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Los siguientes diez minutos fueron una tortura para él, paniqueado cuando el menor entró a la cocina y le encontró respirando profundamente apoyado en el lavadero

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Los siguientes diez minutos fueron una tortura para él, paniqueado cuando el menor entró a la cocina y le encontró respirando profundamente apoyado en el lavadero. Tuvo que inventarle una excusa barata para ello, pintando que se había quemado cuando la sopa salpicó sin querer a su mano libre. Gracias a Dios no le hizo más preguntas, echándolo de la cocinar para encargarse de servirlo por su cuenta pidiendo que le espere en el pequeño comedor.

-Ya estás mejor, Yun?- llegó de improviso a él, sosteniendo uno de los cuencos que le extendía con cuidado.

-S-Sí, no fue nada grave. Gracias- sonrió como pudo y se acomodó igual en su asiento. Un "no hay porqué" fue lo último que captó antes de fundirse en su sopa con dedicación, una distracción grata para no pensar en como iban las cosas de puertas afuera y casi funcionando cuando la voz del menor le trajo de vuelta al mundo real.

-Aún podemos ver esa película, verdad? O te sientes cansado?- le cuestionó con voz pequeña, algo curioso en él al ser tan grande y su voz no siendo precisamente aguda en lo habitual. Sonrió en respuesta cuando lo pensó mejor.

-No, creo que aún podemos ver esa película- le dijo con una leve sonrisa amistosa, tomando su mano sobre la tabla y rebotando su pierna por debajo de la misma. La ansiedad se lo iba comer vivo uno de estos días.

La cena transcurrió normal y sin contratiempos, a veces siendo sorprendidos por un ruido fuerte pero nada de lo que ambos pudieran asustarse demasiado. Cumplieron su promesa y al finalizar de lavar y guardar lo usado fueron a la sala para encender la televisión, las noticias con el furibundo estado climático siendo lo que les recibió primero y ambos temblaron cuando algunos videos de los rayos en acción eran pasados como en cámara lenta a sus ojos. Ninguno lo soportó más.

-Busquemos algo en Netflix o así, quieres?- fue lo que dijo para tratar de calmar su interior, más a él que al mismo Mingi.

-Sí, mejor- contestó tembleque y obedeció, entrando a la aplicación y esta ofreciendo nada más y nada menos que películas charlando del clima: "Tormenta eléctrica", "Que me parta un rayo" y "Sharknado" eran las portadas principales que casi le hicieron reír de la ironía.

Esto es porque no me quieres, verdad dios?

Espabilaron un poco de las sugerencias y fueron a probar suerte en la sección de comedias, buscando desinteresadamente —al menos el castaño— algo que pudiera callar la furia escandalosa fuera de su hogar, no teniendo mucho éxito cuando al golpear otro rayo el menor se apegó a él con pánico, la cabeza que anteriormente estaba en su hombro tratando a la fuerza de ocultarse entre su cuerpo y el sofá. Un pequeño beso en su coronilla y una sonrisa encantadora fueron lo único que pudo proporcionarle en ese momento. No la estaba pasando mejor, una almohada cayendo en su entrepierna misteriosamente porque "puedes recostarte aquí si quieres, no hay problema", cuando en realidad sí lo había, y muchos. Muy en el fondo esperaba que no lo hiciera, si le tomaba la palabra y se disponía a dormitar sobre su regazo de forma inesperada no sería el único en llevarse una sorpresa, y no sería de las buenas.
El menor continuó buscando hasta que lograron conciliar una opción para reírse un buen rato, la película de "Y dónde están las rubias" siendo la elegida para limar la tensión y distraer el ambiente.

𝙼𝚛. 𝚃𝚑𝚞𝚗𝚍𝚎𝚛𝚜 [𝚈𝚞𝚗𝚐𝚒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora