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| ︶꒦꒷⚽꒷꒦︶ |
Sofía
Abrí mis ojos sintiendo los suaves labios de mi, ahora, Novio, en mi mandíbula mientras acariciaba mi cintura, despertar con Leandro Paredes es seguir soñando— es muy temprano para andar enamorándome...
Su risa un tanto ronca por haber despertado hace poco resonó en mis oídos y mis manos acariciaron su corta barba — por favor, espero que lo primero que vea en todos mis días sean esos hermosos ojos—
—Sos hermosa, lo sabías ¿no?— reí levemente dejándome endulzar por su voz.
—¿que le vas a decir a los niños?— cambié de tema tímidamente ante los comentarios coquetos del futbolista.
—que hicimos una pijamada, los amigos hacen pijamada, no?— reí y el escondió su cabeza en el hueco de mi cuello disfrutando de las caricias que le daba en sus hebras negras— quiero que ellos sepan que sos mi novia, con Gio no es mucho problema, pero Vic ya entiende todo eso.
—bueno... Cuando ella fue a mi casa me dijo que su papá andaba muy enamorado— bromeé recordando como la pequeña delataba a su padre sin culpa alguna.
—traidora...
─◌✰್
—¡SISISIISISISI!— Vic daba saltitos de emoción por la notícia haciendo sonreír a los mayores.
Sofía y Leandro suspiraron tranquilos al saber que los primogénitos de Leo tomaron bien la noticia.
—vic...— la pequeña miró a su padre — guardaste nuestro secreto con Gio, no?— ella se tensó al oir la pregunta.
—si...
Sofía río levemente sabiendo que Victoria le dijo un sinfín de cosas de su padre, pero no la podían culpar, ella era fan número uno de la pareja.
—¿porque no pedimos helado para celebrar?— propuso la colorada.
—SISI— Contestaron los hermanos al unisonido.
—tenes que dejar de consentirlos tanto— murmuró Leo recibiendo un pico en la punta de su nariz y una sonrisa traviesa.
─◌✰್
—Al final se lo tomaron bien— Dijo el futbolista limpiando la cocina con su novia.
—si... Estaba preocupada— ella suspiró calmada apoyándose en la mesada.
—no tenías porqué estarlo, ellos te quieren mucho — Leo acarició su cintura mostrándole aquella hermosa sonrisa.
—¿ya te dije que tus ojos son el más hermoso mar que he visto?— sus manos descansaron en el cuello de su pareja.
—soy un maldito con suerte—
—¿Por?...
—porque tengo a la novia más hermosa de el mundo—
—No digas eso, me da vergüenza...— Leo río para luego unir sus labios en un lento beso.
No había apuro ni desesperación en los movimientos, solo disfrutaban el momento en el que se demostraban el cariño que se tenían.
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