Todo comenzó con una tarde lluviosa, mi vida se encontraba en un torbellino sin salida, ni alguna esperanza. Pero quién iba a saber que esa tarde tan normal como cada día, se convertiría en la razón por la que me mantengo viva nuevamente...
Prohibid...
─Mamá ya llegue ─dice Jo regresando a casa de la escuela. ─Hijo ¿Cómo estuvo la escuela? ─pregunta su madre esforzándose para ir a recibirle. ─Ma... volví a verla. ─¿A quién cariño? ─pregunta confundida. ─A ella, Asakura Jin ─la señora deja caer los cubiertos, el chico se acerca a ayudarla y la nota nerviosa. ─¿Asakura Jin? ─él asiente.
Yo... Asakura Jo... Soy adoptado. Desde que me perdí en un accidente automovilístico, no supe nada más de mis padres biológicos, tenía tan solo 4 años cuando todo ocurrió, estaba asustado y confundido, como era tan pequeño las personas que me encontraron me llevaron al hospital y al no encontrar ni un solo documento que les dijera algo de mi o de mis padres fui trasladado a un orfanato luego de mo recuperación, estuve varios meses en ese orfanato y poco después fui adoptado por una familia. Al principio fue difícil adaptarse, lo único que hacia era llorar y desear escapar, me sentía muy triste y solo, pero hice mi mayor esfuerzo por ser una buena compañía para mis padres adoptivos y al tiempo me acostumbre a ellos, debía ser bueno para algún día poder encontrar a Jin y a mis padres.
No recuerdo mucho de ese día y mucho menos el accidente, solo el haber soltado la mano de Jin para levantar mi coche de juguete, el resto es todo borroso. El Rostro de mis padres y hermanos si tenía, nada, solo recueros a Jin, porque sabía que ella era mi hermana, mi hermana gemela. Ni siquiera tengo recuerdos de mi vida antes del accidente, así que ha sido difícil incluso saber quien soy.
─Te había dicho... creí que había dejado la escuela, pero hoy volví a verla ─dice ayudando a la mayor a llegar al sofá. ─Jo... Hijo, debes detenerte. ─Ya sé que dijiste que no es el momento y que acercarme ahora sería imprudente dada las circunstancias en que nos encontramos, pero es más doloroso verla a diario y no poder hacer nada, no sabes lo que es que para tu hermana tu seas invisible. ─No entiendo, lo sé y también sé que es doloroso para ti hijo, y de seguro lo será para ella, pero tendrás que conformarte con verla y nada más, solo hasta que sea el momento ─Jo niega. ─No me basta con solo verla, quiero acercarme y decirle que soy su hermano, quiero decirle la verdad ¿Cuándo es ese tiempo? ─dice con lágrimas apunto de escaparse─. Es la primera vez que veo a mi hermana después de un año, todo este tiempo solo he podido observarla, por favor ¿No hay nada que pueda hacer? ─solloza─, podría ser la única familia que me queda, y si luego es muy tarde ¿Qué haré? ─Podría ser la última vez que me veas también ─a veces sus palabras eran tan egoístas, ella lo quería solo para ella, Jo no buscaba lastimarla, pero sus peticiones ya no eran agradables, porque también sufría. ─¿Por qué me dices que me detenga? Eso es lo más egoísta y terrible que me hayas dicho hasta ahora ─dice saliendo de casa. ─¡Jo, regresa!
Harua y los chicos habían planeado quedarse en casa de Yuma solo para pasar el rato y compartir entre amigos.
─Harua ¿También has notado a Jo algo distante? ─Harua se queda pensando en lo que Maki le dice acercade su amigo y concuerda con él, también había notado que Jo estaba algo distante y pensativo. ─Ahora que lo pienso, también note, pero creí que era solo idea mía ─responde. Será que es cierto que Jin y él... ─Seguro es nada ─dice el menor sacándolo de sus pensamientos─, ¿Terminamos por hoy? ─pregunta Maki acerca de la clase de piano. ─Sí, podemos seguir mañana. Ya casi es la hora, deberíamos estar de camino a la casa de Yuma, es mejor apresurarnos ─dice él.
A la mañana siguiente Harua fue uno de los primeros en despertar y cuando lo hizo se percató de que Jo no estaba en la habitación.
─¿Harua, qué haces despierto?─pregunta Yuma quien había despertado hace unos 5 minutos como mucho y no había notado la ausencia del chico.. ─Jo, no está aquí ─responde. ─¿Mm? ─se queda viendo a su alrededor─, ¿Adónde habrá ido? ─se pregunta el mayor─, no se despidió ni siquiera. ─¿Crees que se haya ido? Porqué lo haría si es muy temprano ─continúa Harua. ─¿Qué sucede? ¿Por qué están despiertos? ─pregunta Taki uniéndose a la conversación mañanera, Harua y Yuma se ríen al ver el peinado gracioso de Taki─. ¿Qué? ─Vemos que eres guapo por la mañana ─se les une Maki, todos ríen alto y en eso entra Jo a la habitación. ─¡Jo! ─exclama Yuma. ─Buenos días ─dice el antes mencionado sin alzar mucho la voz─, vengan a desayunar, la madre de Yuma me envió a despertarlos ─todos dejan las almohadas y se levantan.
Había sido una noche y mañana agradable, aunque Harua seguía pensado en Jo ¿Se levantó temprano para ayudar a la madre de Yuma a preparar el desayuno o no había podido dormir desde temprano? Pensar en que su amigo pasaba por un mal momento realmente lo hacía sentir mal, pero no quería sobre pensar mucho las cosas.
─Jo... ¿Podemos hablar? ─le pregunta una vez están solos en la habitación. ─Claro, dime. ─¿Te sientes bien? Últimamente te noto pensativo, me preocupa que lo estés pasando mal y te lo guardes, sabes que puedes confiar en mi, soy tu amigo. ─Nada de eso, estoy muy bien, no me pasa nada así que no tienes que preocuparte. ─¿Lo dices en serio? ─Sí, los demás nos esperan, debemos ir con ellos.
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