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03: SUBMARINO

7 AGOSTO, 2022

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7 AGOSTO, 2022

LONDRES, INGLATERRA
ESTADIO OLÍMPICO DE LONDRES

—¿Nalu?

El acento cordobés inconfundible de Julián se escuchó a sus espaldas, con la voz ronca y una connotación confusa. Luna suspiró y con una mueca de incomodidad se giró lentamente hasta observarlo de frente. Mala idea, pensó.

El delantero del Manchester City llevaba puesta todavía la segunda camiseta alternativa del equipo, de un color amarillo fluorescente que, si bien era espantosa, a él le quedaba de maravilla. En sus hombros colgaba una toalla blanca mientras sostenía una botella color verde de la marca Gatorade.

—Pepe, ¿te acordas que me ibas a presentar a Foden? —cuestionó Celeste en voz alta, zamarreando a Pep, el cual la observó confundido.

—¿Qué dices, Chelu? Si ya... —mencionó el director técnico, bajo la mirada divertida de Julián, el cual tuvo que retener la sonrisa que se escapaba por sus labios.

—¡Nos vemos! —se despidió la representante, y sin esperar respuesta, llevó a Guardiola hacia la salida mientras este fruncía su ceño y hablaba nervioso con la chica.

El ambiente quedó tenso luego de que Celeste y Pep se fueran. No sabían si era porque ninguno tenía algo de lo que hablar, o si realmente tenían cosas que debatir y no querían asumirlo. Julián caminó hacia el asiento donde se encontraba su apellido, y rápidamente se sentó. La analizó sin vergüenza alguna, mientras tomaba unos cuantos sorbos de su agua.

Luna estaba hipnotizada ante aquella imagen del futbolista, quien en ningún momento rompió contacto visual con ella. Su cuello se contraía en cada trago, de manera dura y agresiva, a la vez que el chorro salía del pico como si fuese una especie de fuente. Luego de ese acto, el muchacho agarró su toalla y secó todo rastro de transpiración vieja. Luna seguía cada movimiento, cada pequeño atisbo de intimidad para venerarlo.

—Hace mucho tiempo no te veía —finalmente expresó Álvarez, recostándose en la silla. Luna sintió un escalofrío al oír el tono de su voz, ese que reconocería en cualquier lado y, años después, seguía causándole el mismo efecto.

—Me viste hace un mes —decretó Luna, evitando su mirada intensa. Resultaba mucho mas interesante el tacho de basura, para ser franca. Pero cuando vio de reojo la pequeña sonrisa en el rostro de él, sus piernas flaquearon antes de que pudiera girar.

—Pero hace tiempo no te veía así —murmuró, levantándose de su lugar lentamente hasta que, paso a paso, quedó frente a ella. Luna se giró justo cuando él respiró profundamente, con sus ojos marrones directo hacia los suyos.

FORMATION LAP | JULIÁN ÁLVAREZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora