01| Cómo simples extrañas.

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Ella la observaba desde la distancia, intentando ser lo más disimulada posible e ignorando descaradamente lo que sus amigos a su alrededor hablaban.

Arrugó levemente el ceño al momento de sentir una dolorosa y fuerte punzada en la boca del estómago, resultado de haber visto como los labios de ella se unían con los de él en un beso fugaz pero fogoso. Aquella sensación desagradable la obligó a apartar por unos cuantos segundos la mirada de ella, la chica que la volvía loca en distintas e inimaginables maneras.

Siendo un tanto masoquista volvió a alzar la mirada en busca de la de ella, y como si de un hechizo se tratase, las miradas de ambas se encontraron en los extremos opuestos del largo pasillo.

Una sonrisa amenazó con extenderse por sus labios al notar como ella le indicaba la señal, «su señal».

Sostuvo fuertemente la correa de su mochila sobre su hombro y acomodó un par de mechones de su cabello azabache detrás de su oreja izquierda. Disculpándose con una excusa lamentable, pero creíble, se apartó de su grupo de amigos y caminó por el pasillo hasta el lugar donde solían llevar a cabo sus habituales encuentros.

Se detuvo frente a la puerta de color azul opaco y tomó una bocanada de aire, armándose de valor para afrontar lo que sabía siempre terminaba pasando entre ellas.

De pronto, una mano se cerró alrededor de su brazo en un agarre brusco. Miró sobre su hombro izquierdo encontrándose con aquella mirada avellana que pedía a gritos ser escuchada.

Tragó saliva y después de dar una mirada a todas direcciones asegurándose que nadie miraba, tomó el pomo de la puerta, abriéndola y permitiéndole a ambas el paso a aquel aislado armario de limpieza.

El espacio dentro de aquel pequeño armario era realmente angosto para dos personas, por lo que cerró los ojos mientras retenía un suspiro al sentir los pechos de Jennie pegarse inevitablemente a su espalda.

Rápidamente sacudió la cabeza despejando su mente de todos aquellos pensamientos subidos de tono y se apresuró a tomar asiento sobre las habituales cajas de plástico apiladas contra la pared.

Desabrochó los primeros dos botones de su camisa y la observó colocar el seguro a la puerta antes de dejar caer su mochila al suelo y, sin perder más el tiempo, sentarse a horcajadas sobre ella.

Su mirada viajó hasta la piel que la falda obligatoria de aquel internado dejó expuesta al alzarse ligeramente y se relamió los labios al sentir la suave piel de sus muslos rozar contra los de ella.

Suspiró bajito y llevó una mano hasta la espalda baja de la chica sobre ella, comenzando a acariciar levemente de arriba hacia abajo sobre la camisa.

La chica de cabello castaño y ojos avellanos suspiró dejando caer su cabeza sobre el hombro de Lisa antes de esconder su rostro en el hueco de su cuello.

—¿Qué ocurre? —preguntó al notarla decaída, mucho más que en otros de sus usuales encuentros clandestinos.

—Solo abrázame un poco más —pidió en voz baja. Lisa no pudo negarse a aquella petición, por lo que terminó pasando sus brazos por su cintura, estrechándola aún más contra su cuerpo.

Cerró los ojos al sentir como Jennie posaba sus húmedos labios sobre la piel de su cuello y depositaba un tierno beso en él, acción que logró erizar su piel además de también robarle un suspiro.

Llevó su mano hasta el muslo de Jennie y acarició delicadamente la piel que la falda dejaba expuesta.

—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, intentando ser cuidadosa y sin buscar su mirada, pues sabía que no la encontraría a menos que ella así lo quisiera.

La chica sobre ella se removió, saliendo de su escondite en su cuello y buscando su mirada.

—Estoy harta —respondió visiblemente fastidiada.

—¿De qué? —interrogó llevando su mano hasta su mejilla para brindarle una simple caricia.

—Tan solo digamos que nada está saliendo como yo quiero.

Lisa mordió ligeramente su labio inferior y asintió apartando la mirada. Jennie fijó su vista en los labios de Lisa, quedando hipnotizada por unos segundos y tentada, muy tentada a besarlos.

Finalmente, Jennie contuvo sus impulsos y terminó depositando un nuevo beso en el pómulo derecho de Lisa, logrando sobresaltarla.

Ambas se miraron fija e intensamente, una de ellas intentando controlar sus impulsos "indebidos" y la otra en busca de una señal aprobatoria.

Sus respiraciones se aceleraron y sus corazones bombearon con fuerza cada vez que se inclinaban la una hacia la otra. Sus rostros quedando a milímetros de distancia, sus narices rozando y sus alientos chocando entre sí.

Ambas se quedaron paralizadas, atrapadas en las sensaciones que se provocaban la una a la otra sin tan siquiera saberlo o imaginarlo.

Después de unos largos segundos sin moverse, Lisa decidió dar un paso más allá de simples roces y así fue como, aún sabiendo lo que Jennie diría, ella se aventuró a chocar sus labios con los de ella.

—No. —Detuvo su avance colocando su dedo índice sobre sus labios entre abiertos y apartándose ligeramente de su rostro—. Sabes que no.

Y lo sabía, claro que Lisa sabía que Jennie soportaba todo, excepto besos. Todo menos besos. Ella solía decir que aquella acción era exclusivamente para las personas enamoradas, y se defendía afirmando que ellas no eran más que simples extrañas.

Lisa solo era la extraña a quien recurría cada vez que necesitaba desconectar del mundo. La extraña que la hacía sentir sensaciones que nunca había experimentado con nadie. La extraña a quien gustaba de tocar y provocar, pero nunca de besar, pues sabía que una vez lo probara no querría detenerse nunca, y ella no podía permitirse eso.

Lisa suspiró decepcionada, más no se apartó, nunca lo hacía. Jennie era como una droga para ella, a pesar de nunca haberla probado ya era adicta a ella. Así que se dejó hacer, dejó que ella repartiera besos por su rostro, cuello y clavículas. Dejó que la tocara en distintas maneras a pesar de saber que fuera de ese pequeño armario no serían más que simples extrañas.

Porque mientras ambas lo quisieran, Lisa siempre sería la extraña favorita de Jennie.

ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE, CRÉDITOS DE HISTORIA ORIGINAL Y DE AUTOR JULES_RMZ.

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Holaaa.
Espero que les guste esta historia que está muy interesante.
Recuerden votar y dejar sus comentarios.
-Ari07

LA EXTRAÑA FAVORITA - ADAPTACIÓN JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora