso eres mi primero de todo." Peter entrelazó sus manos, mirando con tanto amor al mayor.

"Entonces... ¿No te aterroriza que coma gente?" Tony cuestionó confundido al escuchar el amor que le profesaba Peter.

"No me lo esperaba, pero sabiendo de cómo estoy aquí no me sorprendería, lo sé soy muy raro, una persona normal ya estaría buscando la forma de escapar, por cierto no pude terminar la cena " Peter agrego lo último avergonzado.

"Eres literalmente un ángel, bebé, la cena es lo de menos, lo terminaré por tí ahora que no puedes moverte." Tony dijo dulcemente besando los nudillos del rizado.

"Gracias por volverme a hacer feliz, Tony." Peter sintió que volvería a llorar de la felicidad.

"Gracias a tí por existir, Peter."