—Jamás debiste salvarme esa noche en el puente.—Pronunció Mina mirando por la ventana del auto cómo árboles y viviendas quedaban atrás.
—Solo hice lo que me pareció correcto.—Contestó Jihyo detrás de volante mientras conducía hacia la casa de Jiu, su prima.
—¿Lo correcto dices?—La miró Mina volteándose hacia ella—¿Te pareció correcto mantenerme en esta tortuosa agonía? ¿Traerme de vuelta a este infierno al que le llaman vida?—
—Mina.—Recriminó Chaeyoung desde uno de los asientos traseros.
—¿¡Que!?—A ella se giró exaltando a la enfermera que miró por el retrovisor.
—Ella hizo lo correcto.—A Jihyo miró Chaeypung—Solo hizo lo que yo hubiese hecho si... hubiese podido...—La mirada bajó.
—¡Pues yo no quería esto! ¿¡Por qué nadie lo entiende?!—De sus ojos brotaron lágrimas.
—Mina.—Jihyo le habló llamando su atención—Llegamos.—El auto aparcó frente a una casa con un pequeño jardín al frente y entonces corazón de la japonesa comenzó a latir con fuerza mientras sus lágrimas caían en silencio.
El miedo la envolvió hasta dejarla casi sin aliento.
—¿Estas bien?—La voz de la enfermera llegó hasta sus oídos—Mina.—Su mano tomó.
—S-Si. Vamos.—Sus lágrimas limpió con el dorso de sus frías manos.
¿Y si realmente Jiu no podía hacer nada para que Chaeyoung pudiese quedarse?
No, no, no.
Tenía que haber una manera.
O Chaeyoung se quedaba o las dos se iban juntas, pero de ninguna manera podía quedarse sola, no otra vez. Ya pasó por eso y sabía lo infernal que era por lo que no lo quería.
—Vamos .—Jihyo bajó del auto primero. Antes había llamado a su prima para avisarle que Mina llegaría pronto—¡Jiu, llegamos!—Avisó la enfermera después de cerrar la puerta principal dejando pasar a las otras dos chicas.
—¡Voy!—La dulce voz de la mujer se oyó de algún lado. Las manos de Mina temblaban ligeramente dejando en evidencia el pánico que la asfixiaba por dentro.—Hola.—Saludó Jiu con amabilidad después aparecer de algún lado.
—Las dejaré a sola para que hablen.—Jihyo habló—Te espero en el auto.—A Mina se dirigió antes de abandonar la casa.
Jiu miró a la pálida Chaeyoung que estaba detrás de Mina y esta le asintió.
—Pasa. Toma asiento donde gustes.—Le indicó Jiu a Mina dándole paso al interior de su pequeña y cálida casa, pero que al momento de la llegada de las chicas, un frío desolador invadió el lugar.—¿Quieres tomar algo?—Ofreció después de que Mina en silencio tomara asiento en uno de los sofás de la pequeña sala.
—A-Agua, po-por favor.—Contestó Mina después de mirar a su alrededor.
Esperaba ver una oscura casa, con objetos espantosos colgando por todas lados cómo el las brujas que solía ver en las películas, pero no, resultó ser todo contrario, la casa era muy cálida y limpia, bueno el ambiente se había tornado frío, pero ella sabía el porqué. Jiu obedeció y en menos de cinco minutos ya estaba de vuelta en la sala con un vaso de agua y un abrigo puesto.—Gracias.—Mina contestó tomando el vaso de las manos contrarias. Jiu frente a ella en el sillón individual tomó asiento, notando el evidente aspecto depresivo de Mina y en su mirada el dolor que la consumía día tras día.—Finalmente te conozco.—Mina dijo después de beber un sorbo de agua dándole un poco de humedad a sus resecos labios.
—Si.—Sonrió con amabilidad.
—Yo... necesito hablar contigo.—Sobre la mesa de centro colocó el vaso de agua.
—Claro. ¿Chaeyoung?—A la nombrada se dirigió Jiu—¿Puedes dejarnos a solas por favor?—Pidió a la chica que observaba fijamente a Mina desde el otro extremo del sofá
—Está bien.—Suspiró poniéndose de pie para luego dirigir sus pasos hacia el patio trasero.
—Bien. Tu dirás...—En el asiento se acomodó Jiu sabiendo de ante mano lo que se venía.
N/A
Gracias por leer. Ya vamos por la recta final.
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El frío de tu Ausencia (Michaeng) PAUSADA
FanficChaeyoung hará todo lo posible por sacar a Mina de la oscuridad en que esta se ha sumergido desde aquel día. ¿Lo logrará? Historia triste.