𝔻𝕀𝕊ℙ𝕃𝔸ℂ𝔼𝔻 [𝕊𝕡𝕚𝕕𝕖𝕣-𝕄𝕒𝕟/𝔻ℂ ℂ𝕣𝕠𝕤𝕤𝕠𝕧𝕖𝕣]

«Chapter 12» Si miras hacia arriba, puedes ver el fondo

Nota del autor (original):

La primera parte del capítulo que tengo escrita desde el primer borrador de la historia. Era una de esas escenas que sabía que quería en la historia tanto para dar cuerpo a Batman como para establecer la relación de Barbara y Gordon. Sin embargo, ustedes ya debatieron todos los puntos que quería mencionar, así que los culpo por no estar completamente satisfecho con la primera parte. El resto, sin embargo, fue muy divertido de escribir.

Hay mucha progresión en la trama en este capítulo con un poco de construcción de personajes. Si todo va según lo planeado, ¡el próximo capítulo debería ser el que todos han estado esperando! ¡Solo tomó unas noventa mil palabras!

En otra nota; Empecé a leer con libros como Sherlock Holmes y otras novelas de misterio y, aunque no soy un autor de misterio, ha influido bastante en mi escritura. Se muestra especialmente en este capítulo, pero no quiero que algunos de ustedes se lo pierdan porque fui demasiado sutil. Entonces, aquí está tu cabeza en alto; a veces lo que no se dice es tan importante como lo que se dice.

Mi nota:

Capitulo sin Editar

Palabras: 6922

Si ven a un Pedro o cualquier error en los párrafos, favor de poner un comentario para corregirlo.

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James Gordon estaba siendo castigado por sus muchos pecados. Al menos eso es lo que sintió cuando miró su plato con el ceño fruncido. Barbara echó otra cucharada de verduras y colgando de un lado había una patata al horno. No solo su papa no tenía malvaviscos derretidos, sino que su bistec, lo que más esperaba desde que Bárbara le dijo que estaba haciendo, apenas cabía llamarlo así.

Gordon lo empujó con un dedo y su ceño se profundizó. Ni siquiera era del tipo tierno para justificar que fuera del tamaño de la palma de su mano. Miró a su hija, o más bien al bistec mucho más grande en su plato, antes de apartar rápidamente la mirada y comerse mansamente un trozo de brócoli.

—Cinco paquetes —dijo Bárbara, cortando un trozo de bistec... ahh... estaba medio cocido, justo como a él le gustaba—. “En cuatro días, te has fumado cinco paquetes de cigarrillos”, dijo en un tono que Gordon solo podía cambiar de tono con aire de culpabilidad en su silla.

Ni siquiera pudo protestar porque ese número era aterradoramente exacto. —Tengo un topo en el departamento —dedujo, sorbiendo su agua—. Tenía que ser alguien lo suficientemente cercano a él como para poder monitorear su hábito, por lo que redujo un poco la lista de posibles sospechosos. Solo había un puñado de personas en el edificio que pasaron más de un par de horas con él...

'Renee', pensó Gordon, cortando su 'filete'. Cómo llegó Bárbara a su mano derecha era un misterio en sí mismo, pero Bárbara tenía sus caminos.

“Puedes tener el otro”, respondió Gordon, “si te comes todas las verduras. No deshará todo el daño que le hiciste a tus pulmones, pero lo equilibrará”. Gordon no creía que funcionara de esa manera, pero sabía que no debía discutir con Barbara.

Casi por reflejo, sus ojos se dirigieron a la silla vacía en la mesa. Hubo un tiempo en que trató de quitarlo de la mesa unos años después de su muerte, pero no logró pasar la comida. El dolor se volvió más fácil de manejar con el tiempo, pero el agujero siempre estuvo ahí. No ayudó saber el por qué y el cómo fue asesinada. No cuando él también sabía quién.

Como si pudiera ver sus pensamientos en espiral descendente, Barbara habló, “papá. ¿Por qué la Liga de la Justicia no ha venido a Ciudad Gótica? Ella preguntó, atrayendo su atención y él la miró sorprendido por un momento antes de que una sonrisa se asentara en su rostro.