PRÓLOGO

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"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer "

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"Cuando el misterio es demasiado impresionante,
es imposible desobedecer ". 
-Antoine de Saint Exupéry

Qué aburrido.
¿Así serán todas las excursiones?

"Hoy se cumplen siete mil años desde la desaparición del gran líder supremo, Amaro. El protector de nuestro universo y del templo Refugaz. Fue tan importante para la humanidad de aquel entonces, ya que impidió la destrucción de todos los seres humanos, trayendo paz y harmonía a todas las naciones".

Un altavoz sonaba por todo el autobús relatando una pequeña introduccón del lugar a donde se dirigían, haciendo que Blane suspirara por centésima vez mientras viajaba con sus compañeros de primaria. Quería taparse los oídos para poder dejar de escuchar, pero en cambio, metió sus manos en los bolsillos de su sudadera y las movía impacientemente esperando llegar.

Apresar de ser el único en verse inconforme, parecía que a los demás tampoco les importaba un comino la historia. Todos estaban con la misma expresión de aburrimiento en la cara tratando de escuchar el tedioso sonido de la persona hablar. 

"Amaro aparte de ser sabio e inteligente, era poderoso. Creó el hechizo que desterró por completo al destructor de reinos, Centauris. Junto a él, desapareció su fiel ejército y el Éter, mecanismo que tenía un poder inimaginable".

Termino de decir la molesta vocecita femenina que salía del altavoz, antes de aparcar en el pequeño estacionamiento.

¿Este es el lugar? Pensó Blane al mirar por la ventana.
Refugaz es solo un edificio viejo y desgastado por los años ¿Qué tenía de cautivador? Esperaba que mal menos estuviera más interesante por dentro. 

— Hey tonto ¿No vienes? — dijo la chica con la que venía sentado.

— Claro, ya voy — Blane solo bufo.

— Vamos, solo serán dos horas y luego iremos almorzar. Así que deja de quejarte — dijo golpeando su brazo con cierta dureza.

Bajando del autobús, se acomodó su sudadera gris y se colocó su gorro. Lo único que lo distinguía de sus demás compañeros del suéter azul marino y pantalón negro.

Quiso desistir al entrar algo definitivamente lo inquietaba demasiado y lo ponía de pésimo humor ms que de costumbre, por desgracia, sería castigado por una conducta inaceptable por la directora; cómo la de hace unos meses atrás, cuando causó una explosión en el laboratorio de química por diversión. Además, no necesitaba otra mancha negra a su expediente.

Al entrar una extraña instructora los recibió con una sonrisa de oreja a oreja con algunos folletos en mano.

El vestido color beige con flores azules, moradas y rosas, sandalias del mismo color, y su cabello sostenido en diadema en la frente con una piedra color turquesa, la hacían lucir como personaje creado de un cuento de hadas por Disney. Sin contar que no sobrepasaba los treinta años. Aquella mujer parecía amar su trabajo, ya que cada cosa que mostraba lo decía con un gran interés y con pasión.

Maldicion De Medianoche (Ppgz&Rrbz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora