La puerta de entrada se abrió lentamente. Se oía la voz de la profesora despidiéndose de algún conocido de paso, acomodó su bolso de piel de reptil colgando de sus delgados brazos, y entró cerrando la puerta tranquilamente. Tenía el mismo cabello corto marrón rojizo enrulado con pésimos bucles de peluquería barata, una cadena de oro se dejaba ver en su cuello mostrando con orgullo el dije de una runa. Vestía una camisa lisa de color rojo bordo, brazaletes anchos dorados, un par de largos aros de plumas negras, una pollera larga hasta los tobillos de color gris oscuro y un par de zapatos de anciana color negro. Sonrió con su perfecta falsa dentadura de labios color carmesí y nos observó con su mirada castaña cargada de ansiedad. La vieja Señora Olivia Coleman.
-Buenos días, mocosos- sonrió con tono falsamente alegre- Espero que tengan una tranquila y hermosa mañana. Algunos ya me conocen, otros desean olvidarme mientras que un mínimo porcentaje de seguro no quiere saber quién soy. Puedo ver algunas caras nuevas y algunas ausentes-.
-Peyton, Olson y Jarry perdieron el año- contestó Roger, un muchacho rubio de ojos miel que se sentaba al final del salón
-Y tenemos un nuevo integrante- ronroneó Sam mirando a Harry.
Ella corrió emocionada hacia su banco y lo tomó del brazo. Con elegancia y seductora como siempre, lo atrajo más hacia ella y lo colocó frente a toda la clase. Coleman colgó su bolso de marca en la silla y se colocó junto al muchacho siendo Sam la que se hallaba entre medio de ambos.
-¿Tú nombre, muchacho?- preguntó Olivia.
-Harry Styles. Omnis voluptas assumenda est contra te- añadió mirando a Coleman a los ojos con completo respeto.
-Et omnis voluntas mea est- respondió ella de la misma forma.
Harry había dicho: Un placer conocerla, y ella respondió: El placer es todo mío. Toda la clase los observó confusos pero sin intención de aclarar sus dudas. Coleman se impacientaba con tantas preguntas y más en el primer día. Gracias al cielo solo viernes teníamos su materia. De repente noté algo ¡Harry sabía latín! ¿Por qué se negó en hablarme sobre el dije? Ese maldito mentiroso...
-Señora Coleman, ¿tiene un minuto?- dije colocándome de pie.
-Te escucho, Crowen- dijo asintiendo.
Iba a regresar a su escritorio pero recordó la presencia de ambos jóvenes frente a toda la clase.
-Señorita Honney, le pido por favor que suelte al joven Styles y regresen a sus asientos-.
Sam cedió con desganas pero antes de que Harry regresara a su lugar, me puse de pie y lo arrastré conmigo hacia la señora Coleman.
-¿Necesita algo importante?- preguntó ella colocándose los lentes y cerrando su bolso con cuidado.
-Harry, quítame la cadena- le dije dándole la espalda.
El roce de sus dedos en mi cuello me provocó un escalofrió. Deslizó la cadena y la tomé en mis manos. Acerqué el reverso del dije a la señora Coleman.
-¿Qué dice aquí?- pregunté.
Acomodó nuevamente sus lentes y leyó.
-¿Qué tal si lo traduce el joven Harry?- pidió, orgullosa- ¿puedes hacerlo?-.
Harry tensó la mandíbula y mordió el interior de su mejilla para evitar sonreír. Mi plan funcionó. Tomó delicadamente el corazón con alas sobre la palma de su mano y dijo:
-Te protegeré-.
-Perfecto- alabó la profesora.
-¿Satisfecha?- me dijo devolviéndome el collar.
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Lágrimas de Ángel ( Adaptacion H.S)
RomancePrefacio Harry había permanecido a su lado mucho antes de que ella naciera. Se limitaba a observarla y protegerla, pensaba que a pesar de que no pudiera verlo podría sentirlo a su lado, pero a medida que el tiempo transcurría todo lo que era parte d...